Si la actualidad informativa de “The Big Bang Theory” está marcada por vídeos eróticos filtrados en la red de Kaley Cuoco, la realidad de la sitcom se encuentra lastrada tanto por su éxito como su constatada pérdida de calidad, chistes desacertados y tónica cansina reciclando y mezclando torpemente “Friends” con la inicial ‘TBBT’. No obstante, sus fans siguen encantados y Johnny Galecki, Jim Parsons y la ya mencionada Miss Cuoco-Sweeting embolsándose un millón de dólares por episodio. ¿Todos contentos? Desde este blog respetamos las opiniones de aquellos que consideran la sitcom ‘una pasada y espectacular’ y viven una nube de felicidad. Por lo tanto, también deberían respetar un punto de vista objetivo y libre de empapamiento de bragas como los expresados en las reviews de este blog. No se preocupen, que la nueva tónica del bastardo que escribe consiste en repasar únicamente lo ‘bueno’ y ‘gracioso’ de cada nuevo episodio. Es hora de centrarse en “The Focus Attenuation”, quinto capítulo de la octava temporada de “The Big Bang Theory”.
El argumento va a propiciar un episodio ‘tipo’ en el que los chicos se centran en un ‘retiro y encuentro’ durante un fin de semana mientras las chicas (Emily, al novia de Raj, no cuenta… todavía) se van a Las Vegas. La intención de Sheldon, Leonard, Howard y Raj pasa por pulir una gran idea… de esas que desaparecieron en sus vidas desde que las chicas hicieron acto de presencia. Son una distracción y ellos, tanto como la serie y fans, están encantados ante la parsimonia y pantomima repetitiva y trillada. Los mayores logros del grupo de físicos pasa por sus conquistas amorosas omitiendo el viaje espacial de Howard… que nunca cuenta para esas cuestiones por no estar ‘titulado’ fehacientemente. Sheldon no puede ir a ningún sitio porque se han escrito películas de terror sobre cabañas en los bosques (véase “The Cabin in the Woods” que no “Posesión infernal”), sobre hoteles (véase “El resplandor” que no “Hostal Royal Manzanares”), sobre casas en un lago (véase “La casa del lago” y no “Viernes 13”) o un apartamento en la playa (véase “Tiburón” que no “Sharknado”). A Sheldon se le olvidó que en su casa también pudiera ser víctima de tornados llenos de tiburones (digitales) hambrientos o de sádicos psicópatas escondidos en su propio domicilio retomando la estela de un slasher. Por no hablar del género post-apocalíptico… En resumen, los chicos se quedan… y las chicas se van, no le demos más vueltas al asunto.
Penny, Amy y Bernadette pretenden irse de juerga en Las Vegas pero la prometida de Leonard recibe un mensaje en el que se le informa que un trabajo y evaluación ha sido adelantado. Tiene dos días para estudiar y el cambio de roles está servido. Mientras Amy y Bernadette se van de fiesta, Penny se comporta como un nerd estudiando en su habitación dejando entrever una evolución más madura de su personaje para esta temporada. Amy y Bernadette se emborrachan y convencen a Penny que las acompañe (con su portátil y sin perder ojo a su trabajo que no al abultado refajo) a un sitio de strippers masculinos australianos. No sabemos si giran su ‘cacharro’ en sentido contrario y nos quedamos contrariados al no ver escalar a Bernadette por su taparrabos como si fuera un bebé canguro. Lo prometido aquí nunca fue deuda. Cero rabos, cero chistes, cero gracias. Me quedo con la moraleja como único elemento positivo. La venganza, ciertamente, se sirve soleada en Las Vegas y en plena resaca… antes de darse un baño en la piscina. A Miss Cuoco-Sweeting le faltó abrir su bolso para lucir el millón de dólares que se ha llevado por ¿ÉSTO?
Pese a que los chicos pretenden cambiar el mundo y no distraerse… surgen mil y una referencias cinematográficas. Ya sea “La red social” para gloria de las bragas de Raj tatuadas con el nombre de Justin Timberlake, “Deep Impact” como spoiler de la llegada de Obama a la Casa Blanca o “Regreso al futuro II” para debatir y tratar de hacer realidad el monopatín flotante de Marty y acabar hablando de viajes en el tiempo y de “Jacuzzi al pasado”. “The Focus Attenuation” es, en realidad, un copia-pega informativo. Nos cuentan que un significante número de innovaciones han sido inspiradas por la ciencia ficción como el satélite geosíncrono de Arthur C. Clarke o el móvil que se abría surgido gracias a Star Trek. Entre que Alemania parece una salchicha y otros países genitales, no venden horquillas del hereje (o similares) en Amazon, internet te lleva a ver partidos de palomas jugando al ping-pong y ni siquiera el condicionamiento provocado por perder el vello de los brazos —de la manera más dolorosa posible— surge efecto… es hora de rendirse. ¿Es “The Big Bang Theory” un refuerzo negativo o un castigo positivo? No importa, lo suyo es ver “Los cazafantasmas” en una buena televisión se equivoque o no en la primera secuencia Bill Murray. La culpa, en definitiva, de la procrastinación de los chicos no son las chicas sino ellos mismos y ser unos geeks y frikis de mucho cuidado. Sus mejores ideas quedarán en el pasado, junto a esos robots sexuales donde llegó el mejor chiste de la función:
—Espera, estoy confuso. ¿Para qué necesitarías una novia robot y una prostituta robot?
—Hay algunas cosas que no haces con una novia robot.
—Tío, cuando conociste a Bernadette, el campo de la robótica recibió un duro golpe.
Voy a repasar mentalmente más cosas que me han podido gustar...
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NO, nada más.
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Pues yo me eché unas buenas carcajadas con este:
ResponderEliminarAmy: Tengo tu portátil, tengo tu portátil, si lo quieres ven a buscarlo a club de stripteases (sale por una puerta)
Bernadette: ¿No vas a buscarla?
Penny: ¿Al armario? Claroo