My Mad Fat Diary (2x02) Radar: Bajo el radar

Es difícil estar bajo el radar social cuando quieres quedar fuera del mismo y todo apunta directamente a tu gran cuerpo serrano. Es aquello que le pasa a Rae en “Radar”, segundo capítulo de la segunda temporada de “My Mad Fat Diary”. La vuelta al instituto de la protagonista más loca de las adolescencias traumáticas nos confirma que la serie de Channel 4 está en perfecto estado de forma y el adiós al largo y caluroso verano nos va a llevar directos a otro tipo de fuertes emociones. Rae no puede soportar la presión de ser la novia del chico más popular del instituto y reniega de tal condición por el abandono escolar y hacer pellas. Su madre, en momento Spice Girls Shit, la caza tan rápido que no nos da tiempo a ver los títulos de crédito. Rae tendrá un ultimátum y no será el último en este capítulo. 

Es difícil buscar el lado bueno de las cosas cuando no ves nada bueno en tu exterior desde un espejo. Rae sigue sin aceptar su cuerpo y, ante la ausencia de Izzy y Chop, le quedan un Archie que se niega a salir del armario quedando atrapado en su propia mentira y una Chloe que quiere ganarse su popularidad a modo de filtración de foto comprometida leyendo el futuro (pasado y presente) de manual de famoso/a de turno. Rae, por lo tanto, tendrá que apartarse de esos centros de atención que precisamente desea evitar y situarse bajo el radar. ¿Le ayudará la terapia? Liam suelta un monólogo esclarecedor:

Cada día voy al colegio de Sixth Form. Es una mierda. Es como ser un experimento social, donde tienen a un montón de personas en el mismo edificio y la única cosa que tienen en común es su edad. Y debido a esto, está lleno de personas tratando de encajar. Los profesores fuerzan un ideal de nosotros. «Para sobresalir aquí o ser un fracaso en la vida, aprendan este poema del siglo XV y la hipótesis sobre el significado de la revolución francesa o... Sean insignificantes dentro de la sociedad». Siento odio hacia todo este asunto. Y cuando me siento así, me siento feliz… porque me doy cuenta, que no soy yo. Ellos no son yo, y nunca lo serán. ¡Me llena de alegría, joder!

Apréndaselo y recítelo en su primer día de instituto para hacer amigos. Kester, por otro lado, deja claro a Rae su asunto con Finn: 

Bueno, a corto plazo, tienes tres opciones:
Uno, empiezas a enfrentarte a esas cosas a las que tienes miedo. Deja de preocuparte por lo que piensen los demás, empieza a gustarte a ti misma.
Opción dos, puedes dejar el colegio.
Tres, deja a Finn.

Rae tendrá que enfrentarse a sus miedos a puerta cerrada porque quedará encerrada precisamente junto a Finn teniendo que salir con todos los rumores a la vista. Expuesta, llega la presión y la elección. Ella está en el radar. Es momento de que esa perfecta banda sonora (mención especial a la erección que me ha producido escuchar a PJ Harvey) llegue a ‘Angel’ de Massive Attack y Rae ponga llamas a ese metafórico anuncio de la modelo de ropa interior que la persigue esta temporada. Con el fin de su relación con Finn, llega la bomba final: su madre no comienza la menopausia sino que está embarazada. WTF!? La segunda temporada de “My Mad Fat Diary” va a explotar con tantas hormonas y amistades en el aire… Mejor traducimos el segundo capítulo del nuevo diario de Rae vía web oficial de Channel 4:

Querido Futuro Hermano, 

Mamá dice que tu cerebro es ahora del tamaño de un pequeño Maltesers, así que pensé que me gustaría aprovechar esta oportunidad para llenarlo con un consejo de hermana: NUNCA salgas con alguien más atractivo que tú. Sí, él podría tener exactamente tu mismo gusto musical, podría poseer el mejor culo de la historia y con sus dedos podría hacer cosas en la almeja de su dama que nunca pensarías fueran posibles, pero si eres un ‘cuatro’ y él es un ‘diez’, entonces, la relación nunca va a funcionar. Si te estás preguntando por qué estoy aplastando toda tu esperanza antes de que ésta haya siquiera nacido es porque 1) El mundo es un lugar cruel y 2) Ya estoy molesto contigo por arruinar mi futuro de quedarme en la cama hasta tarde, interrumpiéndolo con tus horas de las comidas y dejando apestada la casa. 

Algunas de las cosas más malas para que no mires hacía adelante son: 

Tu segundo nombre será Bouchtat. 

No hay manera de que no vayas a tener un problema con la comida. Incluso no tienes genitales y ya tu madre hace comparaciones de tu cabeza con chucherías. 

El britpop habrá terminado para cuando tengas dieciséis años. Este hecho te quita la razón por qué vivir. Pensándolo bien, tal vez sería mejor que te quedes en tu saco amniótico. Al menos no podrás conocer a nadie, ni enamorarte, ni fallar en tener relaciones sexuales y para colmo mandar a la mierda y con todo el dolor de tu corazón al chico más perfecto desde Jason Donovan.