sábado, 15 de marzo de 2014

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Community (5x09) VCR Maintenance and Educational Publishing: Vince Gilligan y otras drogas

Llegamos a la recta final (o no) para una serie “Community”, que trata de recomponerse a todos los cataclismos que arremeten contra ella alrededor y posibilitan hundirla en un pozo sin retorno. La realidad de la sitcom de culto ha pasado siempre por sus pésimos índices de audiencia, su supervivencia para completar ese sueño (de Abed y colectivo) titulado Six Seasons And A Movie, la despedida de Troy Barnes, la muerte (a todos los niveles) de Pierce Hawthorne y, por supuesto, la marcha y regreso de su creador. Dan Harmon ha tomado el mando y quiere ofrecer una nueva “Community” que ha debido pasar por un vacío existencial tras la marcha de Donald Glover y cierta controversia entre críticos y espectadores con capítulos como App Development and Condiments” (5x08). Con “VCR Maintenance and Educational Publishing”, noveno episodio su quinta temporada, seguimos avanzando hacia el cierre de la temporada más esperada de los amantes de la comedia imposible.

— ¿Lanzamos una moneda?
— No, crean líneas de tiempo paralelas.
— ¿Piedra, papel, tijeras? 
— Eso es como lanzar una moneda de nueve caras.

Gracias a ‘Un Montón de Balas’, un juego interactivo de los 90 con vídeo basado en el Lejano Oeste, vamos a tener el cameo de Vince Gilligan y un epílogo final del capítulo nos va a revelar los motivos que originaron su participación en el mismo. Tendremos más disfraces al extenso repertorio de Jim Rash en la serie con un acompañamiento inédito musical en plan rap para anunciar un retraso en el pago de los empleados y más instantes condenados al delirio de nuestro Decano. “VCR Maintenance and Educational Publishing” se estructura en dos tramas acerca de esas intromisiones en géneros habituales en la sitcom para que Annie y Abed nos revelen su estado emocional tras la marcha de su compañero de piso (y amigo) mientras que el resto de protagonistas se inmiscuyan en negocios turbios. 


No tendremos una ración de Duncan (again) y nos centramos, tras MeowMeowBeanz, en desvelar (y confirmar, again) que Shirley es realmente la más poderosa (y pérfida) integrante del grupo , mientras que Abed prosigue con su relación con Rachel (Brie Larson) a ritmo de VHS. Que Gilligan vaya a ser el protagonista de ese juego del 93 y que decida sobre quién será el compañero de piso (el hermano antisocial ¿y vikingo? de Annie o la novia de Abed) pasa porque las interrogantes se conviertan en exclamaciones. Annie y Abed, pese a sus posiciones antagónicas, están hechos el uno para el otro y la catarsis se eleva con la sinceridad. Realmente NADIE quiere vivir (de momento) con ellos. ¡ESTÁN DESATADOS Y SEGUIR SU RITMO PASA POR INGRESAR EN UN MANICOMIO! El hermano de Annie hace las maletas desvelando detalles del pasado de la protagonista, mientras que Abed utiliza la lluvia para construir uno de esos momentos mágicos y románticos que provocan la reconciliación y arcoíris multicolor [SONIDO CARACTERÍSTICO Y CONJUNTO DE ANNIE Y SHIRLEY]. Abed sigue con novia pero tendrá que ser tan obediente como el hermano de Annie. ¿La moraleja de tan loca historia? Sin compañero de piso que estabilice la locura de ambos, tendrán que acudir a Craigslist o a un buen terapeuta para complementarse.


Por otro lado, Shirley, Buzz y Jeff van a ejercer una parodia sobre una trama de libros que parecen drogas y drogas que parecen una postulación para un juego de poder y giros sorpresivos teatrales dentro de un escenario low-cost. Veremos que Buzz tiene mucha ‘cuerda’ y hábito policial, Jeff pudiera ser un cerebro criminal, Britta menos Britta cuando el olor de un buen libro se le sube a la cabeza y, por supuesto, a ese Chang ‘que pasaba por allí’. El negocio de ese alijo de libros nos deparará una inteligente y desopilante banda sonora para esa evolución de negocios turbios que nos dejará a Shirley descubriendo, cual cuento de la lechera narcotraficante, que los libros no valían nada. Es momento de desatar a sus amigos y recuperar esa amistad que como ese mal negocio estaba sin numerar. En los créditos veremos un flashback para constatar el mejor cameo de la temporada con la decisión que originó su participación en ‘Un Montón de Balas’ a cambio de trabajar para Apple… Cualquiera sea fía ahora de su mujer… aunque esté interpretada por Gina Gershon y ruegue por cocaína. Cualquiera se fía. No obstante, dicha secuencia y despedida realmente fusiona los méritos de un capítulo que esnifa cualquier tipo de referencia y la escupe entre carcajadas. Una serie que necesita tan poco para originar tanto.

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