Comienza la Segunda Temporada de ‘Bates Motel’

[CONTIENE SANGRIENTOS SPOILERS] Con “Gone But Not Forgotten” (2x01) ha arrancado la segunda temporada de “Bates Motel” con las exactas e idénticas credenciales que marcaron la primera entrega. La estética retro dentro un mundo contemporáneo como precuela de “Psicosis” que destripa los interiores turbulentos de Norma y Norman Bates, persiste bajo el recuerdo de la despedida en 2013 con algunas (nuevas) preguntas en el aire: ¿mató realmente Norman Bates a la profesora Watson? ¿Por qué Bradley Martin trata de suicidarse? El season 2 premiere de la ficción de A&E ha retornado con excelentes datos y cierta indiferencia de la crítica norteamericana. Más allá de la interpretación de Vera Farmiga (y Freddie Highmore) poco o nada a despertado el interés (de cara a premios y listas de la prensa especializada) de una serie que oscila entre el culto y su incapacidad a aspirar entre la élite de calidad de la ficción televisiva actual. Su mérito (y también error) precisamente ha sido separarse de “Dexter”, “Hannibal” y toda la competencia actual focalizada en “American Horror Story”, “Twisted” o “The Following”. Una característica interesante y peligrosa al crear un nuevo universo criminal para que Norman Bates pueda reformular su pasado y leyenda. Es hora de saber el estado de forma de la serie y sus pretensiones para su segunda temporada.

Blaire Watson es el nombre clave y asumimos que su asesinato en “Midnight” (1x10) era obra de la otra personalidad floreciente de Norman Bates. Esa elipsis y falta de recuerdos va a servir a los guionistas para desenterrar una historia oculta de Miss Watson y vinculación con Jerry Martin, el padre ajusticiado de Bradley. ¿Era ella la famosa ‘B’ de su correspondencia? ¿Odiaba tanto Gil a Jerry por dicho motivo? Digamos que “Bates Motel” va a formalizar un culebrón repleto de asesinatos, mafias, gente peligrosa con mucho suspense y diversos personajes. Vamos a tener muy poco de Emma Decody y un posicionamiento de los personajes tras la muerte de Blaire Watson. Norman comenzará a recordar que estuvo en su casa la noche de su asesinato y paralelamente se obsesiona con ella visitando su tumba y poniendo de los nervios a su madre con la taxidermia. Norma trata de alejarse del negocio de la marihuana del pueblo pero las obras por el desvío de la carretera van a hundirla en la miseria y enfrentarla a White Pine Bay en una reunión del ayuntamiento de la ciudad y la hipocresía reinante en el mismo. Su monologo (digno de paciente de un psiquiatra) me encanta: la vida es un pozo negro en donde arañas, te agarras y peleas para salir a flote pero nunca llegas hasta arriba.

Norman sigue con sus obsesiones. Por un lado con Blaire Watson y su crimen asistiendo a su tumba donde ve a un extraño hombre que fotografía en su móvil siendo descubierto pero escapando… para llevar la primicia al sheriff Romero, que informa a Norma. Norman se sincera con su madre y le revela sus recuerdos de la noche del homicidio, pero tamboién esa elipsis (en su cabeza) en la que no sabemos si asesinó a Miss Watson o huyó en plena noche lluviosa antes de que se cometiera el crimen. El otro quebradero de Norman es Bradley, a la que veremos intentar suicidarse tirándose de un puente y, finalmente, puesta en hospital psiquiátrico durante cuatro meses. Dylan se aleja de ella por respeto a su hermano, que no para de mandarla cartas para disgusto de Emma. Realmente las piezas están ahí y, por ejemplo, no se palpa la tensión de Dylan y Norma, como si ambos ya hubieran arreglado las diferencias. Dylan va a servir como paloma mensajera para llevar la información que necesita Bradley y que quede condenada a esa espiral de obsesiones, venganza y locura. Por supuesto, Norman estará en medio del tornado.

Y es que Bradley se pondrá en plan seductora para intentar sacar la verdad a Gil. Sabemos que va a armada, es una mujer fatal y quiere información a cualquier precio. Gil se siente atraído por la joven (menor de edad) y antes de que nos confirme o desmienta qué pasó con el padre de Bradley, la chica demuestra ser de gatillo fácil y un disparo va a poner los sesos de unos de los jefes del comercio de la droga local contra el cristal de la ventana de su salón. Para terminar de rematarnos, Bradley acudirá a la habitación de Norman es busca de ayuda como clifhanger del season 2 premiere y dejar claro que hay mucha gente más loca que Mr. Bates en White Pine Bay. Si creíamos que era evidente que Norman mató a Blaire Watson vamos a tener suficientes elementos para dudar (o eso quieren hacernos creer los guionistas). Sobre todo porque no le vemos con un objeto fetichista, como pasó con el cinturón de Keith Summers, que denote que fue él aquel que cometió el crimen. ¿Será el hombre del cementerio el misterioso Eric con el que Miss Watson tuvo una agria discusión telefónica el día de su muerte? ¿Será Bradley aquella que asesinó a la amante de su padre e intentó suicidarse por no poder soportar su crimen? ¿Fue la ‘Norma’ que lleva dentro Norman Bates? Sí, fue asesinada por el guionista y punto. Dejémonos de historias. “Bates Motel” quiere, desde luego, tener un cúmulo de variantes con las que atrapar al espectador. Un espectador que, en realidad, se tiene que dar cuenta que no estamos ante una ficción con la calidad y brillante puesta en escena de “Hannibal” o tampoco esperar una nueva “Dexter” con adolescentes dentro de un pueblo repleto de criminales (y gente local). “Bates Motel” continúa caminando por un camino propio para que tengamos un guilty pleasure y pasatiempo eficaz, contundente y (seamos maléficos) oscuramente cruel y divertido.

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