Llegamos al final y, antes del capítulo doble de despedida, Rae quiere hacerse adulta. No será fácil fumando porros y rodeada de su banda, con Chloe juntándose con veinteañeros y teniendo coche propio regalado por su padre y con Finn echándose novia de 24 (o 44) adicta al baileys con hielo. Tal vez Rae quiere evitar el enfrentamiento a su frigidez (y sus miedos interiores a los que no se puede enfrentar) o a esa indiscutible verdad de hedonismo, drogas y volver a casa cuando ya ha salido el sol. Tal vez Rae no asimile formar parte de una familia con un nuevo miembro venidero y tenga miedo a coger el ‘miembro’ ajeno. Tal vez sea mejor ser rebelde sin causa o no admitir que se tiene 16 y que el padre que te abandonó no es del todo trigo limpio, que te pone copas de vino y, lo peor de todo, que desconoce cuándo es tu cumpleaños aunque te haga un regalo soñado. Tal vez “My Mad Fat Diary” nos quiera hablar en “Inappropriate Adult”, quinto capítulo de su segunda temporada, de que todos los personajes son imperfectos y que esa perfección que parecía orbitar alrededor de la relación de Izzy y Chop es un simple espejismo, como estar bajo los efectos (y afectos) del alcohol. Después, siempre llega la resaca y enfrentarse a la realidad estés o no estés en el grupo de canto a capella del instituto.
Hablamos de resacas en las que nadie está cuando se le necesita. Finn se va, deja a su(s) novia(s) y los miedos de Rae evitan que grite a los cuatro vientos que ella es la única razón para quedarse. Kester ha rehecho su vida personal y las visitas a su casa de Rae acabaron. Su padre, al que por fin conoce, suelta unas frases bastante maliciosas (e insultantes) sobre esa madre que parece ser la única persona junto con Karim que se preocupan por Rae pero que no van a consentir esa fase de drogas y ausencias. Con el fin de Izzy y Chop, la caidíta de Roma sobre Liam (que pierde infinitos puntos como el resto) y las nuevas amistades de Chloe, la pandilla que vemos en la introducción ha quedado rota. Completamente rota e insalvable incluso en unos créditos finales de una película de Serie B. To be continued? Nos quedan los miedos de la transición a la edad adulta y conocer que Liam también tiene aprensión de mostrar su cuerpo al igual que Rae como ese suma y sigue de imperfecciones de todos los personajes que compone el capítulo y la vida de Rae. Una Rae a la que le queda mirar esa ecografía que presumiblemente reflejará el parto venidero para cerrar la temporada.
Leemos el diario oficial de Rae de Channel 4:
Querido diario,
Han sucedido tantas cosas malas esta semana que ni siquiera puedo procesarlas… y mucho menos escribir todas ellas en la misma página. Normalmente, cuando siento este bajón Kester me pone a escribir una lista de todas las cosas buenas en mi vida, pero en los últimos días el propio Kester me ha demostrado que se preocupa más de eyacular con su nueva mujer que de tratar de ayudar a sus pacientes. Así, sólo para hacerle de rabiar, voy a escribir un nuevo tipo de lista, que detalla todas las cuestiones en mi vida que hubieran sido mejor si me hubiera criado una familia diferente. Si yo hubiera sido criada por mi padre, por ejemplo:
• Me gustaría ser capaz de beber vino tinto sin parecer una idiota.
• Me gustaría ser capaz de fumar marihuana sin temor a los toques de queda.
• Me gustaría ser capaz de conducir un vehículo con más de dos ruedas.
• Me gustaría ser capaz de evitar que Finn se fuera.
• No me quedaría atrapada en los baños con hombres extraños.
• Ni Chloe me llamara frígida.
• Ni Izzy engañaría a Chop.
• Liam no me pediría mantener mi top puesto.
• Mamá no me odiaría.
• …
Voy a parar ahora, diario. Este nuevo tipo de lista no me ha hecho sentir más feliz en absoluto. No se lo digamos Kester, ¿de acuerdo?
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