Esto no es Dragones y Mazmorras, es la vida real.
Tras coger ritmo en “Capítulo tres (Chapter 3): El renacuajo (The Pollywog)”, la segunda temporada de “Stranger Things” definitivamente se enmarca en la construcción de sus distintas películas generacionales para culminar en un clímax conjunto. Después del ataque (?) a Will por parte de esa misteriosa y gigantesca entidad, era hora de conocer las consecuencias de aquello que apunta a ser una mezcla de posesión e infección de un ser diabólico en el cuerpo del protagonista. Will pasó mucho tiempo en otra dimensión desconocida y creó una especie de vínculo con el otro lado. Precisamente fue él el origen de ese renacuajo que expulsó de su cuerpo al final de la primera temporada (y que ningún examen médico o radiografía detectó). Nos encontramos ante un episodio fundamental para los fans de la serie porque vamos a ratificar el descubrimiento del nombre de Once (Jane) mientras que intuimos que Will ha sido poseído por ese ser al que le gusta el frío… Joyce se va a dar cuenta de que su hijo no puede expresar con palabras todo aquello que siente por lo que dibujar se convierte en un ejercicio de supervivencia. Aquello que parecían garabatos va a conformar un gran rompecabezas a modo de red de influencia de esa entidad diabólica. ¿Qué significa realmente todo esto? ¿Los fans de adornar su casa con luces como en la primera temporada de “Stranger Things” están dispuestos a transformar su hogar en un museo de arte contemporáneo? Esa conexión va a necesitar a algunos otros personajes para tomar sentido completo… Repasemos “Capítulo cuatro (Chapter 4): Will el sabio (Will the Wise)”.
Pensemos en que los hermanos Duffer desean ir oscureciendo las tonalidades de su historia a medida que avanza. De este modo, veremos cómo Dustin se topa con la dura realidad al ver que Dart había mudado de piel y ‘digievolucionado’ a un protodemogorgon. No solamente eso, ya que Dart había decidido abandonar su dieta de chocolate y tomar proteínas gracias… ¡al gato de mamá! La introducción del horror en las tramas, asimismo, se establece desde pequeños toques un tanto infantiles y digeribles para todo tipo de audiencias. Tal aproximamiento va ir mutando también el enfoque de las tramas. Por ejemplo, Billy desea que le veamos como el personaje más desagradable de la temporada ya que desconocemos su odio frente a Lucas por hablar con su hermanastra Max. ¿Es racismo o sobreprotección de un abusador y matón? Recordemos también que Dustin rompió la principal regla de la pandilla al mentir para proteger a Dart y, ahora, se enfrenta a las consecuencias gatunas de su acto. Cambiemos de tema. En el final y postcréditos de “Guardianes de la galaxia Vol. 2” vimos lo complicado que resultaba a Peter Quill lidiar con la adolescencia de Groot. Algo parecido vamos a tener entre Jim Hopper y Once con un castigo por romper las reglas establecidas entre ambos. Los escritores desean invocar los fantasmas del Dr. Martin Brenner y que nuestra heroína descubra, entre limpieza y limpieza, los archivos que escondía su protector sobre los laboratorios. Y ahí surge una foto de su madre (Terry Ives) y una conexión, vía ojos vendados, con aquella progenitora que sigue viva. Tal hecho, destruye la confianza de Once en Hopper al descubrir que éste le había mentido. Y ya sabemos el leitmotiv existencial de la joven: los amigos nunca mienten.
“Capítulo cuatro (Chapter 4): Will el sabio (Will the Wise)” también desea continuar con la investigación de Nancy y Jonathan para descubrir la verdad sobre el Laboratorio de Hawkins y la muerte de Barb. No habrá paz para los malvados y la cruzada de ambos adolescentes pasa por dar sentido a sus propios traumas ya que, recordemos, los científicos acabaron con la vida de una amiga y arruinaron la infancia de un hermano. Will ha sido atrapado por esa sombra de la otra dimensión y la memoria de Barb merece una expiación. De esta manera, Nancy y Jonathan se darán cuenta de que su conversación fue espiada y que en ese parque, donde habían formalizado un encuentro, todos son sospechosos de estar espiándoles. La tensión aumenta cuando un hombre evita que puedan arrancar su automóvil en su huida al ofrecerles ‘un paseo’… Otros hombres aterradores rodean el vehículo, aunque no crean que nada malo puede salir de este asunto para nuestras protagonistas. Todo lo contrario, los tiempos gubernamentales han cambiado en el pueblo. Pensemos en que Hawkins Labs y sus actuales dirigentes simplemente están lidiando con las consecuencias de los experimentos fallidos. Su misión es contener la amenaza. Toda amenaza… Y que la opinión pública conozca la realidad sobre esas malas hierbas que están siendo erradicadas a golpe de lanzallamas pudiera ser utilizado por sus enemigos. Rememoremos ese claro contexto de la Guerra Fría con la elección presidencial de Estados Unidos de 1984 en la recámara y puesta en escena dentro de esta temporada. Nancy, por su parte, no se hizo con una grabadora de Radio Shack por casualidad ya que deseaba grabar a Owens confesando toda la verdad sobre Barb. El problema para la pareja de adolescentes es saber qué van a hacer con toda esa información… Y algo parecido sucede con Dustin cuando se da cuenta de que Dart ya no es ese renacuajo juguetón que tanto quería sino una especie asesina y aterradora… ¿El horror ha comenzado definitivamente? Continuará…
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