Little Witch Academia: El poder de la magia

Serie de TV

“Little Witch Academia”

EEUU

2017

Sinopsis (Página Oficial):

Akko se matricula en la Academia Mágica Luna Nova. Ella no es la mejor estudiante, pero su actitud alegre es la clave del éxito tanto para ella como para sus amigas.

Crítica Bastarda:

“Little Witch Academia” se ha convertido en una de las series de anime más destacadas del presente año televisivo y no ha sido el error de un sortilegio ni un acto de magia. El secreto para aunar el respeto de crítica y público bien pudiera ser la culminación del universo creado por Yō Yoshinari divisado ya en un exitoso manga y varias películas independientes. La producción distribuida por Netflix ha encontrado la vía perfecta para llegar a todo tipo de públicos debido a distintos y variopintos elementos, que han permitido a diferentes audiencias conectar con las aventuras de Akko. Nos encontramos ante la historia con el típico héroe ordinario alejado de su condición que suele ser recurrente en el mundo del anime e incluso en la literatura juvenil. El sueño de nuestra protagonista fue acceder a la Academia Mágica Luna Nova para aprender el arte de la magia y convertirse en una bruja. De este modo, podría seguir los pasos de su ídolo Shiny Chariot, una popular bruja que quiso llevar la magia al gran público para hacerles felices y nunca fue bien vista dentro de la comunidad mágica. Akko se dará cuenta de que todo va a ser tremendamente complicado para una joven que no tiene ninguna clase de herencia mágica y que va a tener que esforzarse por alcanzar el nivel del resto de sus compañeras en un plan de estudios que considera inalcanzable. Las únicas esperanzas para esa joven son recurrir a sus emociones y sentimientos cuando era una niña pequeña, ya que quedó prendada durante uno de los espectáculos de la bruja Shiny Chariot. Es obvio que el destino llama a la puerta de la heroína: ciertos sucesos provocan que encuentre una poderosa reliquia que perteneció a su icónico ídolo. Rápidamente vamos a comprobar que Akko, una impulsiva e imprudente chica, ha sido la ‘elegida’ por la Vara Brillante y que sus compañeras de cuarto se van a ver inmersas en infinidad de aventuras muy a pesar de Diana Cavendish, la más popular y talentosa aprendiz de bruja de Luna Nova. Pese a lo que pueda parecer, todo tiene un sentido dentro de varios misterios que ponen en marcha gracias a la presencia de una profesora, Ursula Callistis, que esconde un gran secreto…

“Little Witch Academia” basa sus encantos en contar con muchos personajes secundarios y distintas tramas argumentales que doten de sentido la evolución de Akko. El mérito también ha sido superar con creces la calidad de las películas previas. Existen, además, universos colindantes que permiten futuros spin-off como el propiciado con la saga de novelas de ‘Night Fall’ o el propio pasado de Shiny Chariot. Vamos a ver, evidentemente, destellos de la historia original y por qué existe una ‘marca mágica’ en la luna aunque el espectáculo se centra en los pormenores emocionales de Akko. Nuestra protagonista consigue a través de su propia creencia en sí misma una vía para hacer sus sueños realidad no sin muchos contratiempos y todo de tipo de situaciones cómicas. La serie también se ciñe al manual de conflictos y temas básicos como  la amistad o la dificultad de hacer factibles las fantasías en una edad tan turbulenta como la adolescencia cuando se habita en un mundo complicado. “Little Witch Academia” destaca posiblemente por tener su propio sello e identidad en tiempos en los que se va a comparar la propuesta con el universo de Harry Potter. No obstante, aquí hay ‘magia’ como elemento fundamental para conectar con la audiencia y parte de su gran magnetismo es saber lidiar con situaciones absurdas —y algo descacharrantes y estúpidas—con otras tonalidades más dramáticas y sorprendentemente lúcidas. Ese conglomerado de acción, suspense, revelaciones y constantes sorpresas nos lleva a una serie que se deja ver con suma facilidad y que invita al espectador a seguir los pasos de Akko, autoinspirándose para poder hallar su propia comunión con un mundo mágico que tiene delante. Quizás su mérito sea que el propio argumento (la magia y las brujas se encuentran en plena decadencia de un mundo quebrado por el odio) sea un marco para recuperar esa idea de que todo espectáculo tiene que sorprender y emocionar al público con los artificios necesarios para idealizar una idea. No hay que pedir más hechizo que este aunque después de estos 25 episodios entendemos que la última página de la historia de Akko prácticamente ha sido ya desvelada. ¿Es hora, por fin, de comenzar a volar?

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