Greenleaf: OWN significa Oprah Winfrey Network

Serie de TV

“Greenleaf”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Los miembros de la familia Greenleaf dirigen una megaiglesia en Memphis, pero sus negocios y sus vidas están manchados por la avaricia, el adulterio y otros pecados.

Crítica Bastarda:

Una fuerza como la tuya se expresa mejor en silencio. 

OWN significa Oprah Winfrey Network y su drama televisivo no deja de reflejar un punto de partida para la cadena de la conocida empresaria, presentadora y actriz. “Greenleaf” podría hablar sobre el negocio de la iglesia en Estados Unidos aunque, sin embargo, la idea es establecer una telenovela familiar al uso. En realidad, la hipocresía de la fe es uno de los puntos argumentales de un clan atrapado en el poder y la riqueza como parte de su modo de vida. Ese imán de espiritualidad tiene engaño y truco y los pecados familiares son claves para el desarrollo de una historia que desea explorar los entresijos de la humanidad latente en los personajes y su necesidad de rellenar sus muchos huecos y carencias. Seguramente la fe es simplemente la excusa de Craig Wright para profundizar en esos seres que dirigen y habitan esa megaiglesia de Memphis que supone el eje de la serie de OWN. Oprah Winfrey entendemos que sabía perfectamente lo que quería: construir un drama familiar al uso (con tintes telenovelescos) para que muchos rostros afroamericanos tomaran el control de un espacio que habitualmente no habían ocupado en la pequeña pantalla salvo en comedias y sitcoms. La llegada de “Empire” cambió todo lo anterior y “Greenleaf” da la impresión de aprovecharse también de esa ausencia de grandes dramas de familias afroamericanas que puedan conectar con todo tipo de públicos, independientemente de su raza.

Quizás la distribución internacional de Netflix y el nombre de Oprah Winfrey, que también actúa en la serie, ayuden a este culebrón a levantar el vuelo. “Greenleaf”, pese a su evidente carga racial, trata de despegarse de algunos estereotipos en algunos de sus personajes y de la implícita corrupción que habita en esa familia a la que regresa nuestra protagonista. Grace Greenleaf (Merle Dandridge) nos presenta a un cínico clan donde la infidelidad, la homosexualidad e incluso los abusos sexuales pululan en los entresijos de sus tenebrosos secretos. Todo empeora, todo se oscurece… y, aquí, los espectadores menos exigentes pueden tener su serie idónea para ser un intrascendente y estilizado entretenimiento con dramas e intrigas a la carta. Precisamente aquello que resulta más interesante de la propuesta de OWN es que no tiene miedo a manosear los cánones del género telenovelesco para desatar esa lucha de ambiciones y traiciones de unos personajes atrapados en guerras propias o ajenas. El destino de los personajes y sus vocaciones y debilidades, sus temores y entrañas puestas a disposición de un tono de culebrón y de un público feligrés. ¿Alguien se atreve a decirle a Oprah Winfrey que una fuerza como la suya se expresa mejor en silencio? He aquí también un alegato para romper el silencio ya que, según la propia ficción, dios está también presente en el mutismo. Considero que “Greenleaf” no aporta nada nuevo en el actual reino televisivo salvo los apuntes indicados previamente e interesa por romper ciertas mecánicas dando espacio a los estereotipos de los personajes y marcando su evolución en los márgenes de la ficción. Hay poco más en esta misa televisiva que contentará a sus devotos y dejará indiferentes a los ateos en esta religión melodramática.

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