Los elementos se han cocinado lentamente y transformado,
episodio a episodio, para producir una tremenda reacción final. Comenzó con
ochos capítulos en 2012 y, por fin, alcanzó el trono por encima de una
competencia feroz. Ahora, la montaña rusa ha tenido otras ocho nuevas paradas y
llegamos al final… donde no sabremos sin sonreír de felicidad o llorar de
alegría e incluso pena… como la suma de esos tres elementos que yacen en “Felina”: FE (Hierro) / LI (Litio) / NA
(Sodio); sangre, metanfetamina y lágrimas para propulsar ese anagrama de ‘Finale’. Y es que “Breaking Bad” ha llegado a su fin pero no a la última bocanada de aire
de su leyenda porque se hablará de la serie de Vince Gilligan en 2014 cuando
revalide el Emmy a la mejor serie dramática y seguiremos hablando de ella en 2024 sin importar los spin-off o series
bastardas que la imiten. Simplemente la ficción que nos narró la transformación
de Walter White en Heisenberg dejará un legado catódico tan cercano a la
leyenda como compuesto de puro mito. ¿La obra de ese el señor Hyde de la
química no ha sido siempre pretender ser una metáfora de la propia serie que le
rodea? Una droga distinta por su color… pero de una calidad como aquella que
nadie ha probado antes. “Breaking Bad” es
el cristal azul de las series de televisión y no hace falta ni ser el doctor
Jekyll para darse cuenta de que “Felina”,
decimosexto, último capítulo de su sexta temporada y series finale, ha llegado para dejarnos sin palabras… con unas
pocas saliendo de nuestra boca para sostener y amarrar el recuerdo: #GoodbyeBreakingBad
Good bye Walter Heisenberg! Good bye Walter White!
«Sólo llévame a casa. Yo me encargaré
del resto», la plegaria de Walter White está lanzada, antes de intentar hacer
un puente en un coche, dañarse la mano y dejar que la calma haga emerger a Heisenberg.
La policía pasa cerca del completamente nevado coche donde se encuentra
guarnecido… hasta que fuera del peligro se impone la lógica y la inteligencia,
apareciendo las llaves en el interior del vehículo y cayendo directamente a su
mano. La suerte está con Walter y Heisenberg… y cuando el diablo tiene la
suerte con él… resulta imparable. Golpe al volante, caída de nieve y que
comience la música. Que comience la música de Walter White, de Heisenberg. El
guiño a Marty Robbins y ‘El Paso’
generó todo tipo de teorías… por su conexión a ‘Felina’ y por el final de la
misma: el protagonista recibe una bala en lo más profundo de su pecho mientras
su amor, Felina, le besa en la mejilla arrodillada a su lado y es mecido por
sus brazos antes de morir. ¿Quién es la ‘Felina’ de Walter White? ¿Somos
nosotros arrodillados ante el final (y muerte) de una serie que siempre
recordaremos en nuestro corazón porque la seguiremos amando? En definitiva, que
comience la sintonía de “Breaking Bad”. El
series finale quiere dejar todo atado
y, tal y como nos presentó los arranques del comienzo de cada parte de la
quinta temporada [“Live Free or Die” (5x01)] y de [“Blood Money” (5x09)]. A Vince Gilligan no le hacen falta más
añadidos de la trama temporal que se desarrollará en “Felina” para cerrar la serie, pero si nos recuerda mediante la
matrícula del coche de Walter [Live Free or Die - 327 2153 - New Hampshire] que
siguen presentes.
Si en “Granite State” acabamos con Gretchen y Elliott y el regreso de Walter/Heisenberg, en “Felina” la inteligencia del protagonista dejará atados cabos sueltos. Intuíamos algo que Walter nos lo confirma porque no estamos ante una venganza (aunque tenga elementos que inspiren el terror) sino un acto de redención colateral y de supina inteligencia como denotaba la secuencia de entrada. Walter es consciente de que su familia le odia y no aceptarán ese dinero lleno de sangre (sin contar con los federales que evitarían la entrega) pero ese fantasma que visita a Gretchen y Elliott en su nueva y lujosa mansión y yace en el mismo plano —cuya dirección nos es revelada en una simple secuencia donde decir ‘New York Times’ abre cualquier puerta— va a ser descubierto. Las intenciones son simples: ellos darán a Walter White Jr. AKA Flynn en su 18 cumpleaños (dentro de 10 meses) 9.720.000 dólares amontonados sobre una mesa y trasladados desde el maletero del coche del Sr. White. ¿Cómo podemos fiarnos de que Gretchen y Elliott cumplan su palabra? ¿Cómo puede confiar Walter en ellos? Aquí la figura de unos punteros láser y dos sicarios contratados para acabar con ellos si no cumple la palabra transforma a Walter en Heisenberg para sellar su venganza por vía oral y dejar la ‘oscuridad’ incrustada en el terror de sus almas. Quieran o no, Walter siempre estará con ellos… y no se podrán despegar de él por mucha entrevista con Charlie Rose que tengan. La jugada es maestra cuando nos son presentados los portadores de los punteros: Badger y Skinny, cuya moralidad es comprada con un fajo de billetes. La serie necesitaba de un guiño final a esos personajes y que Walter deduzca, por sus comentarios sobre la actual producción de cristal azul, que Jesse sigue vivo y está siendo utilizado por Todd, Jack y sus hombres para cocinar.
Jesse y su presentación a lo Jesse Christ Superstar en ese flashback tal vez onírico (o al menos así resulta el tono escogido) sobre esa caja de la que nos habló en “Kafkaesque” (3x09) donde, tras una motivación, realizó la más perfecta pieza de madera que engendrada de sus propias manos… Esa caja que no regaló a su madre sino fue cambiada por una onza de hierba. Posiblemente Jesse recuerde ese momento como aquel que le sentenció y no fue conocer a Walter White o elegir acabar con su demonio convirtiéndose en una sucia rata… que acabó viendo morir (de nuevo) a su ex novia a manos de su nuevo diablo y amo. Ahora, permanece atado y encadenado cumpliendo su condena en el infierno que él mismo se fue labrando. Le veremos completamente deteriorado y errante y aquí nos podemos plantear el recalculo del plan de Walter, que pensaba que su alumno estaba muerto, y desconocemos si sus actuales intenciones son sellar su venganza o dar sentido a todos sus pecados pasados… incluyendo su enésima manipulación sobre Jesse. El plan, no obstante, sigue su marcha recordando parte de esos insertos previos: es el cumpleaños de Walter en ese dibujo con bacón sobre los huevos en el restaurante donde recoge la ametralladora M60 y la ricina que extrae de una toma de un enchufe de aquella que fue su casa… Aquí también Walter recuerda el momento en el que se sentenció… pero el suyo fue en el piloto, cuando quiso acompañar a su cuñado a una redada, y comenzó su camino por ese ‘breaking bad’. ¿Qué hará ahora Walter para completar su plan y reconciliarse tanto con su familia como con la audiencia?
Veremos que Lydia y Todd se reúnen en su punto de encuentro habitual y tendremos parte de ese humor negro característico en la serie con la presencia Walter que se une a su mesa y les pide unos segundos de su tiempo. Sabe que por la producción actual apenas tienen metilamina y su intención es venderle una nueva receta sin la misma por 1 millón de dólares. Aquí mueven ficha todos los implicados: Lydia quiere aprovechar el asunto para que Jack escuche su oferta y así su fanboy Todd liquide ese molesto cabo suelto, mientras vemos cómo se disuelve la Stevia en la taza de la mujer y pide más… Nada va a ser gratuito en esa secuencia y es evidente dónde ha ido la ricina… y que las intenciones de Walter son hacer uso de su arma automática que arma cuidadosamente en el desierto. Ahora tocan las despedidas siguiendo la coherencia del arma en ese travelling introductorio. Marie avisa a Skyler de que Walter está en la ciudad y una columna del apartamento donde se encuentra una mujer ecléctica que fuma nos mostrará que se encontraba delante de su marido. Esa columna actuará en la puesta en escena como la división definitiva de ambos personajes. No esperen, por lo tanto, besos en la mejilla y canciones de amor. Skyler no es nuestra Felina. Sí tendremos otra despedida diferente a esa última llamada telefónica en “Ozymandias”. Walter quiere dejar las cosas claras dando un billete de lotería a Skyler con las coordenadas GPS de los cuerpos de Hank y Gomez y que así pueda negociar con el fiscal. Walter por fin dirá la verdad a su mujer sobre sus motivos criminales: aunque su objetivo era salvar a su familia convertirse en un cerebro criminal le gustó y le dio un motivo para vivir; todo se reduce al egoísmo propio y al placer de la maldad. Recordemos que Walter cuánto más malo fue y más se sumió a su ‘breaking bad’, alejado del buen camino, más se recuperó de su enfermedad. Cuando dejó de ejercer como criminal, su cáncer regresó para llevárselo. ¿Coincidencia? No existen en esta serie. ¿O no recuerdan la ocasión en la que Walter pensó en utilizar la ricina con Lydia en una secuencia parecida pero con los roles cambiados? Tendremos despedida de Walter sobre sus hijos de distintos modos… desde el afecto y permiso materno a la distancia y, de nuevo, con esa división de estructuras lineales que parten al personaje como marca de distinción de la puesta en escena que brinda Vince Gilligan en la dirección. Realmente Walter rompió a su familia… y seguirá roto ese lazo por mucho que trate de redimirse por una simple razón: no puede volver atrás y cambiar el pasado. Con el lado sentimental/familiar resuelto es momento para el último acto donde se han guardado todas las balas y sabemos, tal y como nos avecinaban en su título por elementos y la canción de Marty Robbins, que no estará exento de sangre, metanfetamina, lágrimas… ¿y una bala al corazón del héroe?
Walt llegará al complejo de Jack vestido prácticamente igual que en el piloto. ¿Perderá esta vez los pantalones y esperará la llegada de la policía con su pistola en la mano? Veremos cómo Kenny le da la bienvenida y Todd, que todavía sigue apegado al Sr. White, le confirma que no debería haber venido. El plan de Walt parece evidente porque entendemos que hay un arma automática guiada que él cuidadosamente ha colocado en su coche, pero se complica cuando el mando remoto de la misma (camuflado en el mando del garaje) le es arrebatado y es evidente que van a matarlo allí… aunque Jack recuerda a Kenny que lo haga en la parte de atrás de la casa. Walt tendrá que ganar tiempo y recurre a la asociación con Jesse y la parte del trato incumplido. Los neonazis también tienen principios dentro de este western contemporáneo y Jack no puede tolerar que un hombre moribundo le llame mentiroso. Jesse será llevado a la casa y habitación con sus grilletes y su estado también mortecino, para que Walt vea tanto su obra delante de sus ojos, consiga el mando a distancia y alcance su redención personal a golpe de balas y venganza contra aquellos que pudieran matar a su familia en el futuro. Podría haber asesinado a la rata que le delató pero decide salvarla lanzándose con ella al suelo (y de paso buscar una excusa emocional ante los villanos) para que el arma automática haga su función y arrase con todo el lugar. Todd, que se lanzó al suelo a separarlos, se ha salvado pero Jeese completará su venganza con sus grilletes rindiendo un homenaje a Krazy 8, mientras que Walt también da el adiós a Jack con una bala en la cabeza no dejándole acabar su frase siendo también una consideración a la muerte de Hank. No importa el paradero del dinero robado porque… ¿para qué lo iba a querer? En este punto veremos que Jesse se ha liberado pero Walter es aquel que tiene el arma y ambos están frente a frente. Es una secuencia que muchos esperábamos y que realmente va a suponer la redención completa de Walter al dejar el arma en el suelo para que Jesse acabe con él. No sería la primera vez que su discípulo trata de asesinarlo y tiene en este momento millones de motivos, pese a haberle salvado la vida. No importa, Walter había planeado su final con la redención y catarsis por parte de aquel que consideró como su hijo pródigo y al que manipuló hasta corromperle las entrañas. Hay un detalle en el que se fija el muchacho y determina el destino escrito de ambos: Walter ha recibido una bala en su estómago y morirá desangrado antes de que llegue la policía salvo ¿milagro de última hora? En “Breaking Bad” no hay hueco para los actos de Dios salvo aquellos que hilvana el destino y la suerte (y por supuesto la química). Jesse declina matarlo y le confirma que si quiere morir tendrá que hacer él mismo el trabajo. ¡Se acabó ser el niño de los recados y la manipulación! Para romper el hielo dramático, suena el teléfono de Todd con una melodía de Groucho Marx (‘Lydia the Tattooed Lady’) y efectivamente es Lydia que llama para confirmar la muerte de Walt y vemos que está enferma. Walt se presenta y le hace ver que su tatuaje estaba en su té con manzanilla y no era su edulcorante favorito solamente sino un añadido de ricina. Posiblemente esta pudiera ser una secuencia discutible. ¿No había quedado claro o insinuado que Lydia era la ‘portadora’ y destino del veneno? ¿Saldrá ahora algún experto en venenos para indicarnos que la ricina no actúa así? No obstante, Gilligan quiere dejar todo atado y demostrar que no habrá paz para los malvados. Lydia morirá esa noche y la familia de Walt estará a salvo… aunque bien pudiera contratar a unos sicarios antes de dejar a su hija huérfana, ¿no? Walt y Jesse se despedirán a su modo y siendo coherentes con su vinculación actual… ¿e intenciones de Heisenberg?
La idea entiendo inicial de Walter era que Jesse le matará para ahorrarle una muerte agonizante por cáncer en una cárcel… A Gilligan se le pasarían por la mente un final del tipo ‘lacrimógeno y redentor’ visto recientemente en “Flight” pero, ¿daría sentido al conjunto? Resultaría artificial ver a Skyler con Holly en brazos y Flynn despidiéndose de un Walter moribundo y a punto de morir por su enfermedad con una Marie acelerando su curso de envenenadora para liquidarlo antes. Es entendible que no sea coherente como tal una sanación del personaje. De este modo, que Jesse se vaya y grite a los cuatro vientos su libertad mientras Walter se dirija al laboratorio, donde se cocinaba la metanfetamina, para despedirse antes de morir de la pasión que dio un sentido a su existencia (la química) refuerza el contexto emotivo de la obra. Y también al lema de la matrícula que no nos han escondido al principio del series finale: vive libre o muere… Pero aquí yace la química criminal y las ínfulas de vidas que dieron más longevidad a un personaje que tenía que morir de cáncer y encontró en el mal camino la vía para desprenderse de su sentencia de muerte… y también acabar con su familia. Nunca nos os han engañado: sabíamos que el personaje tenía sus días contados desde el piloto. Walter se aferra a un tanque y deja su huella teñida en sangre cayendo al suelo. Antes veremos el objeto y metáfora que su creador quiere dejarnos como adiós: el reflejo en el tanque distorsiona a Walter White y le convierte en Heisenberg. Ambos van a desparecer esa noche… tanto del mundo como de nuestros televisores. Ahora dejará constancia de su obra criminal, parecerá que él cocinó todo el cristal azul que Jesse engendró amenazado y que hubo un cambio de roles y destinos: uno vivirá libre y otro morirá. La despedida en plano cenital, como si el alma de Walter atravesara esas nuevas vigas ‘divisorias’, mientras los federales y la policía verifican el lugar nos deja claro que la coherencia se ha impuesto al final de la serie. Walter iba a morir pero eligió alejarse del ‘breaking bad’ con su alma, plasmada alegóricamente en esta ocasión como un acto de ciencia por encima de la fe, formando su laboratorio una especie de tumba de su cuerpo desde el ángulo cenital como organización de los elementos en una tabla periódica, similar a lo divisado en su despedida con su hijo.... porque TODO ES QUÍMICA para Walter. Heisenberg quedará en su cuerpo y así dejando que la leyenda crezca como si fuera un criminal del Lejano Oeste. La ‘Felina’ del tema de Marty Robbins, que mece arrodillada el cuerpo del difunto amado somos nosotros, los millones y millones de personas que hemos vivido el último aliente del Walter White y que nos despedimos como en ‘El Paso’ con One little kiss and Felina, good-bye. Y, ahora, que suene ‘Baby Blue’ de Badfinger para que la leyenda de “Breaking Bad”, Walter White y Heisenberg pasen de generación en generación, de televisor en televisor, de boca en boca.
Y el resumen del personaje desde http://www.amctv.com/ |
A continuación, las reviews de los últimos capítulos de esa leyenda de la televisión llamada “Breaking Bad”:
Y ahora yo me pregunto, ¿es verdad que van a hacer un spin-off sobre Saul Goodman (que personalmente me parece absurdo y no me causa interés ninguno) o era una cortina de humo para que no sospechásemos el final de la serie y el auténtico spin-off será sobre Jesse Pinkman (que sería totalmente lo suyo)?
ResponderEliminarPor otra parte si aparece un experto en venenos, como sugieres, diciendo que la ricina no actúa como dicen en la serie me importaría bastante poco, dentro de la ficción la ricina funciona así y eso es todo, ¿qué importa la vida real? para ver la vida real me voy a la calle, que por cierto es lo que voy a hacer.
Me ha parecido un final soberbio para la serie, nada de mongolería sentimentaloides. Definitivamente, vista en conjunto, Breaking Bad es la mejor serie que he visto en mi vida, ¿cuánto tendremos que esperar para volver a disfrutar de esta manera?
Hola Félix!
EliminarEl final de Jesse Pinkman (¡¡¡sin ningún bitch!!!) nos ha dejado con bastantes preguntas. ¿Se cruza con la policía y los federales? ¿Tendrá que recurrir a los servicios de Ed sin Saul Goodman para desaparecer?
Marie sabe quién es y estará buscado por la policía por ser la rata de todo el asunto. O lo mismo va directo a los federales o éstos a él... Supongo que su primera prioridad será saber que Brock está bien y a salvo....y, después, ¿qué?
Como comentas Félix, es el spin-off que se merece la serie aunque las comparaciones serían tan odiosas como peligrosas... y el personaje entiendo que según Vince Gilligan está redimido y habría que buscar un buen argumento para traerlo de vuelta. Parece que el creador de la serie ha dejado todo tan bien atado que nos deja únicamente 'la libertad' de Pinkman para que soñemos.
Comento lo del 'experto en venenos' porque se ha criticado mucho la veracidad de la serie. Yo acepto la ricina como ha sido presentada en la serie pero... ya sabemos que por ahí atacarán los haters de la serie (pocos, peros existen) la credibilidad del desenlace. A mi me ha dejado la llamada de Lydia un tanto descolocado. Sabiendo cómo y con qué ha sido envenenada no tratará desesperadamente de salvarse o buscar venganza... No sé, ¿qué haríamos en su lugar?
La serie ha sido muy coherente con el personaje y se agradece de sobremanera que no hayan cedido a la vertiente sensiblera. Es un desenalce nostálgico y emotivo (a su manera), aparte de tener un sobresaliente final como merecía. Espero, eso sí, que su spin-off sea completamente alejado a la leyenda de Walter White
Saludos y gracias por el comentario!
Te parece absurdo saul goodman? para mi es uno de los personajes claves de la serie, pilar para dar hilo a varios de los momentos mas emblemáticos de la pareja pinkman-heisenberg y con dar hilo me refiero a salvarles el culo y muchas ocasiones hacer que los planes de walter fueran mas concisos y brillantes, o le llamas absurdo por ser la parte cómica y sobre todo mas franca por que sin duda es el personaje con menos medias tintas en la serie. Dices y dices muy acertadamente que no usaron para el final los sentimientos ni salen con cosas extrañas de alguna otra serie cualquiera, pero dices que seria mejor un spin-off de jesse pinkman según mi punto de vista no se necesita saber nada mas sobre breaking bad ni capitulos extra ni finales alternativos NADA por que termino como tenia que terminar y aquí es donde defiendo a saul goodman otra vez el fue un personaje con tanta fuerza y carisma fuera de entorno walter white que sin duda se puede hacer una comedia, drama o lo que carajos se le ocurra a los fantasticos creadores del personaje por que brilla por si solo y dejan claro que respetaran a breaking bad haciendolo con una precuela,
EliminarHola Anónimo!
EliminarEntiendo que Félix ha dicho (sino que me corrija) que un spin-off de Saul Goodman le parece absurdo, no el personaje... porque es fundamental -tal y como indicas- para entender la serie y tapar las innumerables cagadas de Walter y Pinkman y siempre con mucho humor negro.
El personaje tiene potencial para un spin-off pero otra cuestión es que esté ubicado antes de conocer a Walter y Jesse (otra posibilidad es inviable argumentalmente) y es ahí donde residiría el interés y que escuchemos Better call Saul! Tiene posibilidades, no ensucia la serie y podría tener su público. Otra cuestión es que funcione... y ahí depende de los guionistas y mentes pensantes.
A Jesse le han dado un final abierto pero dudo que Vince Gilligan permita hacer un spin-off del personaje: cada uno que le dé el que considere oportuno. ¿Muerto por sobredosis? ¿La rata de la DEA? ¿Consiguiendo una nueva vida?
Saludos.
Tienes razón, Maldito Bastardo, no digo que el personaje de Saul Goodman sea absurdo, me parece absurdo hacer un spin-off sobre él. Al menos a priori no me tira nada como para verlos, sin embargo Jesse podría dar para un rollo más en plan fugitivo, los bajos fondos... no sé me resulta más atractiva la idea. Aunque para gustos están los colores.
EliminarSobre la mortalidad de la ricina, recordemos que segun Walter, una pizca era suficiente para matar a una persona si no se hace tratamiento, Lydia le hecha un sobre entero, y por eso la ricina le hizo efecto ese mismo día (y no luego de dos o tres como dijo Walter que sucedia), porque es una dosis realmente letal.
ResponderEliminarY si así es en la ficción que así sea, los autores pudieron llamarle "blablablablamicina" y el efecto sería el mismo, así que el escudarse en que es Ricina para buscar un resultado realista no entra en la lógica, esto es ficción... ya los quiero ver criticando Walking dead porque los muertos no pueden resucitar...
y para mi, Felina no es el público, es el laboratorio, porque era lo que el amaba, y el muere en rodeado por los brazos del laboratorio, porque era amor mutuo, el laboratorio lo amaba y el la amó...
Hola Marco,
EliminarMás que el laboratorio en sí es la química su amada, esa 'Felina' de la canción de ‘El Paso’ de Marty Robbins por la que da la vida y le acoge en sus brazos antes de morir.
Yo me he puesto más sentimental y egocéntrico porque realmente somos los únicos que llorarán la muerte de Walter White. Ningún personaje de Breaking Bad derramará una lágrima en su funeral.... Si es que va alguno, que esa es otra. Es más, me imagino a Marie bailando sobre su tumba o practicando deportes acuáticos en su lápida.
Lo de la ricina lo comento antes de que lleguen una panda de deslamados haters a intentar trollear. Así, estamos preparados. :P
Saludos y gracias por el comentario
Hay un cabo suelto en la serie que me trae de los nervios, cómo han podido dejar olvidado al guardaespaldas con cara de cono de Saul Goodman en aquella habitación? :)
ResponderEliminarMuchas gracias por estas crónicas Maldito Bastardo, tus votos en filmaffinitty desequilibran la balanza a la hora de ver una película y tucrítica de obligada lectura tras visionarla. Eres un fenómeno!!
Hola nox!
EliminarTe recomiendo que leas el final del post
Sobre el final (alternativo) de Breaking Bad ya que ha tenido que ser 'Funny or Die' aquella que diera la respuesta.
Gracias por el comentario y, por supuesto, contenido. ;)
Saludos!
Maldito Bastardo, ahora que todo ha acabado, mi pregunta final:
ResponderEliminar¿The Wire, Los Soprano, o Breaking Bad? Personalmente me parecen las 3 mejores series de la historia de la televisión (y con mucho), pero si tuviera que elegir una, sería BB. Walter White marca la diferencia, creo yo. Un saludo.
Una curiosidad poco conocida sobre la serie : El auténtico Walter White de la serie Breaking Bad
ResponderEliminarHabrán series con virtudes que bb no tenga, pero lo que he vivido con esta serie no lo olvidare jamas, la mejor serie que se haya hecho
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