“30 Beats”
Director: Alexis Lloyd
EEUU
EEUU
2012
Sinopsis (Página
Oficial Facebook):
Diez
dispares neoyorquinos están conectados por una ola de calor del verano y una
serie de encuentros sexuales picantes en “30
Beats”, con un reparto que incluye a Lee
Pace, Condola Rashad, Justin Kirk, Thomas Sadoski y Jennifer Tilly. Escrita, producida y dirigida por Alexis Lloyd, la película es una
exploración desenfadada de la seducción, la espontaneidad y el descubrimiento
personal que es tan sensual y radiante como la ciudad en la que está emplazada.
Considerada la 2ª peor película del 2012, “30 Beats” es toda una abominación que
incita a una sobredosis de vaginesil
por vía bucal. 10 neoyorquinos 3 días de verano, 30 oportunidades para explorar
el sexo, para arriesgarse, para enamorare… para encontrar este PEDAZO DE
BODRIO. Porque… ¡VAYA PEDAZO DE BODRIO! Cada personaje da el relevo al
siguiente… con una promesa inicial incumplida: dan su palabra de que se van a
besar durante una canción hasta que acabe y resulta que se ponen a bailar.
Besar y bailar no tiene nada que ver, ¿verdad? Y, luego, los cacho-perros al
final van y dicen que echar un quiqui sin amor… y la canción no para de repetir
en el estribillo LOVE y I LOVE YOU. El verbo TO LOVE y el verbo TO FUCK no
tienen nada que ver, ¿verdad? Yo aquello
que pienso, ende-luego, es que los
protagonistas de “30 Beats” no tiene
vergüenza ni sentido del ridículo… porque esta película es ¡toda una vergüenza!
Comienza,
eso sí, en plan hardcore. Una ojos-saltones-virgen
se cita con un antropólogo mujeriego para desflorar su kiwi. Así, se van
desencadenando una serie de reacción-tróspida-en-cadena que conecta a
sudorosos rostros conocidos con tanto calor impregnados de un olor llamado
cloaca-de-guión. Entre psíquicas, mensajeros con bicicleta, bellezas con
cicatrices y quiroprácticos lujuriosos, la película avanza a una velocidad de
sopor con el erotismo más torpe proyectado en una pantalla de cine en el Siglo XXI.
Desde aventuras lésbicas, bondage o
telefónicas, “30 Beats” va dibujando
un círculo completo como latido de una ciudad llena de HAMOR. Alexis Llloyd se cita con los síndromes
post-coitales más anti-sofocantes del lujurioso deseo para perfilar una idea
repleta de sopor y superficialidad con actores y actrices supuestamente
atractivos que deberían sugerir ciertas emociones al espectador. Se entiende
que el director y guionista vio “La
ronda” de Max Ophüls y decidió
hacer su versión contemporánea y soft-porn
con la que ni siquiera se escandalizaría en la actualidad a una monja. Filmada
durante el verano de 2009, editada en una tarde de septiembre y con tres años
para sobornar al conocido reparto para estrenar la bochornosa y terrible
película, “30 Beats” tiene la misma
gracia que olvidarse la cartera y darse cuenta al ir a pagar una cuantiosa
factura de ‘checho y visio’ en el puticlub.
El plano final hace que se te queda la misma cara de giliflollas de Condola Rashad |
Y es que,
como sucede con uno de los protagonistas, uno puede escribir un texto libre muy
técnico y teórico y no parar de confundirse entre las espadas de metal con las
espadas sin cartas como broma de parvulario. Que todo está conectado es
evidente, como las pésimas críticas que ha ido recolectando la película desde
su estreno. ¿Tantos espadazos de carne y texto están justificados? La historia
de Paz de la Huerta y Jason Day es lo más tonto e idiota
visto en años, por ejemplo. En realidad, todo lo que protagoniza Paz de la Huerta y sus gemidos con su
energía sexual resulta tan cómico como patético. Y cuando se pone bondage… ay, qué dolor. Luego está una tipa que es una ama del sado para
clientes exclusivos y va y dice la cacho-perra que quiere quedarse preñada con
el mejor ADN. Después, le suelta a un tipo que quiere su esperma porque escribe
bien… ¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Pero el colmo-de-los-colmos
de semejante trauma llega cuando la meretriz adicta al cuero y los gorriones
engominados, suelta a otro joven con el que quiere tener un encuentro sexual
que la lea la tercera línea desde la parte superior de la página 99… y suelta
esto:
Cuando el
pensamiento analítico, el cuchillo, es aplicado a la experiencia, algo siempre
es eliminado en el proceso.
¡Tócate
er-coño-a-dos-manos! Al final, la película parece concluir en que el círculo chuminal
y la sobredosis de vaginesil era solamente
era una idea… ¿Una idea de echar un polvo y darle vueltas y vueltas durante
casi hora y media? Yo también he cambiado de opinión: voy a sodomizar a esta
película. ¡Sufre, hija de fruta! ¡Sufre tanto como yo te he sufrido!
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ResponderEliminarCOMENTARIO SIN SPAM: Las películas de Thomas Sadoski me gustan mucho, también las series que ha hecho, en especial the newsroom que es muy interesante.
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