Serie de TV
“We Are Men”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
“We
Are Men” es una comedia sobre cuatro chicos solteros que viven
en un complejo de apartamentos —a corto plazo— en el que inesperadamente
encuentran la amistad por encima de los muchos errores que han cometido en el
amor. Carter, el último fichaje más joven y reciente del grupo, se mudó después
de haber sido abandonado en el altar durante la ceremonia y, ahora, está
ansioso por volver a incorporarse al mundo de las citas y seguir adelante con
su vida con los consejos de su ‘banda de hermanos’: Frank Russo, un exitoso
fabricante de ropa de mediana edad y divorciado cuatro veces que todavía se
jacta de ser un mujeriego; Gil Bartis, un pequeño empresario que fue sorprendido
con el peor caso de infidelidad del mundo; y Stuart Weber, un adicto al bañador
que está escondiendo sus activos hasta que su segundo divorcio se resuelva.
Abby es la hija encantadora y atractiva de Frank, que se erige como un
remanente positivo de sus relaciones fallidas. Armado con una bañera de
hidromasaje junto a la piscina barbacoa y un montón de consejos cuestionables,
estos perdedores en el término del matrimonio toman a Carter bajo sus alas para
impartir su propia marca de la sabiduría sobre el sexo opuesto.
Desconozco si los
creadores se inspiraron en “Primos”
de Daniel Sánchez Arévalo o aledaños
(“(Uno de los) primos”) o se trata
de un homenaje a “El graduado”. No
obstante, el arranque y premisa de “We
Are Men” bien podría haber sido parte de esas fases que se desarrollan una
vez alguien pasa por uno de los momentos decisivos en su vida que cambian todo.
«Perder el amor es como llegar a un acuerdo con la muerte», nos recuerda el
protagonista llamado Carter (Chris Smith), para explicarnos esas cinco etapas de
duelo: la negación, la ira, la negociación, la depresión y, finalmente, la aceptación.
El piloto de la nueva serie de CBS confirma la corriente del
regreso de adultos a roles adolescentes como terapia emocional y vital de superación.
Carter junto a su nueva banda de amigos (Tony Shalhoub, Jerry O'Connell y Kal
Penn) conviven en un lugar de calidad, amueblado y que supone ser una vivienda
a corto plazo y estación de paso para aquellos que acaban de divorciar, fueron abandonados
por sus parejas o simplemente son incapaces de comprar su propio sofá.
Comenzamos con una
boda y terminamos con otra (con la misma novia, la dueña de Wilfred) con un
cambio de roles para conseguir llegar a esa quinta etapa que dé un comienzo y
sentido a esa aceptación que nos anuncia su protagonista. ¿Y las mujeres,
delineadas como villanas de la historia o seres intocables desde la visión
egoísta de alguna de los implicados, qué opinan de todo esto? Es cierto que
estamos ante el punto de vista masculino del lloriqueo y llanto desmedido pero comprendería también
perfectamente que un sector feminista tache y tilde a “We Are Men” como una serie machista. Que cuatro hombres hayan
alcanzado el punto de su existencia —en el que el sexo casual y la regresión a
un punto aparentemente sin retorno— que les ofrezca un contrapunto y salida a esa
depresión antes de la aceptación.
El futuro de la serie
depende, obviamente, de la audiencia por encima de que los guiones sean unos
boñigas… Aunque ayudaría, por el reparto, que mejoraran de cara a un futuro. Me
gusta, eso sí, que después de los fiascos de las nuevas sitcom de CBS, salvo
“Dos chicas sin blanca”, haya decidido apostar por un estilo de comedia alejado
de la sitcom tradicional de estudio. Cierto es, por el contrario, que “We Are Men” sigue amarrada como
algunos de sus protagonistas al pasado y al inmovilismo. El curioso que Carter
se enfrente a sus amigos para dejar claro que no quiere acabar como ellos en
cinco años… desesperado y triste, haciéndoles incapaces de pasar página y
continuar… aferrados a algo que ya no está ahí y practicando un machismo
hipócrita: las mujeres son objetos pero lloramos en cada esquina por su pérdida.
Me parece curioso porque precisamente la premisa de la serie es ofrecer ese
punto muerte y pelando la pava durante,
al menos, cinco años sin que sus
personajes salgan de ese lugar temporal con carácter definitivo. De acuerdo, el
protagonista conocerá a la chica que le acepte por aquello que quiere ser y
bla, bla, bla, bla, bla… FIN. El padre que tiene una hija que parece la pareja perfecta para el protagonista no para de repetir NO, NO, NO, NO, NO, NO y a nosotros nos suena todo ese bla, bla, bla, bla, bla... Es decir, el mismo tipo que se acuesta con mujeres de la edad de su hija quiere mantenerla virginal en un altar. Yo, a eso,
lo defino como hipocresía... aunque, ¿qué se podía esperar de una serie machista e hipócrita?
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