Era una noticia
esperada e incluso previsible pero se estaba haciendo de rogar: “The Newsroom” ha sido renovada para
una tercera temporada oficialmente por la propia cadena. Digo oficial porque un
tweet de Jeff Daniels avanzó la decisión de los responsables de la HBO sobre el futuro de la serie de Aaron Sorkin. Si bien la ficción no ha convencido
unánimemente a la crítica norteamericana
su audiencia es muy positiva y dato más que estimable (y fundamental) para
establecer el rasero de la renovación. “The
Newsroom” sólo ha conseguido tres nominaciones para los próximos Emmys
(actor principal, estrella invitada y diseño de títulos de crédito) y es
evidente que tanto los protagonistas como los guionistas tendrán que hacer
todavía más méritos para ganarse definitivamente a aquellos que les dan la
espalda. La tercera temporada, además, podría establecer un discurso sobre la
violencia con el tiroteo de la escuela de Newtown (diciembre de 2012), el
atentado suicida contra la embajada de los Estados Unidos en Ankara (febrero de
2013), la masacre de la maratón de Bostón (que ocurrió en abril de 2013) o la
situación de tensión con Corea del Norte y ahora con Siria. Lo veremos en el
futuro plasmado realmente como pasado y parte de una ficción que quiere
extender su surco catódico y ser parte de nuestras elecciones. Momento de
repasar “Election Night, Part 1”, octavo
y penúltimo episodio de su segunda temporada.
Veamos, ¿cómo poder
crear suspense sobre unas elecciones cuyo único motor dramático y de suspense
es conocido como una baraja marcada? Barack
Obama consiguió ser reelegido como presidente de los Estados Unidos para un
segundo mandato, dejando en evidencia los pronósticos previos que auguraban un
empate técnico entre él y Romney. Sobre una noticia conocida y sin reversos,
Sorkin va a finalizar la segunda temporada con un capítulo dividido en dos
partes donde el equipo tendrá que recuperar la confianza según indicaciones
espetadas por Leona. La ‘leona’ no
admite sus dimisiones ni quiere dar un dólar a Jerry Dantana, aunque comprobaremos que Don
ha metido la pata al no recomendarle y puede sufrir en su bolsillo una demanda
por 20 millones de dólares por ‘interferencia ilícita’ al definirle como
psicópata. Reese Lansing confirmará a Charlie Skinner que su madre no entra en
razón y no aceptará sus dimisiones haciendo que la demanda inminente haga una
brecha que hunda toda su credibilidad en los avernos de la profesión.
En esa lucha para
recuperar a su audiencia y, por supuesto, su credibilidad, puede que tengamos
una víctima voluntaria y colateral llamada Mac. Puede ser despedida por Will y,
después de la enésima charla de tensión sexual y resentimientos por su ruptura
sentimental sobre la que gira la serie, acabará su carreta en ‘News Night’
cuando acabe la noche. ¿Seguro? ¿Seguro que no pasará algo que le haga cambiar
de opinión a Will? ¿No huele a un triunfo y un beso para cerrar la temporada?
Mientras tanto, la ACN se prepara para su cobertura de la noche electoral y
Charlie les recalca que cualquier error será penado con la recogida de basura…
Obviamente la relación de Jim y Maggie volverá a dar otro nuevo giro cuando
tengan que tapar una confusión entre ambos que da pie a una posible
rectificación que deben evitar a toda costa. ¿Lo conseguirán o ya pueden
preparar sus uniformes de basurero? Sobre el piloto automático, así, tendremos
más comedia con una Sloan fuera de sí al saber que alguien compró un libro que
supuestamente firmó ella por 1.000 dólares en una subasta para sacar fondos por el huracán Sandy. Sloan queda
completamente perturbada al darse cuenta que alguien falsificó su firma y Neal
descubrirá que fue Gary. Neal tiene que lidiar con las excentricidades de sus
superiores junto a la corrección de la wikipedia de la página de MacKenzie
McHale, que nos recuerda que no admite como fuente al implicado en cuestión por
traumática que sea la errata en cuestión. ¿La rivalidad entre Cambridge y Oxford oculta una historia
alternativa? Lo veremos en la segunda parte.
Taylor, la ex
portavoz de Romney, ha sido contratada para unirse a Sloan y Elliot en el
directo y seguir dando juego en el universo emocional de “The newsroom”. Un
juego que convierte en Maggie en su aliada al declararse enemiga confesa de Jim
y que le propicia un chismorreo sobre una polémica declaración de Todd Akin
sobre las mujeres violadas. La investigación unirá su causa a la de Don, su otro
ex, para que llame al jefe del candidato y destape otra historia mucho mayor
con la que pretenden negociar que nada salga al aire… De momento, en el aire se
cuela un elefante en la habitación al salir Genoa a la palestra. También nos dejan para la segunda parte que
veremos la semana que viene como season 2 finale, si Charlie sigue gritando millones
de «WTF!» al enterarse de la noticia con la que desean tapar el tema de Todd
Akin: el director de la CIA David Petraeus tiene previsto dimitir después de la
exposición de una relación extramatrimonial que tuvo con su biógrafa Paula
Broadwell. Pues eso, «WTF!». ¿Se fiará el equipo de una noticia que el público esta vez sí sabemos que fue real? ¿Será despedida Mac al final por Will? ¿Descubrirán el error de Jim y Maggie y que puede convertirse en el acierto de la noche? Lo sabremos en su despedida (temporal) la semana que viene.
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