Serie de TV
“Masters of Sex”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
“Master of Sex” está protagonizada por las estrellas Michael Sheen y Lizzy Caplan que encarnan a aquellos que fueron los pioneros de la
ciencia de la sexualidad humana, William Masters y Virginia Johnson. Su
investigación desencadenó la revolución sexual y los llevó de un hospital de
enseñanza del medio oeste a la portada de la revista Time y varias apariciones
en el sofá de Johnny Carson. Él era un brillante científico abstraído de sus
propios sentimientos, y ella una madre soltera que trabajaba adelantada a su
tiempo. La serie narra sus inusuales vidas, romances y su inicialmente
improbable trayectoria hacia la cultura pop.
Dos detalles me
vinieron a la cabeza durante los dos primeros capítulos de “Masters of Sex”. ¿No se suponía que el biólogo Alfred Kinsey fue
el padre de la revolución sexual de los 60 según nos contó “Kinsey” (2004) de Bill
Condon? ¿Pero… qué pasa aquí? ¿¡Cada década del Siglo XXI aparece otro personaje que es realmente el padre de
la revolución sexual de los 60!? ¿A nadie no le ha recordado tanta secuencia de
sexo al anuncio con el lema «No es porno, es HBO»? Una vez eyaculado lo
anterior y comentando la selección musical anacrónica para cerrar los capítulos
y mi desconocimiento parcial sobre el futuro provoca que no sepa si el conjunto
funcionaría mejor como tv-movie de HBO o el miedo a que acabe en un culebrón
hospitalario, tenemos la serie más esperada (y mejor) de la temporada según las
primeras y ya copiosas críticas —que han visto los 6 primeros capítulos; todos
están de acuerdo en que es una serie que va a más y alcanza la excelencia soñada
que se le pide a la actual televisión por cable— y la primera de la lista y
selección de Imdb: ‘Fall TV: Our Top 10 Picks’. Otra cuestión es que el sexo actúe como reflejo de la propia
audiencia y donde Freud quedaría encantando con esa repetición de «No es sexo,
es ciencia», conectando con «No es porno, es HBO Showtime» y dejando la
evidencia sobre el tejado repleto de olor a sexo de la cadena de cable. ¿La
serie ha sido realizada con carácter ‘científico’ o con un contundente reclamo
sexual como cebo para la audiencia? ¿Los espectadores van a disfrutar de la
serie como algo docto o cultural o como simple material masturbatorio con los
agradecidos desnudos de Heléne Yorke, Lizzy Caplan y compañía?
La diferencia debería determinarla la calidad como oposición de lo gratuito y
coherencia de lo justificado y aquí, precisamente, tenemos serie y personajes,
mimo por la escritura de calidad y una puesta en escena ejemplar… y no hacer
falta que te lo cuente la crítica ni Imdb. “Masters of Sex” es la nueva serie USA de la temporada con tan solo
ver la calidad que despliega su piloto y que queda constatada en su siguiente
capítulo. Otra cuestión es que su truco sea que con la erección producida no
llegue la suficiente sangre al cerebro y sea inviable criticar con propiedad…
Considero la serie que nos a contar las investigaciones/dificultades/conflictos
de William Masters y Virginia Johnson, no
obstante, como un cóctel de todo lo anterior. Hay
sexo, como elemento de marketing para atraer a cierto sector de la audiencia
gracias al escándalo… pero esta vez está justificado por el guión e historia. También
habita en todo el conjunto un rigor por la escritura y presentación de todo
aquello que se va a exponer dentro del estudio de la sexualidad humana. Repito,
Freud sería feliz viendo esta serie… pero no visionándola en sí sino
preguntando a sus pacientes qué han sentido con cada capítulo y dónde han
podido emocionarse. Entiendo que la
manera de disfrutarla correctamente es ceñirse al guión analítico de una época
no tan distante donde los tabús impedían mirar a las cosas más allá de una
vertiente científica y “Masters of Sex”
quiere oprimirse precisamente contra esos protuberantes elementos, añadiendo el
conflicto de los deseos y frustraciones interiores de sus protagonistas, como afrodisíacos precisos para dotar de dramatismo al asunto. Vamos a disponer de
tensión sexual entre William y Virgina y entre ésta y otro de los doctores al
que ella simplemente consideró un ‘amigo con beneficios’ y acabó enamorado… ¿de
su sexo oral? No serán los únicos
ejemplos en un juego de cadenas y ataduras donde cada personaje establece unas
reglas que chocan entre lo moral, lo social y lo sexual. Los extremos, además,
se van a mover hasta posiciones intermedias complicándolo todo.
Tenemos una lectura
sobre el feminismo de la época y el papel de la mujer y la visión del sexo en
diferentes compendios sociales y científicos. Que un ginecólogo descubra que
las mujeres fingen orgasmos en los años 50 no deja de ser tan curioso como fundamental
para entender la aportación de sus estudios. Pero lo dicho, ¿esto tipo no leyó
nada de lo publicado por Alfred Kinsey? Me interesa, por lo tanto y siguiendo
el pensamiento de Freud, más que la serie en sí —por constatada calidad que
tenga— los paralelismos que ofrece con nuestra época en la que pensamos que
sabemos/entendemos todo pero seguimos viendo sexo en pantalla como seres de
otra clase de experimento. “Masters of
Sex”, por el contrario, parece un estudio de la infelicidad de la mano del
frío carácter de Masters, incapaz de embarazar a su esposa y ocultándole que
realmente él es el problema de todas sus desgracias. Pero, al mismo tiempo, reside
en todo el asunto un escape sobre los cánones morales y sociales que imponía
una época que iba ser dinamitada por la locura (sexual) que llegaría en los 60
dejando patente que la sociedad y los
gustos cambian, pero las personas no. La serie de Showtime nos va narrar
esa transición, como el subtexto implícito en el recorrido de todas las
temporadas de “Mad Men”, que tras su
despedida y la falta de orgasmo que ha tenido su pretendido relevo en AMC
con “Magic City”, podría convertirse
tanto en su heredera como en el nuevo mástil ficcional (y, por supuesto,
erecto) de las ficciones que miran al pasado para ofrecer paralelismos con el
presente. Eso sí, han cambiado los cigarrillos de Don Draper por otra clase de purillos y numerosas capas de un
inteligente experimento sexy, sexual y represivo donde no vamos a diferenciar a
los conejillos de indias de los científicos analistas… Para aquellos que sufran
de incontinencias y fogosos deseos sexuales siempre les quedará la biografía de los personajes escrita por
Thomas Maier titulada “Masters of Sex: The Life and Times of
William Masters and Virginia Johnson” como parte fundamental de su
eyaculación completa y precoz. El resto, tendremos que seguir su viaje cautivador
y fascinante desde el principio al fin por capítulos y coitos, pasando por la
consulta mental y sexual del Dr. Freud una vez llegue el orgasmo y cum-shot
junto a los títulos de crédito finales. Hablemos de sexo, pues. Hablemos, por
lo tanto, de “Masters of Sex”.
Momento vintage cigarro post-coital: ¿Quién no es fan del 'art-e' que tiene la 'E' del título?
Momento vintage cigarro post-coital: ¿Quién no es fan del 'art-e' que tiene la 'E' del título?
Esta es de las series de HBO que más esperaba dentro de los estrenos de otoño creo que será un hitazo no porque el tema es controversial aun en nuestros dias sino porque Caplan y Sheen estan haciendo un trabajo estupendo. Sin duda con ese tinte de Mad Men, años 60 y revolucion sexual. Una maravilla de serie.
ResponderEliminarGracias por la ¿publicidad, SPAM?,
EliminarSaludos!
Conclusión, ahora que ya he visto terminar la primera temporada: Me ha encantado! Ahí va mi review ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2013/12/its-sextime.html
Saludos y felices fiestas!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarNo más SPAM. GRACIAS
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