“Ironside”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
En el mundo polvoriento
de la policía de Nueva York, no hay nadie más duro que el detective Robert
Ironside. Es un policía valiente que no se detendrá hasta que los culpables
sean llevados ante la justicia. Él y su confianza junto a su equipo selecto de
especialistas van a hacer lo que sea necesario para resolver los crímenes más
difíciles y notorios de Nueva York —incluso
si eso significa romper las reglas.
Duro, sexy y mordaz, Ironside nunca ha tenido miedo de llamar a las cosas como él las ve. Como un detective, sus instintos son insuperables, y los que le rodean tienen que permanecer en estado de alerta si quieren mantenerse al día... porque cuando su columna vertebral fue destrozada por una bala hace dos años, Ironside juró que nunca dejaría que una maldita silla de ruedas pudiera detenerlo.
No
es que la serie original, pese a sus nominaciones a los Globos de Oro
y ser una de las fijas en los Emmys (sobre todo en sus primeras
temporadas), fuera el clásico televisivo del policíaco. Podría ser considerada,
eso sí, como la evolución lógica de Raymond
Burr después de haber quedado encasillado tras nueve temporadas como Perry
Mason en su serie homónima. “Ironside”
también tuvo una larga vida televisiva durante 8 entregas anuales hasta 1975 aunque pudiera
parecer y etiquetarse inicialmente como un ‘Perry Mason en silla de ruedas’, pero la historia televisiva cuenta que la ficción se centraba en la investigación y deducción por encima
del thriller más efectista con persecuciones y disparos. Este hecho generaba
que los libretos tuvieran que ser mucho más cuidados que los de las series colindantes
como “Mannix”, “Dragnet” (en su versión
del 67), “Hawai 5-0” o “Área 12”. En
este punto desconocemos el porcentaje de inspiración que aportaría Robert T.
Ironside a los futuros Kojak o Colombo,
pero la mala leche del personaje y su situación dramática y piscología podríamos
enlazarla incluso hasta con la mordacidad del Dr. Gregory House. Otra cuestión es conectar un
personaje tan carismático y referencial dentro
de los patrones procedimentales actuales. ¿La novedad si pudiera existir?
Ironside es afroamericano, tiene un cuerpo musculado y una cara bonita en el Siglo XXI y, ¿ya está?
Si a mediados de los 60 la idea pudiera ser sorprendente, en esta era dominada por el procedimental sería necesario un grado de calidad extra más allá de un personaje potente y sexy. Entiendo perfectamente que la NBC está desesperada por algún procedimental que pueda convencer a una amplia audiencia. Fracasó con el remake de “Prime Suspect” y la originalidad de la muy meritoria “Awake” entre innumerables ficciones condenadas por sus bajos datos de espectadores. Es comprensible que la cadena haya decidido esta temporada intentarlo bajo un esquema clásico y un personaje potexnte aunque la mayoría del público y seriéfilos, que nos sometemos al cable y a la novedad amparada por la originalidad, evitemos como la peste esta serie una vez hayamos visto el piloto. Y esa que esta nueva “Ironside” no aporta absolutamente nada nuevo en un mundo catódico donde los personajes con discapacidad están a la orden del día y donde la propia cadena va a aportar también una comedia con “The Michael J. Fox Show”.
Los problemas del
remake son tan extensos que reducirlos podría hacer que extendiéramos los
mismos a todo el género televisivo actual. ¿Debería ser más psicológica por
encima de la mala leche y personalidad del personaje? Ironside está enojado y es explosivamente mordaz, de
acuerdo. Ironside se extralimita y echa un pulso a la ley para sobrepasar sus
fronteras y quebrantar las reglas, de acuerdo. Ironside se aprovecha de su
debilidad para convertirla en su más poderosa arma, de acuerdo. Y, después,
¿qué? Por mucho carácter, fuerza e incluso virilidad del protagonista, los
libretos de “Ironside” están
atorados a una silla de ruedas narrativa que le impide escapar y correr de los
resortes de repetir fórmulas y arquetipos. Todo está tan visto que el personaje
se atreva a afirmar que su posición le aporta un punto de vista distinto nos
parece simple pose de cartón. Queda tan en evidencia que a la NBC
lo único que le importa es conseguir captar el interés del gran público, que el
drama psicológico, los flashbacks explicativos o la presencia de Blair Underwood son simples trucos de
marketing por encima de perfilar una nueva arma televisiva. Aunque que nadie cuente
con esta serie la puede conferir aquello que ansía precisamente la cadena...
que a estas alturas ya está prácticamente encadenada y sometida a reformulaciones incapacitadas, como esta ficción.
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