“Homeland”
perdió el trono en los Emmys (no en los Globos de Oro) pero mantuvo el poder con Claire Danes y uno de sus
libretos (“Q&A”). Una excelente segunda temporada era prueba de ello. Que la sobresaliente
última entrega de “Breaking Bad”, fraccionada en dos, merecía un
reconocimiento era evidente y previsible así como la filtración del worprint del season 3 premiere de la ficción estrella de Showtime quería dejar claras que el legado seguía adelante y en
perfecto pie de guerra. Con “Tin Man Is Down” hemos comprobado que “Homeland”
quiere regenerase tras un espectacular cliffhanger
y cambio de ruta. Todo va a complicarse en ese mundo ficticio post Abu Nazir tras
un fatídico atentado sobre la central de la CIA en Langley durante la ceremonia
del fallecido vicepresidente Walden, que dejó más de 200 muertos y una nación
herida en busca de venganza y la credibilidad de la CIA puesta a prueba. El
posicionamiento es contundente: Brody desaparecido, Saul Berenson y Dar Adal
dirigen ahora la CIA y utilizan a Carrie como chivo expiatorio y a Peter Quinn
como sicario y niño de los recados. Todo se revuelve y algo se avecina. Es
momento de ver el posicionamiento en el segundo capítulo de la tercera
temporada titulado “Uh... Oh... Ah...”.
Los frentes
siguen abiertos y seguimos sin saber nada de Nicholas Brody porque realmente
ahora los guionistas han conseguido que pase a un segundo plano. No nos importa
su fuga y cómo se oculta… todavía. La investigación de la CIA después de la
misión conjunta y también de Quinn y nos presentarán a un nuevo personaje mientras
que Carrie Mathison responde al ataque de frente de Saul con un medidas dignas
de una suicida. Mientras tanto, Dana (and
family) tratan de resurgir de las cenizas en las que quedó convertida su
familia… Empezamos y acabamos con los traumas de Carrie, que trata de
enfrentarse a Saul en su propia casa pero allí no está nadie salvo Mira… que
¿la mira? La mujer de Saul esta
entrega va a tener más protagonismo y será el paño de lágrimas de su marido ante
sus difíciles decisiones con un duro posicionamiento moral. De momento, sabe todo
el asunto pero Carrie está fuera de sus casillas y va a tratar de combatir a un
gigante con un arma que la va a comprometer gravemente.
Fara es una
analista de la CIA que lleva velo islámico y va a ayudar a Saul con las
transacciones financieras que originaron el atentando. Está interpretada por la
bella Nazanin Boniadi sin maquillaje y el recibimiento allí (¡y con ese
velo!) no va a ser especialmente cálido. Hiyab aparte, la analista descubre
algunas transferencias de banqueros que escondieron fondos para Javadi. Realmente
EEUU financió su propio atentado y las maniobras para sacar provecho de la
situación sugieren que eran consciente de quiénes eran sus clientes y qué iban
a hacer su dinero. El discurso de Fara es el ideológico, idealista y moral y no
cuaja, el de Quinn es el de la amenaza y parece ser más efectivo… Veremos si esas
señales que apuntan a Irán generan una situación un tanto vinculante con la
otra realidad alternativa a “Homeland”. El dinero perdido entre honorarios de los
banqueros parece ahora la nueva prioridad… y única pista.
Dana y
Jessica tendrán mucho protagonismo en este capítulo para dejar todo posicionado
y aclarar su intento de suicidio. Con la reunión con su terapeuta descubriremos que la
reforma del cuarto de baño fue debida a los restos de sangre que no salían ni
con Fairy ni Mister Proper. Aclarado el asunto aparece de nuevo Leo para crear
más tensión sexual y, finalmente, una fuga premeditada de Dana para
reencontrarse con su amor y tener una noche de pasión sexual. Serán descubiertos y Jessica
piensa que su hija es inestable. Dana dejará todo claro (sin limpiador ni reforma por medio) a su madre en el baño y lugar
del crimen: su suicidio no fue un grito de ayuda, quiso morir realmente y ahora
quiere vivir gracias a Leo. Culpabiliza de todo a su padre… aunque tiene
sentimientos todavía por él y en el garaje encuentra la alfombra de oración de
Brody… Se arrodilla e inclina la cabeza para… ¿dar la razón a su madre? Esta niña está inestables aunque, ¿alguna vez estuvo estable?
Adal y Saul
actúan al acudir Carrie a una periodista. Por mucho que quiera hacernos creer
que está estable... a la rubia nadie la cree. ¡Ni nosotros! ¿Ir a la prensa para soltar la
mierda sobre aquello que están ocultando de Brody? Tú, estás loca… Normal que
allí aparezcan tres policías con una orden de detención psiquiátrica. Que
Carrie dejara de tomar medicamentos complica todo, que fuera a un periodista sin
contarles esa parte de la historia tanto a su hermana como a su padre posiciona el problema peor apañado y la intervención de Quinn y Saul la deja contra las cuerdas.
Quinn visita a Carrie al hospital y aunque suelta una amenaza (como la rubia
unos 569 ‘Fucking Saul’ en este capítulo) por intentar revelar información
confidencial de la CIA, da la impresión de que el chico se siente muy mal e
incómodo por la situación de Carrie. ¿Está enamorado de ella desde la temporada
anterior o se ha sumado a los remordimientos de haber asesinado a una niña inocente
durante su misión? Sea como fuera, Quinn le plantea a Saul su posición en el
asunto: lo deja cuando acabe todo y hace ver a su jefe que ellos son los
responsables del estado mental de Carrie. Solo ellos. Con el internamiento de
Carrie y la administración de los medicamentos por la fuerza, volvemos a tener
a una rubia drogada y tan noqueada que la visita de Saul y su disculpa provoca
su alejamiento… Por supuesto Carrie se despide con el 570 y último ‘Fucking
Saul’ en versión simple: Fuck You Saul! Veamos, Carrie en el psiquiátrico igual de loca que siempre, Saul
investigando si el dinero les da una pista sobre el atentando y… ¿en el próximo
capítulo la vuelta de Brody? Creo que o bien Saul se entera de que Carrie ayudó
a escapar a Brody y éste la utiliza como cebo y con una falsa esperanza de
vuelta a la CIA o algo detona que Carrie descubra una pista reveladora. La chica está loca pero es nuestra loca y debe volver... Lo descubriremos
en el próximo capítulo.
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