Agents of S.H.I.E.L.D. (1x03) The Asset: ¿Una serie activa?

Los lloros continúan después de la indigestión con atragantamiento general del piloto de “Agents of S.H.I.E.L.D.” y su continuación en “0-8-4”. Sí, el martirio prosigue como esos sadomasoquistas adicto al llanto que con toda libertad vuelven cada semana a ver una serie que nos les convenció o decepcionó desde su primera entrega. Joss Whedon ha diseñado una ficción aprovechándose del tirón de “Los Vengadores” a la que ya se la está señalando incluso peor que a “Dollhouse”. Ya sea por el dinero que ha invertido por ABC o por la coincidencia de proyectos que sigue gestando el director de “Serenity” desconocemos su autoría y poder dentro de “Agents of S.H.I.E.L.D.”, si los riesgos han sido comedidos y la apuesta quedó empañada por intereses comerciales… Lo motivos los ignoramos pero las reacciones han sido bastante controvertidas, señalando que la ficción es ochentera en el peor sentido del guión y originalidad e incluso se ha comparado con “Troll 2” o “Plan 9 from Outer Space”. La opinión es libre pero si dejamos pasar los 1001 errores argumentales de “El caballero oscuro: La leyenda renace”, los 1001 fallos de todas las películas que engloban a ‘The Avengers’ y se aplaudió otro cúmulo de despropósitos en “El hombre de acero”, ¿no es mucho pedir que se midan las cosas con el mismo rasero una vez ya se ha asimilado que Ben Affleck va a ser Batman y que “Arrow” es la mejor serie de superhéroes en antena? Es momento de repasar “The Asset”, tercer capítulo de su primera (¿y odiada?) temporada.

Ya sea por la decepción o el boca-oreja el buen estreno de “Agents of S.H.I.E.L.D.” se aminoró en un gran (y millonario) número de espectadores que ponen en un compromiso de futuro a la propia serie. Los datos de esta nueva entrega no han sido positivos: otro medio millón de televidentes ‘perdido’ junto otra bajada en los demográficos… La espantada ya comenzó en el piloto y “0-8-4” provocó ya un gran constatado número de haters que han despotricado haciendo huir al personal como la peste. “The Asset” no va a desequilibrar en absoluto la balanza impuesta y el desarrollo de los personajes se va a pulir algo jugando con el pasado de Skye y el agente Grant Ward. También Coulson trata de ponerse al día, May de sobrellevar sus traumas y Leo Fitz y Jemma Simmons de hacer aquello que tienen que hacer: simples comodines al servicio del avance de la historia con algo de humor nerd por medio. Con un arranque más potente que en anteriores entregas gracias a un ‘enemigo’ invisible capaz de hace volar coches y grandes camiones por los aires, se nos presentará el objeto y activo oculto por S.H.I.E.L.D. que alguien desea robar: el Dr. Franklin Hall interpretado por Ian Hart.

Mientras que Skye es entrenada (como puede) por Ward por su falta de compromiso (¡claro, es el topor!) queda claro que cada agente allí tiene un punto de inflexión que les llevó a ese camino y la hacker oculta todavía el suyo… y no hay tiempo para más porque el secuestro del físico canadiense ha puesto las alertas en marcha. La trama de “The Asset” va a ser bastante simple: un dispositivo mini-giroscopio fue el autor del crimen y detrás de todo está un empresario multimillonario llamado Ian Quinn que ha llevado a Hall a Malta. Ambos tuvieron sus disputas en el pasado con robo de ideas y ese bla-bla-bla habitual. Malta, al parecer, te da impunidad para todo menos para ganar Eurovisión y tendremos una gran máquina que funciona con gravitonium, un elemento raro-raro que altera la gravedad como bien indica su nombre y como hemos visto con esos camiones y coches voladores. El Dr. Hall está encantado con el asunto porque es algo que había estudiado durante años y parece colaborar con el cambio de ‘amo’. ¿Y los chicos de S.H.I.E.L.D., qué? Es evidente que tienen que salvar al físico y Skye se auto e-invita a la fiesta de Quinn siendo el agente del campo poniendo a prueba ¿los sentimientos? de Ward.

Con un truco aprendido para desarmar a un oponente, conocedora del terrible punto de inflexión de Ward (que tuvo que aprender a defenderse para salvar a su hermano de numerosas palizas), un traje rosa con poco escote, un tocador tuneado y el pinganillo para que la escuchen en el control de mando, Skye se presenta como representante de Marea Creciente y Quinn quiere incluso contratarla… Ella pasa de su discurso ante sus accionistas por dominar el mundo y se mete en la casa gracias a una elipsis para evitar a la seguridad. Quinn la sigue, al parecer, por el olor y piensa que está allí también para ejercer de una versión cibernética cruce de Lydia Lozano con Julian Assange. Skye se pone en plan agente doble desvelando que «S.H.I.E.L.D. está escuchando» y así se gana la confianza para desquitarse de su dispositivo de comunicación y explicarse… mientras que Coulson y Ward esperan que la novata del traje rosa les abra el paso por un campo de fuerza que han copiado de “Isla maldita (The Curse of the Komodo)”. Skye se pone en plan ‘Sálvame’ y le cuenta sus penurias ocultando otras pero se entera de que S.H.I.E.L.D. se aprovecha de gente sin familia como ella… Parece que ese pasado traumático activa también a la nueva recluta que enciende su tocador para que Coulson y Ward accedan al recinto gracias a la intervención de Fitz.

Ward y Coulson se separan. El primero para salvar a la chica que tendrá que usar el único truco de mielda que conoce (¡qué suerte, tía!) antes de saltar a una salvadora piscina mientras que Coulson se da cuenta de que realmente el villano de la historia y topor era el Dr. Hall que quiere acabar de una vez por todas con Quinn sacrificando la vida de unos pocos… para salvar a millones… y ese bla-bla-bla habitual. Las fuerzas de gravedad en el laboratorio ponen todo del revés mientras que Ward salva el culo al remojo de su pupila. ¿Y Quinn? Huyendo en su helicóptero… Coulson y el Dr. Hall no paran de platicar y platicar con el reactor y entorno cada vez más inestable… y siguen platicando y platicando sobre moralidad y cosas bastardas varias. Eso sí, el Dr. Hall tiene la pistola y Coulson debe tragarse la conferencia. Y yo digo, ¿no era más fácil decirle a Hall que Quinn se ha ido en helicóptero y que el plan de destrucción no va a valer prácticamente para nada? Coulson se hace con la pistola y decide que la conferencia se ha acabado disparando sobre el cristal que les separa del reactor y lanzando al Hall allí para que ejerza de catalizador que corte la reacción química del dispositivo en el núcleo. El físico es devorado por su propio descubrimiento y el gravitonium se estabiliza para hacer la digestión.

Con la misión completada (falta que en cada capítulo vayan sumando puntos de experiencia y suban niveles) Coulson se dará cuenta de que está oxidado y que May se presenta voluntaria para el combate mientras que Skye ya está comprometida con la causa. Cuenta a Ward que nunca encajaba con las familias de recogida que la tuvieron en su infancia… y ese bla-bla-bla habitual. No te preocupes reina mora, porque Ward no te dará nunca la espalda… Mejor que no se la dé porque esta topor te clava un puñal. La pregunta es, ¿y cuándo se enrollan? Veremos que Coulson da la orden para que gravitonium sea guardado en un almacén secreto sin marcar… ¿al lado del Arca de la Alianza? Pero llega el cliffhanger del capítulo dejándonos claro que… ¡CHA-NÁN-CHA-NÁN-CHA-NÁN-CHA-NÁN! el gravitonium y el Dr. Hall se han fusionado pero una mano quiere escapar de allí… ¿Un archienemigo de futuro para una serie cada vez con un futuro más gravitacional? ¿Ha nacido el villano Gravitón? Bueno, no es por desmerecer pero ya sabíamos que Franklin Hall era Gravitón… porque así lo cuenta la wikia de Marvel… y no hace falta ser hacker o un agente secreto, simplemente tener internet. ¿Hay esperanza para la serie y aceptamos Ben Affleck como Batman o la espantada continuará generando las dudas de la cancelación?