La tercera temporada de “Homeland” ha decidido desprenderse de
su anterior traje y pasar a un nuevo disfraz. Entendemos que Showtime
quiere una serie de futuro que sea capaz de aportar en cada entrega algo
distinto… pero pudiera ser todo un gran peligro cuando has hecho algo que ha
funcionado tan bien anteriormente e insistes en los puntos negros divisados por
los seguidores de la propia serie. Nos podría servir de ejemplo el odio
irracional que despertó en la audiencia Skyler en “Breaking Bad” para comparar las peticiones de defunción (en la
ficción) de Dana Brody. Los guionistas quieren escarbar en las cenizas de ese
clan que valga la comparación también podrían recordarnos a la de la familia
White. Mientras que Vince Gilligan
se limitó al retrato desde la distancia y el punto de vista del protagonista, “Homeland” se recrea en unos traumas
que realmente no importarían salvo que Dana decidiera ponerse un chaleco bomba
y auto-inmolarse o ayudar a Carrie Mathison / la CIA a encontrar a su padre…
Que Damian Lewis declare que
cualquier personaje está por debajo de la propia serie puede ser un arma de
doble filo. ¿Funcionará actualmente “Homeland”
sin Carrie Mathison o Nicholas Brody? Me temo que no tienen relevo dentro
de la ficción actualmente… Realmente la gracia está en que Brody sea esa
cucaracha que no muera nunca y resista a todos y todo… Más acción, una mayor
inteligencia al mostrar la psique de los personajes, más tentaciones para
convertir a Carrie en una agente doble de quita y pon… y, por supuesto, menos
familia Brody pudieran ser claves para postergar la serie. Ahora es momento de
repasar “Game on”.
“Homeland” decide jugársela
de nuevo en un salto sin red. Que Brody iba a trabajar para la CIA tras su
detención por parte de Carrie muchos lo hubieran guardado para esta tercera entrega.
Sucedió… y ya es agua pasada. La serie no quiere dejarse cartas en la manga de
futuro y suelta sus proposiciones tan rápido como las plantea las audiencia.
Ahora, ha decidido poner al límite a su personaje principal y auténtica protagonista
e intentar seducir a su público sobre el único posible influjo que tiene a mano
sobre la odiada Dana: convertir su historia en Bonnie y Clyde bajo el filtro
tanto de “Malas tierras” de Terrence Malick como la tradicional
película de un novio psicópata. Después de tres capítulos para formar un gran
anticlímax vamos a asistir a un giro final y habitual cliffhanger de la ficción pero esta vez es un comodín peligroso y
único: no ha mostrado claramente sus cartas previamente para sorprender a la
audiencia (aunque hay detalles que admiten la lectura). Si convierten ese recurso en una tónica, como pudiera resultar en “24” fulminarán la capacidad que tiene
la serie con su propia audiencia de sintetizar las posibilidades y hacerlas
realidad. Todo acabaría convertido en un sueño o pesadilla… En una trampa que
heriría de muerte la serie. Veamos, Carrie fue vendida por Saul en la comisión
del Congreso y va a ser la paria que necesita la CIA para limpiar su
reputación. Que Carrie dejara de tomar su medicación y acudiera a una
periodista… fue su sentencia de muerte profesional y su encierro en un centro
psiquiátrico ha generado la visita de un abogado interesado en una reunión con
uno de sus clientes… Carrie va a ser tentada con convertirse en una traidora a
cambio de una libertad que los suyos le han privado. Carrie se recupera en el
centro médico pero está rodeada de una locura que la puede hundir en el peor de
los infiernos que hubiera imaginado… y se dará cuenta de que ha sido bloqueada
su salida pese a las intenciones de todos los médicos, personal y el propio
juez. Carrie es un peligro para el estado y Dar Adal quiere utilizarla en una cadena de eventos para destruirla y al
mismo tiempo dejar cerrado ese cabo suelto llamado Nicholas Brody.
Que Carrie va a estar contra las cuerdas es previsible. El propio juez queda atado por una orden del Departamento de Justicia que indica que Carrie en su actual estado mental supone una amenaza para la seguridad nacional por poder revelar información clasificada. No obstante, será liberada por el misterioso socio de Bennett, Parr y Hamilton (que descubriremos que se llama Franklin) para presentarla a Leland Bennett y posicionarla contra la CIA con potentes argumentos:
La están convirtiendo en la historia. Empezaron
filtrando tu relación con el congresista Brody. Luego fue el testimonio de Saul
Berenson delante del Comité del Senado, luego te comprometieron a ti. En un
abrir y cerrar de ojos, ya no es una
historia sobre un ataque terrorista o sobre cómo la gente que se suponía que tenía que
protegernos la cagó. Es sobre sexo entre una agente bipolar de la CIA y su novio, al que la
han lavado el cerebro. Hasta ahora, tu nombre no ha salido en la prensa, ¿pero cuánto tiempo
crees que durará? Estás acabada. Serás una paria. Y en seis meses o un año, si
no te has suicidado para entonces, lo harán por ti. Eres muy ingenua si piensas
que no lo harán. Te caerás en la ducha o te obligarán a tomar litio hasta que
tu corazón se pare o te colgarán del pomo de una puerta y lo llamarán suicidio.
Carrie tiene las cuentas bloqueadas,
su coche fue embargado y está en la lista negra de las aerolíneas con un
pasaporte que ha dejado de ser válido… Será encerrada de nuevo en el momento en
el que sea encontrada y tendrá que cruzar la peligrosa línea que la convierta
en una traidora. ¿De verdad? Todo está muy justificado para que trabaje contra
el hombre que ha perdido seis de sus socios de negocios en el último ataque de
la CIA para saciar su venganza. Tanto Carrie como nosotros descubriremos que es
Irán aquel que estaba detrás del atentado en Langley y lo llevaron a cabo como
represalia por los ataques aéreos israelíes en sus instalaciones nucleares. Majid
Javadi fue el iraní que estuvo al frente del ataque contra la CIA el 12/12/12 y
que utilizó a Brody como paria. Hiyab investiga el dinero y llega a Nasser
Hejazi, el portero de la selección iraní en la Copa del Mundo de 1978… que está
muerto. Su alter ego fue utilizado por Javadi siendo la huella que necesita
ahora la CIA para capturarlo y demostrar su culpabilidad. Saul le quiere vivo y
en una habitación para interrogarle y sacarle todos los secretos del régimen
iraní… Y ahora, ¿cómo unir las piezas y encontrarle?
Mike Faber vuelve a respaldar a Jessica Brody y no sobre respaldo de una cama sino para tratar la fuga de Leo Carras con su hija Dana. Para los padres de Carras la culpa recae en la hija del enemigo número uno del país por ser una mala influencia. ¡De tal palo, tal astilla! Ellos se definen como los nuevos ‘Asesinos natos’ y Dana no se ha dado cuenta de que ese drama romántico catártico para ambos puede pasar a una película de psicópatas. Recordemos que Sam Underwood interpretó a aquel que iba a ser el pupilo de Dexter Morgan en la última temporada de su serie. Ahora Mike, por sus contactos, descubrirá que los padres tan moralistas, poco mentirosos y acusadores de Leo llegaron a un acuerdo con el Fiscal del Distrito para evitar que le imputaran del homicidio de su hermano ya que la pistola de su padre acabó en sus manos… La historia oficial dice que fue un suicidio y Dana así lo cree pero pudiera estar ante su sentencia de muerte. Los guionistas de la serie han decidido poner carnaza al populoso club de haters de Dana ofreciendo su posible asesinato a manos de su novio en cada nuevo capítulo. ¡Hijos de fruta, que Leo apriete de nuevo el gatillo ya! Sin acritud, Dana…
Ahora llega el giro final y cliffhanger que ya conocíamos en su
avance: Carrie y Saul se reunirán en el jardín de su casa de noche… La rubia ha
tenido que volver a acostarse con su rollo pelirrojo de supermercado, robarle
pasta, recibir otro sobre de sus novios y peligrosos socios… y que Virgil la
diera la seña para que no se acercara a él… Todo un poco lioso. Todo un poco Carrie… Todo está en contra de ella pero
ella quiere que todo esté en contra de ella porque… [TA-CHÁN TA-CHÁN TA-CHÁN TA-CHÁN
TA-CHÁN TA-CHÁN] todo forma parte de un plan de Saul y Carrie. Sí, podríamos
pensar que Carrie había trabajado por su cuenta para atraer sobre sí la
atención necesaria y tener un arma con la que poder volver a seducir a Saul…
pero es más eficaz que él sea aquel que utilizara a Carrie como paria para no contradecir
a Dar Adal y, en paralelo, convencer a su agente favorita de la única
posibilidad de salida convincente a tal fin y con un futuro dentro de la
agencia. ¿Quién va a contratar a una bipolar? Al parecer la CIA, Irán… y los abrillantadores
de Emmys… Claire Danes dirá que se merece otros doscientos millones de premios
más ya que su sobreactuación en los primeros capítulos estaba más que
justificada. Nadie de la CIA sabe del plan de estos dos… Ni Peter ni nadie…
incluso su propia familia… Me juego a que no lo sabían ni el 99% del equipo de guionistas... Todo sea para eludir a ese topo de la agencia que lleva allí
desde la primera temporada plantado. Ahora llega una pregunta fundamental:
¿desde cuándo trabajan juntos? ¿Realmente fue Carrie a esa periodista como
parte de sus crisis o todo estaba dentro del plan una vez que Dar Adal
manifestó sus intenciones de utilizarla como chivo expiatorio de la CIA? ¿Significa
que también Saul está marcando una máscara con su transformación hacia el lado
oscuro y permaneciendo siendo él mismo? Está claro que Carrie se reunirá con Majid Javadi en Venezuela y tendrá
a dos pájaros de un tiro. ¿Se me entiende? Si logra sobrevivir a los aprietos
que van a llevarla su peligrosa situación con los chicos malos y un Dar Adal
que realmente la quiere muerta.
P.D.: Espero que no se molesten mucho en explicar el giro... para que no les saquemos unas 5.536.695 millones de trampas.
P.D.: Espero que no se molesten mucho en explicar el giro... para que no les saquemos unas 5.536.695 millones de trampas.
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