Serie de TV
“Dracula”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
El ganador del Globo
de Oro Jonathan Rhys Meyers (“Los Tudor”) protagoniza este nuevo
drama provocador como uno de los personajes más emblemáticos del mundo. Es el
siglo XIX y el misterioso Drácula ha llegado a Londres, haciéndose pasar por un
empresario estadounidense que quiere acercar la ciencia moderna a la sociedad
victoriana. Está especialmente interesado en la nueva tecnología de la
electricidad, que promete iluminar la noche —útil para alguien que evita el
sol. Pero tiene otra razón para su viaje: espera vengarse de aquellos que lo
maldijeron con siglos de inmortalidad antes. Todo parece ir de acuerdo al plan…
hasta que se enamora de una mujer que parece ser la reencarnación de su difunta
esposa. De los productores de la aclamada por la crítica y exitosa ganadora del
Premio Emmy “Downton Abbey”
llega “Drácula”, una retorcida,
sofisticada y sexy versión de la clásica novela de Bram Stoker…. que demuestra
que algunas historias nunca mueren.
Se agradece que “Dracula” de la NBC haya decidido
apartarse de la onda de “True Blood”
y “Crónicas Vampíricas” (y su spin-off estrenado recientemente
titulado “The Originals”) para
captar a otro tipo de público, aunque no tengamos la vocación exploitation repleta de sexo, sangre y
violencia de la ficción de la HBO ni ese eficaz e inquebrantable
imán para el público adolescente que suelen proponer la parrilla de The
CW. La serie que monopoliza Jonathan
Rhys Meyers busca morder tanto en el drama de época como en su vertiente
fantástica como parte de ese nuevo exilio furtivo del personaje de la novela de
Bram Stoker. Tendremos venganza
sobre la Orden del Dragón y una revelación y cliffhanger para otorgar de novedad ese universo de intrigas
oscuras dentro la sociedad de la época victoriana: Abraham Van Helsing y Drácula
(Alexander Grayson) trabajan juntos. Como si Bela Lugosi quisiera succionar una versión nocturna de “Downton Abbey”, Rhys Meyers luce reverso de “Los
Tudor” para satisfacer el tarro de esencias de una serie repleta de formas
pero con escaso fondo.
Entre el resarcimiento
y el reencuentro del amor perdido para escarbar en el material de Stoker, los intentos sofisticados de
resucitar a Vlad el Empalador como antihéroe que de momento asesina a malos
tipos —por el crimen y muerte de su amada reencarnada en la figura de Mina
Murray (Jessica de Gouw)—, es una proposición que no incomoda pero poco o
nada aporta en el territorio catódico actual. Con Xaro Xhoan Daxos de mayordomo y una
actitud aristocrática y glamurosa, la sangre va a tejerse de ambientes
neogóticos y artes marciales sacadas de una de Paul W.S. Anderson entre niebla y lluvia digital. La tatarabuela de
Buffy Summers y una versión de Richelieu son parte de la libertad de escritura
para un cosmos tenebroso que incitará a sacar del ataúd del viejo seriéfilo la siguiente recurrente e inmortal cita: «Esta serie hecha para la televisión por cable hubieran quedado mucho
mejor». El clasicismo quiere ser más eléctrico y el misterio de una vendetta el
motor dramático de una adaptación que bien pudiera acabar en crossover con “The Mummy”
de Stephen Sommers en futuribles
temporadas… Tiene posibilidades, eso sí… pero, claro, estamos hablando de una
maldición llamada NBC y es complicado hablar de futuro. La cadena del pavo real
ha relegado su estreno estrella a una
fecha cercana a Halloween para captar toda la atención posible y ha obtenido un
sólido debut. El avance de la temporada, además, trata de ser lo más sugerente
posible lanzándose a los anacrónicas melodías de Depeche Mode y ‘Soothe My
Soul’ y ese acertado estribillo que cierra «Sólo hay una manera de calmar
mi alma».
No sé si bastará para
calmar el alma de muchos seriéfilos o “Dracula”
simplemente aspira a ser parte del complemento alimenticio del público de “Grimm”. Mis colmillos se quedan
atorados y mi sed interior no me dice nada del cuerpo que me venden como jugoso
y repleto de vida; no me resulta ni tan sexy ni tan americana como «Dios, las
armas o el bourbon». Pero tampoco nada british,
pese a que estén involucrados los productores de “Downton Abbey” y el escenario sea un Londres enviciado en el poder
de la danbrowniana Orden del Dragón.
El potencial de la ficción queda enterrado y oculto esperando alimentarse de
una sangre que bien pudiera ser la pasión entre Mina y Alexander o éste último con
esa dominatrix llamada Victoria
Smurfit… que a nadie le extrañaría que se dijera que esté inspirada en Milla Jovovich en “Los Tres mosqueteros”. El conjunto queda demasiado planificado para que sepamos
quiénes son víctimas y verdugos y podríamos sentirnos como ese periodista y
novio de Mina tomando notas ante el personaje que nos plantea “Dracula”, que en sí define la esencia
de la serie: tan visionaria como ilusoria y egocéntrica. Sigo entonando el
estribillo de ‘Soothe My Soul’ de Depeche Mode y repitiéndome a mí mismo
que «sólo hay una manera de calmar mi alma»… Lamentablemente y al primer bocado me temo que no va a ser con esta adaptación.
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