“Gravity”
Director: Alfonso
Cuarón
EEUU
2013
Sinopsis (Página Oficial):
Sandra Bullock interpreta a la
doctora Ryan Stone, una brillante ingeniera especializada en medicina en su
primera misión en un transbordador, con el veterano astronauta Matt Kowalsky (George Clooney), al mando de su último
vuelo antes de retirarse. Pero en un paseo espacial aparentemente de rutina se
desencadena el desastre. El transbordador queda destruido, dejando a Stone y
Kowalsky completamente solos, unidos el uno al otro y dando vueltas en la
oscuridad. El terrible silencio les indica que han perdido cualquier vínculo con la
Tierra... y cualquier posibilidad de rescate. A medida que el miedo se va
convirtiendo en pánico, cada bocanada de aire consume el poco oxígeno que
queda. Pero el único camino a casa solo puede encontrarse adentrándose más y
más en la aterradora extensión del espacio.
[¡CUIDADO!
Contiene Spoilers, despieces y tropezones interespaciales]
El público y la
crítica da la impresión de haber dictado sentencia: “Gravity” es la película (acontecimiento) del año… estés en el
planeta Tierra, en la Estación Espacial Internacional o en Marte… y es tan difícil
hacer un juicio propio cuando existe una clara predisposición global dispuesta a absorberte dentro de su agujero
negro. Tan-tan-tan… difícil. Pero ante todo (y toda adversidad),
sinceridad: me ha gustado “Gravity”
pero seguiré prefiriendo a las más certera y redonda “Hijos de los hombres” como mejor obra de Alfonso Cuarón, que en esta ocasión ha filmado una película espectacular
en toda su extensión y grandeza. Es normal tanta masturbación colectiva: un
espectacular 3D, que ha provocado que el biógrafo de James Cameron tenga que redactar un anexo de 40 páginas plagadas de
las palabras ‘erection’ y ‘cum-shot’, un uso soberbio del ritmo, una perfecta conjunción
del vértigo cinematográfico con efectos visuales de último y futuro alcance y una
banda sonora que ejerce de propia gravedad atmosférica. Como cinta de entretenimiento,
“Gravity” es perfecta y redonda… pero
todo filme amparado en dicha etiqueta debe contar una historia y Cuarón ha confeccionado un libreto insultantemente
simple. Sí, es una de las películas más simples y previsibles —con premeditada concepción autoral y artística— que he podido ver en toda mi bastarda vida. No
hay ninguna doblez ni lectura gratificante en la experiencia fílmica más allá de
la germinación y renacer de esa antiheroína condenada a superar su conflicto
para poder avanzar y prevalecer sobre su pasado y abismo existencial. Nada
nuevo. La alegoría visual es tan evidente y nos lo han contando tantas otras
veces (incluso mejor narrado) que la funcionalidad dramática, en esta ocasión,
parece más una máscara y justificación de su concepción visual por encima un
atisbo luminoso y vital dentro del filme.
Veamos, tenemos a una
ingeniería biomédica novata y a un experimentado astronauta obsesionado con el récord
de Anatoly Soloviev y contar sus historias bastardas hasta que la cueva de ese
lobo llamado «thriller dramático sobre astronautas» varados comienza a pitar en
los oídos de los protagonistas. Del mítico «Houston, tenemos un problema» hemos
pasado al «Houston, tengo un mal presentimiento acerca de esta misión» y que Ed Harris ponga la voz al control de
misión habiendo sido Gene Kranz en “Apolo
13” tiene su aquel (y su aquello). Por supuesto, la culpa la tienen los
rusos y sus pecados pesados de la Guerra Fría aunque al final son realmente la salvación
y, además, ¡tienen vodka! En realidad (y al final) ¿China realmente es la
salvación de EEUU…? La Dra. Stone está traumatizada…
Muy-muy-muy-traumatizada… No ha rezado en su vida (porque nadie se lo inculcó;
¡abajo los padres ateos y/o agnósticos!) y dejó de tener una razón para vivir
desde que su pequeña hija murió de la forma más idiota: se tropezó en el patio
del colegio con la silla de “Million
Dollar Baby”.
La vida de Stone es precisamente —y haciendo honor a su nombre— una piedra en
un vasto, infinito y oscuro universo que
la rodea, que bien pudiera recodarnos las condiciones imposibles para la vida que
existen en el espacio que nos traen a la memoria al comienzo de la cinta… antes de meternos ese subidón de decibelios para que se nos electrifique
toda la entrepierna con esos trillados recursos de tensión.
Con la llegada de una
metralla asesina originada por una reacción en cadena (recordemos, provocada
por los rusos) el transbordador espacial Explorer quedará destruido y Stone y Kowalsky —tras ponernos los pelos como escarpias— decidirán ir
a la Estación Espacial Internacional (ISS) a dejar caer el anillo único antes
de que pasen esos 90 minutos en los que el campo de escombros asesinos de la muerte complete de
nuevo su órbita y acabe con ellos. Recordemos, los rusos tiene la culpa... ¡y tienen vodka! Me interesa aquí que Cuarón haya utilizado
ese número: el metraje de su película, el tiempo que la ISS tarda en realizar
la órbita completa al planeta, el número de actrices que optaron al papel… Aunque
a Kowalski se le van las millas por hora en sus cálculos, realmente aquí llega
el gran fallo del filme que ha indicado el astronauta Michael Massimino: el Hubble y la estación espacial están en
órbitas tan alejadas que ni siquiera una lanzadera espacial tiene combustible
suficiente para la maniobra. De acuerdo, la película ha sido definida por el
propio Cuarón como «una obra de ficción»
y habita la manipulación para hallar la emoción (como la existencia de sonido
en este espacio) para potenciar el terror realista que se incrusta en el
espectador. No obstante, el astronauta que ha aparecido en “The Big Bang Theory” hunde por completo el mensaje y eje de la
obra: la posibilidad de renacer después de la fatalidad y desdicha. En esas
condiciones argumentales: NEIN! ¿Es,
por lo tanto, toda la cinta una alucinación de una amargada antes de
palmarla sola y en el espacio que sueña con que George Clooney la rescate para intentar echarla un quiqui espacial (pese a esa cara de merluza congelada) y la venda unas cápsulas
de café Nespresso ante tanto desayuno espacial revuelto? Molaría, pero… NEIN!
El cordón umbilical a
la salvación y a la esperanza de vivir, alegóricamente manifestada en el
personaje de Kowalski, será roto y tendremos un sacrificio con una última
voluntad del veterano: que Stone sobreviva a esa odisea espacial. Cuarón ha querido convertir a esa
antiheroina abocada a su destrucción personal en el nacimiento de una
superviviente: lo hace colocándola en posición fecal (perdón, fetal), mostrando ese nuevo ‘cordón
umbilical’ y en su anticlímax aparece un previsible momento «Bruce Willis en “El sexto sentido”», «Valeria en “Conan, el bárbaro”» o «Cursillo CEAC
de recursos de última hora por hipoxia» para que halle las respuestas propias y
siempre busque una salida hasta su último aliento… Las lágrimas y las llamas vuelven a desafiar a la gravedad porque da lo
mismo el idioma, la fe o ideología: los botones y sistemas son siempre los
mismos. La evolución de los elementos y objetos secundarios también pudieran ser
interesantes: de Marvin el Marciano pasando a la foto familiar ajena para recalcar el
trauma y la pérdida, el vodka para olvidar las penas y llegar a la fe vía Buda para mandar
una plegaría al más allá. Pero ni ración de metafísica ni reducto para la fe,
el clímax de “Gravity” es simple, efectiva y
mastodóntica cuestión gravitacional de entretenimiento. Y llegamos a la
conclusión y al parto tras 90 minutos de embarazo en ese líquido amniótico material
en un lago y vagina en forma de cabina espacial… para que esa criatura llegue
a la tierra, pise el barro cual una neo-Eva sin bebé espacial por medio y nos recuerde el efecto de la
gravedad terrestre como bienvenida a su renacimiento. La película se llama “Gravity” y al final la protagonista
sufre los efectos de la gravedad. NO lo he entendido, soy tonto. O sea, la
película se llama “Gravity”
y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad. NO
lo he entendido, debo ser un completo idiota. O sea, la
película se llama “Gravity”
y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad… Lo dicho: se me queda la misma cara que la protagonista mirando los paneles chinos y rusos (pese a que los mensajes de alerta sean en inglés).
Después de ese contrapicado
final, que parece un homenaje “El ataque
de la mujer de 50 pies” para que la Bullock
luzca su entrenamiento físico después de seis meses, llegan las dudas para
poner a prueba si hay algo que rascar en todo el asunto. Es una obra maestra
según cuentan, ¿no? ¿Tendrá que tener algo especial para que la recuerde el
resto de mi vida y no la olvide después de escribir todo esto como está
ocurriendo en este momento, no? ¿Qué estaba diciendo? Ah, mis teorías son las siguientes:
—Todo formaba parte de la precuela de “Los viajes de
Gulliver”.
—La
Bullock
según camine por la orilla verá las ruinas de la Estatua de la Libertad antes de hincar las rodillas y gritar ¡HIJOS DE FRUTA!
—Salen
del lago Jocántaro, Jason Voorhees y un ejército de pirañas (en 3D) para meter de nuevo
a remojo a la Bullock y escupir a la orilla su esqueleto y un buen puñado de Oscars.
—De la cabina espacial sale también a nado el tigre de “La vida de Pi” que camina por la playa y luce su culo esmirriao' antes de perderse por un matorral y hacer de nuevo una peineta como despedida.
—Aparece en la orilla Damon Lindelof, que indica a la Bullock que también ha reescrito el final de su película
—Simplemente
es lo que es… Una película de entretenimiento estupenda sin aristas ni profundidad
más allá del pasatiempo. No habita nada conceptual, controvertido ni realmente
metafísico que la engrandezca. No es la nueva “2001: Una odisea del espacio” por mucho crítico y académico que
quiera resarcirse del vacío espacial al que fue sometida en su momento la obra
maestra de Stanley Kubrick. No hay
ninguna lectura más allá de una aventura gráfica de un parque de atracciones, magistralmente
dirigida y con hallazgos visuales en la ‘caja a de luz’ de Emmanuel Lubezki, en “Gravity”.
Es ley, es gravedad, es cine comercial. Perdón, es la película que dignifica al
cine comercial… ¿Y el resto? Se cae por su propio peso… aunque, ¿no era lógico
con ese título?
El argumento de la película no importa, es un estorbo de Hollywood, una condición impuesta para que Cuarón desarrolle lo que realmente quiere, el aspecto visual. Ahí es donde reside la complejidad de la película, la única que le interesa a Cuarón porque, en definitiva, el cine en su vertiente más visceral es una experiencia visual.
ResponderEliminarPd: Por cierto, un detalle que me he dado cuenta es que siempre que una película no te gusta haces una crítica en clave "bastarda" y cuando te gusta sí que te la tomas en serio.
Un saludo.
Hola Fran!
EliminarCon ligeras excepciones es 'asín'. También es blog de 'houmor'... :P Y para hablar simplemente mal ya está Boyero, ¿no?
Saludos y gracias por el comentario.
Gravity me recuerda una copia barata de Open Water, que en mi opinion es mucho mejor pelicula. Viendo esta ultima me maree como si estuviese en el oceano. Es decir, si que senti la falta de gravedad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Gravity sobrevalorada.
Open water infravalorada.
Hola Anónimo!
EliminarEntonces, ¿rebautizamos a "Gravity" como "Open Oscar"?
Saludos y gracias por el comentario
Con que te gusta Violetta eh!
ResponderEliminarSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!
EliminarEn este blog somos fans de "Violetta".
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!
Por eso creo que me gusta "Gravity" taaaaaaaaanto y es taaaaaaaaaan universal.
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!
Pirobo
ResponderEliminarGracias por el¿insulto? gabrielillo..... aunque sepa que 'pirobo' en Perú significa HAMOR.
Eliminar¿Porque si no te gusto "Gravity" la pones entre cine destacado?
ResponderEliminarLa verdad es que tienes toda la razón. No lo sé. Creo que fue porque la película en cierta medida me gustó pero por otro lado me parecía un hype tremendo y muy sobrevalorada. Como la nota está cerca del 6,5... (aunque se quedó con un 6 en Filmaffinity) consideré injusto negarle el derecho de estar dentro de CINE DESTACADO. Aunque, como comentas y con toda la razón, NO tiene sentido.
EliminarEn fin, gracias por recordarme lo incoherente que soy... ¿a veces?
¡FELIZ SEMANA SANTA!
La pelicula estuvo buena, era obvio que perseguia algun premio al darle cierta dinamica y estilo viusal de 2001, hay un toquecillo con dramas humanos para hacer sentir que los personajes sean menos planos, para la academia, Por ejemplo la agente ripley no andaba por hay mostrando fotos o contando historias de su familia, ella era segun la academia un personaje plano
ResponderEliminarAsi que con toda esa alquimia cinematografica se manufacturo una pelicula para que una productora como Warner, pueda anotarla en su curricula de cine de arte y ademas de que al fin un mexicano o dos puedan ganarse un oscar y que ademas de todo se recupere la inversion en taquilla
pero en que falla
-No tiene una premisa interesante, no aporta nada a la ciencia ficcion, es mucho mejor Prometheus en ese aspecto y la nueva Interstellar, o incluso jupiter ascendente por venir
-Visualmente espectacular?, lo es ciertamente, pero carece del sentido de la maravilla, de la espectacularidad, aquel que hacia gritar de emocion al publico, como en star wars, incluso la subestimada Prometheus tiene un mayor impacto visual
-No se supone que debe querer hacer que la gente quiera ir al espacio? no veo como, si solo uno sobrevive y una buena parte de la infraestructura espacial se convierte en basura, eso espantaria a cualquier ciudadano de querer ir alla arriba o a cualquier empresario que quiera invertir
-La historia en si es demasiado reducible demasiado simplona si se le desmonta toda esa alquimia cinematografica, no hay un modo de poder aprovechar mejor una historia tan limitada en sus objetivos, podria decir que es una pelicula optima, no es como otras como prometheus que se quedo en suboptima al no poder aprovechar toda la potencia de su premisa por eso la insatisfaccion de muchos criticos con esta y no con gravity que no tiene material de desperdicio o faltante, lo malo es que gravity era tan poca cosa que era mucho mas sencillo llegar a ese punto optimo
-cliches nacionalistas que no vienen al caso, por ejemplo echarle la culpa a los rusos
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ResponderEliminarCOMENTARIO SIN SPAM: Ésta película sin duda ha sido el mejor trabajo que ha realizado Cuarón, Gravity maneja una trama que te mantiene atento toda la película, los protagonistas no dejan de estar en problemas. Una película muy bien realizada.
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