Serie de TV
“Witches of East End”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
Inspirado en el best-seller
de Melissa de la Cruz del New York Times, “Witches of East End” se centra en la misteriosa familia Beauchamp:
la artista de espíritu libre Joanna (Julia
Ormond) y sus dos hijas mayores, la camarera y niña salvaje Freya (Jenna Dewan-Tatum) y tímida
bibliotecaria Ingrid (Rachel Boston).
Ambas desconocen que tienen un don (y maldito) bajo un derecho de nacimiento
mágico. Freya se dedica recientemente al hombre de sus sueños, el rico playboy
Dash Gardiner (Eric Winter), pero
ella se encuentra inexplicablemente atraída por su enigmático hermano Killian
Dash (Daniel DiTomasso) y extraños
sucesos empiezan a manifestarse en su vida. Mientras tanto, la distanciada hace
mucho tiempo atrás hermana de Joanna, Wendy (Mädchen Amick), aparece con una advertencia de que podría cambiar
el destino de los Beauchamps para siempre, obligando a Joanna a revelar a sus
hijas aquello que son, de hecho, brujas inmortales que poseen grandes poderes
actualmente ocultos. Con su idílica pequeña ciudad de East Haven su vida, ahora
al revés, y el propósito de un enemigo formidable y antiguo en la terminación
de la línea de la familia Beauchamp, Freya e Ingrid deben ser capaces de
aceptar su verdadero potencial antes de que sea demasiado tarde…
Puedo entender que en
tiempos de deficiencia de “True Blood”
y con The CW reinando cada vez más sobre este tipo de series la
llegada de “Witches of East End”
suponga para muchos/as adolescentes una serie de cabecera, con personajes con
muchos secretos y diabólicas conspiraciones y venganzas en la sombra. No falta
el canalillo y belleza de Jenna Dewan-Tatum,
la presencia de Julia Ormond y, por
supuesto, la enésima elección entre dos machos que repartirán torso y pezón junto
a un entramado familiar de pasiones y venganzas con secretos revelados o
irrelevantes según se mire. No es en absoluto un mundo y perfil nuevo para el
universo de Melissa de la Cruz,
cuyas novelas y series literarias siempre han estado limítrofes entre la
adolescencia y la edad adulta, y precisamente de juventud y magia va a ser el
hechizo lanzado al espectador… Otra cuestión es que la llegada de “American Horror Story: Coven” en paralelo
pueda hacer que las diferencias apesten y rompan el sortilegio catódico.
Tenemos un cambiaformas que opera bajo la máscara
de Joanna Beauchamp (Ormond) y una
maldición que siempre le ha arrebatado a sus dos hijas durante la eternidad e
incesantes ciclos que les toca vivir. En esta ocasión y en nuestra línea
temporal, Joanna ocultó la naturaleza mágica familiar a sus hijas con la
esperanza de romper el terrible destino pero los hechos que van a producirse en
el piloto provocarán la revelación con devastadoras consecuencias. Con un
arranque de luna tróspida, asesinato y celebración de una gran fiesta de
compromiso, “Witches of East End” bordea
el ridículo con esos sueños calientes (que no húmedos) y momentos (digitales)
sonrojantes flower-power. Por mucho
que una de las hermanas trata de psicoanalizar todo el asunto místico, la
realidad va a ser otra con la aparición de la hermana de Joanna, Wendy (Mädchen Amick), avisando del peligro
que corren todas… Podría resumir el piloto en tantos detalles que me apartan de
la serie que simplemente citaré una línea de diálogo de esa tímida bibliotecaria
y una de las hermanas llamada Ingrid (Rachel
Boston) con su macho hecho de chocolate:
—Sentí mucho oír lo
tuyo con Emma.
—Las malas noticias
viajan rápido, ¿eh?
— Es un pueblo
pequeño.
—Sí.
—Bueno, no pasa nada.
—En realidad no era
tan…
—¿Inteligente?
—Iba a decir ‘simpática’,
pero…
— Claro.
—Tampoco era tan
inteligente.
—Qué puedo decir, desde
que me rechazaste…
—¿Rechazarte? ¿De qué
estás hablando?
—Sí, hace más o menos
un año. Fui a la biblioteca. Me ayudaste a elegir una novela de detectives. Te pedí que cenaras
conmigo, y… te reíste en mi cara.
—Creía que era broma.
—¿Por qué iba a
bromear con eso?
Y, efectivamente,
¿por qué íbamos a bromear con esto y esta serie? ¿Se está riendo en nuestra
cara? La presentación de personajes está hecha pero el piloto declina cerrar
con un cliffhanger múltiple que deje
todas las tramas abiertas y a esa cambiaformas asesina como Peter por su casa. Y es que el concepto
de “Witches of East End” puede ser
interesante gracias al respaldo que supone su elenco pero da la impresión de
una versión soft-porn azucarada en plenitud. Lifetime no es la HBO ni FX
y el target potencial son adolescentes y presumiblemente marujas aficionadas al
tarot. El conjunto es pretendidamente cursi, ridículo y absolutamente
manipulado… porque todo es tan artificial que hace añorar incluso a “Embrujadas” con tantos prestados y
robados. De momento, dejo que los jarrones de rosas estallen en llamas en los
televisores de aquellos y aquellas que acaben bajo el manto del hechizo que
propone esta serie descafeinada y con poca pechonalidad con el Poder de Tres.
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