lunes, 25 de agosto de 2014

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True Blood (7x10) Thank You: Vergüenza ajena (y muerte verdadera) en 1…

Soy consciente de que es una boutade decir esto: me interesa más el series finale de “True Blood” que conocer los premiados en los Emmys 2014. Sí, sabemos que aunque no se solapan el margen de apenas 24 horas entre ambos eventos sepultará el componente mediático del desenlace de la historia de amor de Sookie Stackhouse y Bill Compton. Sí, sabemos que es la ceremonia en la que se jugaban la vida True Detective, Juego de Tronos, Breaking Bad, Orange is the New Blacko Fargo”, parte de la excelencia catódica de la cosecha de la presente década… mientras el final de “True Blood” va directo a luchar por ser la excremencia televisiva junto al desenlace de Dexter. Sí, sabemos que siempre tiene su morbo y sorpresas… pero, sencillamente, no me interesan unos premios que sienten desinterés porHannibal, The Americans o Tatiana Maslany. Si los Emmys pasan del Clone Club, es normal que el Clone Club pase de ellos. Dicho lo anterior y parafraseándome, me parece más apetecible y sugerente ver uno de los desenlaces más ridículos de la historia de una serie que fue nominada a los Emmys en su (mejor) momento, que esos Emmys incompletos e injustos y que consideran a “Scandal” una serie dramática. Pura vergüenza ajena… como la que debió sentir Alan Ball al ver “Thank You”, décimo capítulo de la séptima temporada y series finale de la ficción ¿dramática? que creó. Narremos la pronosticada vergüenza (y muerte verdadera) en 1…

Si alguien recuerda esa “True Blood” que lidiaba con el ridículo y la genialidad en las mismas líneas de guión, con alegorías ácidas y diabólicas y con la siempre sorprendente potencia del cliffhanger loco e imprevisible, olvídese. Sí, olvídese. Ya la sexta temporada fue una mala copia aunque, al menos, quería seguir el santo-y-seña que convirtió a la serie de HBO en uno de los iconos televisivos de incontables seriéfilos. Muchos dieron ya tiempo atrás por concluida la serie y este funeral final nos trae lo peor (de lo peor) que se puede (de)generar para realizar una despedida y contentar a sus fans y seguidores. Si “True Blood” era un polo opuesto de Crepúsculo —gracias a su violencia desinhibida, discutible moralidad y pura sexualidad— finalmente han acabado en la misma distancia emocional y dramática: sentimentalismo barato destinado a mojar las bragas de los pocos fans que aplauden al otro lado de la pantalla. Y es que es difícil ser fan de las últimas temporadas de la serie creada por Alan Ball. Tan difícil como prácticamente imposible… porque, ¿no se han dado cuenta los guionistas que lo que querían en realidad los seguidores era que Sookie Stackhouse acabara en el póster de “Holocausto caníbal”


Recordemos el cierre deLove Is to Die” (7x09) en el que Mr. Gus quedó como el gran villano (cutre) de la temporada y en el que Eric tuvo que ‘entregar’ a Sookie para salvar la vida de su Pam. Los viejos traumas se repiten y Eric tiene la idea para romper ese contrato que no le favorece en absoluto. Mientras los yakuzas de la Corporación Yakonomo se dirigen a cazar las bragas de Sookie en plan chonis sacados de “Yo soy la Juani”, Eric y Pam liberarán a de la ‘Bodhisattva de la Earth’ (Noomi AKA Sarah Newlin) no sin antes hacerla beber sangre de la ex regente de burdel para localizarla más tarde. No es que Mr. Gus vaya a ser un problema para un milenario vampiro y más con una debilidad muy humana como la lentitud. De este modo, ese agujero ‘anal’ de Fangtasia por el que tanta gente ha entrado y salido a lo largo de esta temporada será la tumba fogosa y explosiva de Mr. Gus. The End? No. Todavía Eric tendrá que deshacerse de esos yakuzas chonis y regalarnos el mejor momento del series finale de “True Blood” conduciendo el coche con los cuerpos muertos de los yakuzas rellenando la parte de atrás mientras Sookie vive ajena de la realidad y, al mismo tiempo, envuelta en su terrible ignorancia e incapacidad de mirar por encima de su ombligo. Sabemos que Eric se va a apropiar de la idea de ‘New Blood’ aunque no tendremos constancia de la misma hasta el desenlace… y presumible vía para un spin-off. De momento, nos quedamos con Sarah queriendo ser una vampiresa lesbiana y Pam confirmando que lo único que le interesa de ella es… su sangre. Hora de hincar el diente a la bitch.


Con todos los peligros aclarados y resueltos a las primeras de cambio, llega el desfogue sentimental, romántico y dramático. Recordemos, la alegoría final es que Bill es “True Blood” y los seguidores de la serie somos Sookie Stackhouse. No, no se sienta ofendido porque le estén llamando ‘zorra-folla-vampiros-hombres-lobo-y-todo-lo-que-se-mueva’. No. La realidad es que Bill (o sea, “True Blood”) se muere y nosotros seremos aquellos que asistamos a su funeral y provoquemos su propia muerte. Bill quiere que Sookie tenga un futuro y considera que su KameHameHa luminosa dará a ambos aquello que necesitan… aunque los guionistas traten de aferrarse a una especie de homenajes y referencias para ir desentrañando un previsible giro y funeral. Recordemos que desde el primer capítulo se mostró la fijación de Sookie con los vampiros (y sobre todo Bill) por ser incapaz de leerles la mente. En este desenlace, ratificaremos que la enfermedad que sufre Bill le hará más humano… dando la capacidad a Sookie para comprobar en su propia mente el amor que le profesa su vampiro preferido. Eric revolviéndose en su tumba en 3, 2, 1… 


Como esto es un final cutre, “Thank You” se ciñe al manual de sensiblería low-cost con todos los trucos: una boda (la de Hoyt y Jessica), un amor puro en ciernes definitivo para Jason, flashbacks y escenas dulces para asesinar con la vista a un diabético y la historia de amor trágico para finalizar con una reunión familiar en el Día de Acción de Gracias y patrocinar un anuncio de lámparas en rebajas. Ciertamente, “True Blood” quiere dar un happy-end a Bon Temps que sirva de círculo a esa celebración sangrienta inicial de esta entrega, haciendo que los personajes que odiaban a los vampiros en las primeras temporadas como Arlene Fowler o Lafayette Reynolds hayan descubierto en los colmillos y clavadas nocturnas el auténtico sentido de la felicidad. También sentiremos una especie de ‘reset’ en la conclusión de Eric y Pam, con el ‘Dios’ vikingo presidiendo su trono de Fangtasia de nuevo pero sumándose a esa crónica ácida de la evolución de la ‘Tru-Blood’ en ‘New Blood’. ¿Bienvenidos a la era de las bebidas isotónicas que salvarán tu vida? Pensemos en que esas líneas e imágenes locas con Pam y Eric presidiendo la bolsa confirmando el éxito mundial de ‘New Blood’ sea la poca sangre que podamos llevarnos a nuestra boca… 


¿Y el resto? Vergüenza ajena… ya. Todo es dulce y maravilloso… salvo el destino fatídico elegido por Bill por necesidades del guión. Los guionistas resolverán el tema de la herencia de Jessica gracias Andy y un alquiler de un dólar (opcional) mientras que todo el torrente dramático y trágico queda abocado a la muerte (verdadera) de Bill Compton. Sookie, después de esos dilemas que nos importan tanto como su elección de ropa interior, no podrá renegar de su naturaleza: siempre fue una camarera estúpida y moja-bragas. Es tan tonta que decide empalar a su (ex) novio con la pala con la que debería enterrarle después. Lo dicho: tonta, tonta y un millón de veces tonta. La secuencia del KameHameHa abortado por ser incapaz de declinar de su naturaleza de hada bitch, junto a la clavada de estaca conjunta y el beso final envuelto de sangre, nos lleva a pensar que los guionistas se equivocaron de opción: lo suyo era dejar a Sookie dentro de la tumba y a Bill fuera… aunque sabemos que aquello que buscaban era un anuncio de lámparas del IKEA rememorando las peores esencias luminosas de Damon Lindelof. Kitsch pudiera ser la imagen de esas latas de ‘New Blood’ con esa sonriente Sarah Newlin que finalmente será la ‘prostituta de lujo’ de Pam, costando 100.000 dólares un bocado de una mujer condenada a su locura y a convivir eternamente con Steve Newlin. El resto, vergüenza ajena… que no es tan mediocre porque pudiera ser incluso peor. Simplemente han buscado un desenlace más azucarado que artificial, siendo todos felices forever-and-ever. Con una elipsis y avance hacia años después, veremos que la residencia Stackhouse fue el punto de encuentro del buenrollismo de Bon Temps donde comprobaremos que la felicidad son cientos de lámparas colgadas de un jardín sin que te importe pagar la factura de la luz. Recordemos, Sookie es tonta y ahora está preñada. ¿Doblemente tonta? ¿Y quién es él? ¿Importa? ¿Es el gran secreto sin resolver de la serie? Repito: ¿importa? Vuelvo a repetir: ¿Le importa a alguien que no sea una maruja o al final la serie fue carnaza de marujeo y chonismo cutre? ¿Y el resto de personajes? Jason es padre de 3.597.698 millones de niños con Bridget y todas las parejas siguen juntas dejando claro que Bon Temps no es Hollywood y que el zorroneo llegó a su final. THE END. Sí, vergüenza ajena. 



Lo único inteligente del series finale fue la decisión de Jessica de no invitar a Lafayette a su boda para evitar que le volviera a levantar el novio, aunque si quiere vomitar lo suyo es darle al play de este vídeo. 



Y, continuación, el repaso episódico a la última temporada de “True Blood”

☠ (7x09) Love Is to Die: Vergüenza ajena en 2,1…
☠ (7x08) Almost Home: Vergüenza ajena en 3,2,1…
☠ (7x07) One Last Time: Vergüenza ajena
☠ (7x06) Karma: La Bodhisattva de la Earth
☠ (7x05) Lost Cause: Republi-cunt
☠ (7x04) Death Is Not the End: Fangtasia, el origen
☠ (7x03) Fire in the Hole: Eric Fucking Northman
☠ (7x02) I Found You: El diario de Mary Beth
☠ Comienza la Séptima y Última Temporada de ‘True Blood’


Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

4 comentarios:

  1. ¡Que te folle un pez bastardo!

    Soy feliz con mi vida de hada perfecta conseguida después de siete temporadas perdiendo las bragas por los vampiros y hombres lobos más deseados del planeta.

    LO QUE TENÉIS SE LLAMA ENVIDIA.

    ¡Que os folle un pez a todos los que nos os guste el final!

    Soy feliz y mejor que todos vosotros.

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  2. Gracias por la review, como siempre sois los primeros. Yo también tenia ganas de que se acabará la serie, era cada vez peor y aún asi no podía dejar de verla, algo asi como Sookie con todas las putadas que le hacia Bill, Quien se podía imaginar ese final tan WTF con ella utilizando una estaca para matarlo, y verla al final embarazadísima y siendo por fin feliz, eso último es lo único que me ha gustado de este capitulo final de True Blood.

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  3. Porque el final perfecto tiene que ser tener un fucking bebé? Me decepcionó bastante ese final, todo bien que muera Bill que ya no pintaba nada, pero Sookie dejandolo porque sino no podía formar su futuro rodeada de bebés es sinceramente estupido, llegaron a alargar tanto la muerte de Bill que creí que al último segundo se iba a arrepentir, fue tan telenovelesco ese final con todos embarazados y llenos de bebés que me dio hasta nauseas y ya no es el bebé en si, sino ese final tan trillado. Donde quedo mi serie de vampiros, donde? Finalmente gano el humano contra el vampiro y eh aquí este final... Voy a quedarme con mi Eric y Pam que han demostrado estar por encima de la serie en cada uno de sus momentos y así recordare "True Blood", los amo y hasta nunca! ❤

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  4. Muy, muy decepcionante... :( La serie ya hacía algún tiempo que se estaba hundiendo, pero en esta última temporada ya ha sido descarado. Os dejo el post que le dediqué ayer en mi blog, donde me dedico principalmente a cantar los buenos momentos que nos hizo pasar en sus anteriores temporadas, por si tenéis curiosidad y/o nostalgia ;)

    http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/09/true-happy-ending.html

    Saludos!

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