domingo, 10 de agosto de 2014

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¿Los mercenarios 3 es cine gafapasta o ‘queer cinema’?

Asimiladas ya las primeras críticas —y todo el circo mediático provocado por una filtración de la película, amenazas de demandas, lloros y millones de quejas para que, al final, ‘Lionsgate Piracy Team’ pudiera abrir una cuenta de twitter y se la suspendieran a las 24 horas— es hora de hablar de “Los mercenarios 3”. Sí, es hora. Desde este bastardo ‘bloj’ ubicamos en el pasado a la franquicia protagonizada por Sylvester Stallone en el queer cinema con argumentos sólidos e incluso una encuesta en la que el 68% de los espectadores que vieron Los mercenarios 2 sintieron una notable pérdida de heterosexualidad ante la relación sodomita-platónica que mantenían Barney Ross y Lee Christmas. Ya en la primera parte gestionada por el propio Stallone se ondeaba muy conscientemente la bandera arcoíris al ser el actor un gran defensor de los derechos de gays y lesbianas en EEUU en odas a la homosexualidad como en sus largometrajes sobre Rocky, John Rambo y, sobre todo, en “Tango y Cash”. El estreno inminente de la tercera parte de su homenaje al ‘queer cinema’, con ligeros y leves detalles de cine de acción, no obstante ha engendrado otro tipo de desvío a sus planteamientos. Desde este bastardo ‘bloj’ queremos pedir disculpas a los fanboys de la sagaLos mercenarios (‘The Expendgaybles’ en inglés), Premio Hitler 2012, ya que nos equivocamos. “Los mercenarios 3” confirma que la actual trilogía no es ‘queer cinema’ sino cine gafapasta en toda regla. Pasamos a relatar los hechos. 

“The Expendgaybles 3” se puede considerar como la película de cine de acción más aburrida de la historia del séptimo arte y eso solamente puede significar una única cosa: es un film gafapasta. Entre un catálogo de chistes sin gracia sacados del manual de ‘el buen cultureta’ y una mirada fordiana hacia el pasado y la proyección de las nuevas generaciones en el presente, lo nuevo y lo viejo chocan en lenguaje meta-intelectual y de filosofía y metodología crepuscular. La descarga dramática en los límites preconcebidos del espectador nos hace plantearnos por qué “Los mercenarios 3” no estuvo presente en la Sección Oficial de Cannes 2014 al poder optar claramente a la Palma de Oro. Pudiéramos seguir discutiendo si tanto la inclusión de un transexual —interpretado por Ronda Rousey— o el triángulo sexual e interracial que forman Stallone/Statham/Snipes entran en los márgenes del ‘queer cinema’. Otra cuestión es que todo ese anabolizado homenaje sesudo y existencial esté empapado de una visión tan intrascendente sobre la decadencia de las explosiones y tiros en la gran pantalla. La introspección del libreto fomentada a hallar la vileza constatada de Mel Gibson (Stonebanks, en español se traduce como ‘nazi antisemita’) somete a esos adictos del cine mainstream resentidos —que se creen siempre superiores con sus chascarrillos y su argot simplista y hedonista— al ‘cámera-stylo’ o al puro ‘art et d'essai’. 


“Los mercenarios 3”, por lo tanto, es un completo espejo de cine intelectual y gafapasta soterrado en una mascarada introspectiva sobre el consumismo desahuciado y el absurdo del pasatiempo con ánimo de lucro. Que el film de Patrick Hughes haya sido filtrado en la red no hace más que replicar los instintos reprimidos homosexuales de su público sin neuronas que se quejan de tenerlas o retenerlas. «Esperemos que pronto podamos ver los músculos, metáfora de las inserciones proveniente del genuflexo, en la filmoteca», han declarado ya desde multitud de cuentas de twitter millones de gafapastas. Prueba de todo lo anterior es este texto encontrado en el interior de un recto de un gafapasta asesinado. Por motivos de seguridad y ley de protección de datos no podemos revelar más detalles que aquello que estaba escrito en la nota:

No he entendido demasiado la trilogía y mucho menos su última película, es demasiado filosófica. Me ha recordado a esas mierdas de “La delgada línea roja” y “Solo Dios perdona” y soy un macho al que le gustan las películas de acción en las que no tenga que pensar durante hora y media. Entretenimiento y punto. Pero el comienzo está contrahecho sobre círculos concreticos sobrepuestos en montaje tal y como delineaban en la moviola Jean-Luc Godard y Eisenstein. Los ecos de la banda sonora son de Madeleine Peyroux y el discurso que consume el argumento descansa sobre la sombra de Umberto Eco. Es una pena que André Bazin no pueda ver esta película para indagar con detenimiento la analogía orgánica que establecen Simon West y Patrick Hughes. Los actores pasan a ser un simple mcguffin vehemente y soslayado donde la retórica de Tarkovsky esculpe un nuevo tiempo a través de los detones estrépitos y proyectiles que acomplejan a los fotogramas. El homenaje es la lobreguez de la amplitud agonizante del séptimo arte. 
Digo todo esto no porque lo sepa ni me interese… porque yo soy un macho alfa al que le gusta el cine de acción… Lo digo porque en mi pueblo cazamos a los gafapastas, les atamos en un árbol y les fusilamos antes de descuartizarlos con un hacha. Pero al último que liquidamos le pregunté por la película y me contó todo ese rollo anterior. ¡Joder, el hijo-puta… cuánto rajaba! ¡Ni que le fuera la vida en ello! Tuve que tomar notas y todo… Bueno, le robé su bloc de notas porque yo no llevo de esas cosas y encima me tuvo que escribir los nombres y acentuar todo porque a mí se me olvidan esas cosas. Soy muy macho pero cuando me dijo que esta película era la favorita de los gafapastas este año reconozco que casi se me cae una lagrimita. ¡Vaya mierda! Yo no voy al cine a ver películas que les gustan a los gafapastas. Espero que se mueran todos y dejen de hacer películas como “Los mercenarios 2” y “Los mercenarios 3”. Espero que tomen nota para la próxima película y la hagan con acción y sin tantos mensajes cultos y filosóficos porque los aficionados tendremos que ver películas que sí encajan con nuestro cine como “Mercenaries” de The Asylum. Joder, que soy un macho y estas películas son para gafapastas. ¡Para gafapastas! MIERDA.

NOTA: Queremos pedir disculpas públicamente a los fanboys de la saga de ‘Los mercenarios’ que nos insultaron y/o amenazaron de muerte (o incluso con violar nuestro ano para introducirnos en su secta de vicio y amor al esteroide, aceite y lubricante). Queremos pediros disculpas ya que no os estábamos llamando ‘homosexuales reprimidos’ sino ‘gafapastas empalmados’. Disculpad y mucha paz y HAMOR.

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2 comentarios:

  1. Amante del cine de acción10 de agosto de 2014, 15:14

    ¡PUTOS GAFAPASTAS! Ziempre jodiendo todo. putos.

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  2. joder. ¿ tan difícil es hacer una peli de ostias tiros y músculos? sly esta vez la has cagado.eso te pasa por fichar a banderas haciendo el puto mono

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