Outlander: Forastera

Serie de TV

“Outlander”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

“Outlander” sigue la historia de Claire Randall, una enfermera de combate casada desde 1945 que está misteriosamente arrastrada hacia atrás en el tiempo hasta 1743, donde se lanza de inmediato a un mundo desconocido en el que queda amenazada su vida. Cuando ella se ve obligada a casarse con Jamie, un joven guerrero escocés caballeroso y romántico, un apasionado romance se enciende que desgarra el corazón de Claire entre dos hombres muy diferentes en dos vidas irreconciliables. La serie “Outlander”, una adaptación de los bestsellers internacionales de Diana Gabaldon, abarca los géneros de romance, ciencia ficción, historia y aventura en un épico cuento. Producida por Ronald D. Moore.

Crítica Bastarda:

La gente desaparece continuamente. Chicas jóvenes huyen de casa. Hijos que se alejan de sus padres y no vuelven a ser vistos. Amas de casa que cogen el dinero para provisiones y un taxi a la estación de tren. A muchos se les encuentra en algún momento. Las desapariciones, después de todo, tienen una explicación. Normalmente. Son extrañas las cosas que recuerdas. Imágenes aisladas y sentimientos que se quedan contigo a través de los años. Como el momento en que me di cuenta que nunca había tenido un jarrón. Que no había vivido en ningún lugar lo suficiente para justificar el tener algo tan simple. Y cómo en ese momento, no hay nada que quisiese más en este mundo que tener un jarrón para mí.

Nos encontramos ante una de las sorpresas del verano televisivo para público y crítica y un posible peso pesado para la cadena Starz. “Outlander” sonó muy fuerte como la nueva “Juego de tronos” aunque aquí hay que posicionarse en la bifurcación de las novelas de George R. R. Martin sobre el material de la saga literaria Diana Gabaldon. Ambas son para públicos diagonalmente opuestos —aunque pueden ser compatibles— con posibles intersecciones. Si la capacidad del show de HBO es confeccionar un drama donde la fantasía medieval, las aventuras, conspiraciones y guerras generen todo tipo de líneas argumentales, la serie de Starz va directa al público generalmente femenino que se desvive por la novela romántica y los fervores/pasiones/dramas/ensueños uterinos. No obstante, aquí hay madurez y calidad. “Outlander” tiene ese toque y espíritu aventurero fermentado en un retrato histórico con una conexión anacrónica gracias a la ciencia ficción para que pasemos de la Segunda Guerra Mundial a la Escocia de mediados del Siglo XVIII, convirtiendo a los propios espectadores en forasteros de una convivencia opuesta y transparente sobre los mismos escenarios en distintas épocas. Los seguidores de la saga literaria están allí, en ambos casos, pese a que poco o nada se quieran parecer salvo en conseguir el éxito de uno para la otra. Si para usted los viajes en el tiempo pasan por un tipo llamado Ash empuñando una motosierra sobre su amputada mano, esta no es desde luego su serie. Y si su usted tiene el mismo sexo de Ash puede que también quede tan exento como su próstata del disfrute y pasión de la propuesta de Starz.

¿Es un cliché afirmar en sí mismo que la serie gustará más a mujeres afincadas en el terreno ‘Jane Austen’ y del drama romántico actual? “Outlander” quiere jugar con el toque íntimo y meloso aunque también de someterse a ciertas intrigas políticas, secretos, conspiraciones y guerras para que el seguidor de “Braveheart”, por ejemplo, se sienta atraído por otro tipo de épica soterrada. En el segundo capítulo se posiciona la intriga de palacio como patrono del libreto y prisión para su protagonista. La idea, por el contrario, es el choque romántico entre dos vidas y tiempos, entre dos hombres y dos amores, como líneas en paralelo sobre la palma de una mano marcando el destino. El piloto (y su continuación) del drama histórico y romántico de Starz no completa su sinopsis y busca en esa magia implícita en su misticismo una nueva ruta. El problema es que por mucho que quiere escapar a sus patrones —de esa mayoría de manos (hechas series de televisión)— o revelar una línea narrativa que se bifurca, realmente “Outlander” está hecha de pedacitos de otros dramas románticos. Lo mejor que se puede decir de esta serie producida por Ronald D. Moore es que está bien hecha y cocinada, tiene un empaque muy ‘british’, contiene momentos mágicos como ese amanecer y ritual místico que da paso a ese gran viaje y se aleja transversalmente de cualquier material preconcebido y empaquetado de una serie prefabricada de The CW. Lo peor es que simplemente no es mi serie, ni mi destino, ni parte de mi vida. En resumen, no es mi jarrón televisivo… aunque esté hecho por el mismísimo creador de “Battlestar Galactica”, dejándome como forastero dentro de una propuesta que conforma un peligroso y único mundo, tanto para su protagonista como para todo aquel (y sobre todo aquella) que quede prendando de un cuento realmente basado y empapado en ese elemento universal llamado amor.

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