martes, 19 de agosto de 2014

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The Strain (1x06) Occultation: El eclipse

Aunque en la review de Runaways” (1x05) había un entonado un «¡BASTA!» por petición popular (y también algo de piloto automático propio) continuaré con el seguimiento de la primera temporada de “The Strain”. Precisamente “Occultation”, sexto capítulo de la serie que adapta la trilogía de novelas de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, da las primeras señales de esa inminente hecatombe que avecina una desolación en Nueva York y punto de arranque para una amenaza y pandemia mundial. La idea es evidentemente trazar un calendario del inicio de toda ficción del subgénero de terror y aquí nos topamos con un relato coral en versión vampírica monstruosa de Guerra Mundial Z, The Walking Deado “Soy leyenda”. El problema de “The Strain”, por el contrario, es que ese avance tan (y tan) lento que nos ubica tanto en el plan de los villanos como en la expansión de una enfermedad cada vez más incontenible para los presumibles héroes y protagonistas de la serie. Los inconvenientes crecen con el horror de ver una rata muerta en cada capítulo sobre la cabeza de Corey Stoll y que el potencial dramático de la propuesta de FX pasan por el filtro del cliché, el lugar común y una mala escritura de guión. ¿Y por qué seguir? Para empezar, “Occultation” no empieza mal, es el mejor capítulo emitido junto aNight Zero” (1x01)… y es hora de repasarlo.

Todos aquellos que vemos “The Strain” nos preguntamos lo mismo: ¿cuándo empieza realmente el asunto? Al final de cada capítulo volvemos exactamente al mismo y, de momento, único punto: ¿cuándo empieza el asunto? Para colmo, poco o nada importan o pesan los problemas matrimoniales/familiares de Ephraim Goodweather, así como los paternales de Vasiliy Fet, los maternales de Nora Martinez, los de la enfermedad de la mujer Jim Kent, el drama social que pudiera condensar las acciones de ‘Gus’ y su familia y amigos o los viejos traumas de Abraham Setrakian. En realidad, la idea de “The Strain” es ir juntando a los personajes y ofrecer una bisagra entre el realismo absoluto que propició Steven Soderbergh en “Contagio” con el molde habitual del subgénero que aquí pudiéremos encarar sobre la adaptación mainstream de Francis Lawrence de la novela de Richard Matheson. El arranque de “Occultation” sobre ese eclipse venidero y ese mundo que todavía vive en las nube, invita a pensar que llegamos ya (y por fin) a esas imágenes de gente corriendo por las calles gritando y esos bichos humanoides con lenguas kilométricas asaltando y succionando a los inocentes que se encuentren en su camino. De hecho, el capítulo tiene alguna secuencia que incita a pensar en el inminente caos… pero, de nuevo, todo queda en nada y la escritura de esa primera temporada está ideada a un clímax para los últimos episodios. Y de momento ¿qué?


De momento (y de momento nuestro único ‘de momento’) es seguir los intentos desesperados de los personajes para hacer frente a un plan que más que desatar pandemia huele a invasión en toda regla. Mientras que no sabemos nada de ‘El Maestro’, Thomas Eichorst se consolida como gran villano dejando claras sus apetencias alimenticias y poderes. Eph es buscado por el FBI por el asesinato Doyle Redfern, el piloto, y los guionistas se han encargado de hacer que la nueva pareja de Kelly Goodweather sea el típico gilipollas integral dejando en la propia audiencia el pensamiento sobre su presumible y fatal destino. La idea es que los personajes traten de avisar a sus seres queridos y todos ellos (sí, todos ellos…) queden como auténticos locos paranoicos. ¿No era más fácil decir que está ocurriendo una Apocalipsis Vamp-Zombie y dejarnos de tonterías? No se molesten porque en esta serie el mundo es idiota y lo más inteligente es salir por patas de allí. La cuestión es que si los guionistas van a repetir los mismos recursos una y otra vez junto a esa lenta crónica de expansión del virus ‘vampírico’, transformación e incorporación a una gran horda que va a asolar la ciudad, vamos apañados. Véase el ejemplo de Fet en este capítulo avisando a personas y a su familia y, definitivamente, topándose con el horror en sus propios compañeros de trabajo y revelando que la luz solar aniquila a la ‘gama baja’ de esas criaturas. Por no comentar que, al parecer, si eres protagonista eres capaz de esquivar la lengua asesina y si no recibes un chupetazo mortal en el cuello ¿Y qué pasará durante un eclipse con las comunicaciones fallando? Pues realmente pasa poco o nada… 


El plan de los villanos es enredar todo tanto que ni siquiera las redes sociales (que tampoco pintan nada aquí) puedan desvelar la gran amenaza que va a suponer un giro para el destino de la humanidad. Sí, sí... internet va a funcionar súper-lento con ese hacker sacada de una pasarela de modelos pero se olvidan de que WhatsAPP va perfecto con menos de 64 kbps y es la red del pueblo... Eph es el paria elegido para distraer a los medios y Matt, la pareja de Kelly le delata al FBI. La traición supondrá una pequeña crisis de pareja mientras que Eph tendrá que usar su ingenio para salir de una situación bastante peligrosa con esos agentes obsesionados con el asesinato de un piloto cuyo cadáver deja claro que no era humano. ¿Importa? No, que somos el FBI y tenemos que endosar el marrón a alguien. Setrakian continuará su caza pero su corazón está ‘viejuno’ y sabe que necesita formar su propio ejército de creyentes para hacer frente a una inminente guerra contra las terribles criaturas. “The Strain” es cierto que sigue dando paso a la acción, suspense y sustos pero tampoco encuentra un rumbo correcto en sus vertientes dramáticas o trillada tensión sexual entre Nora y Eph como en su recta final que paraliza un beso cual nuestras neuronas. De hecho, Nora es un personaje que sobre líneas está bien trazado aunque nunca bien desarrollado. Su evolución sobre el horror a buscar la protección de Setrakian nos lleva a un punto de encuentro para el resto de personajes. Gus, por ejemplo, debiera ser otros de los personajes junto a Fet que se conviertan en guerreros a las órdenes de Setrakian, pero seguimos su avance en otros derroteros. En “Occultation”, Gus tendrá que hacer un trabajo para Eichhorst que no es otro que recuperar con ayuda de Jim Kent y su amigo los restos del ‘bicho’ de los sótanos del hospital St. Sebastian para deshacerse de ellos. Gus se dará cuenta de que Eichhorst no es humano y que resulta prácticamente invencible… aunque tanto su problema como el de su amigo Felix es hacer frente al vamp-zombie, el forense al que vimos ser atacado por los cadáveres en paradero desconocido, que liquidó a los agentes del FBI que custodiaban en un coche a Eph. Pese a que consiguen destrozar la cabeza de la criatura, los gusanos asesinos de la muerte tratan de hacerse paso a través de la mano de Felix y ambos son detenidos. ¿¡Y dónde estaba la policía antes!? ¡RACISMO! ¿O estupidez?



Mientras que “The Strain” nos dice «Soy tu salvación o tu perdición», el destino de Eph le lleva a la tienda de Setrakian y en el sótano están Nora y su madre para integrarse en el círculo de creyentes con el resto del mundo idiotizado salvo excepciones. Es hora de un nuevo plan pero, como siempre, lo sabremos en el próximo capítulo. Sí, aquí el truco es el famoso «En el próximo capítulo te lo cuento… espera… espera» y no sabemos si vivir en la ignorancia, en la indiferencia o en las dudas de Kelly Goodweather. ¿De verdad que alguien se cree ya lo de soy vuestro héroe? Como es mundo estúpido, nadie se va a dar a la fuga por una paranoicas palabras y lo suyo, como Fet, es rechazar una beca para graduarse de arquitectura y dedicarse a la autentica vocación por naturaleza del subgénero post-apocalíptico: matar ratas… o zombis… o vampiros… o vampiros-zombi-ratas. La peste parece (o parece que parecía) que ya va a invadir la ciudad y esas hambrientas alimañas van a tomar las calles con o sin eclipse porque, como bien nos comentaron al principio del capítulo, esta ‘ocultación’ es la señal de algo apocalíptico… aunque el final del mundo nos lo cuenten en 2016, claro. El eclipse, por cierto, patrocinado por Samsung... aunque aquí sus smarthphones sean simples ladrillos de compañía. 



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2 comentarios:

  1. La verdad que siempre me termino riendo con tus reviews. Muy buenas, y críticas. La verdad es que tambien caí en el amago. Pensé que el eclipse /recuerdos de Heroes tambien) iba a destapar algo menos efímero. Definitivamente esta narrada a cuentagotas. Al igual que el fallido encuentro que destacas entre los encargados de deshacerse del cuerpo. De todas formas cumple con su cometido esta serie, la noto bastante mejor en ritmo que extant, y cabeza a cabeza con Leftovers. Hablando del género en 2014.

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  2. Jajajaja, pero que buenas son tus criticas, la verdad es que según voy leyendo y voy comparando con lo que he visto, no puedo hacer mas que darte la razón.

    Lo que si me he dado cuenta es que ha cogido algo de ritmo, que sigue teniendo esos fallos pero bueno, en verano hay que ver algo. Me pregunto si todos estos errores serán subsanados en la segunda temporada, si es que la renuevan.

    Muchas gracias por esta reseña, ha sido un puntazo que te hayas animado a seguir viéndola.

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