Hubo un tiempo en el que “True Blood”, pese a las críticas, tuvo siempre atado (y bien atado) la marea tempestiva repleta de despropósitos. Alan Ball supo tejer una alegoría política y social dentro de una gran tormenta de ridiculez y sujetar firmemente el timón a base de un ‘exploit’ sin censura del género bajo el manto del material de Charlaine Harris. Ya sea por criticar riéndose (‘con’) —como ver ese recital de sangre, violencia, cursilería y desnudos— el público y los medios especializados quedaron adictos hasta la quinta temporada. Con el nuevo capitán comenzó el naufragio y, pese al éxito en números, esos ejecutivos de HBO que tanto hemos cuestionado por cancelar grandes series decidieron cerrar el cúmulo de críticas que se reían ‘de’ un catálogo de sinsentidos sin clase ni fundamento. Es una pena que “True Blood” se vaya a despedir con su peor temporada (tras su peor temporada). “Jesus Gonna Be Here” (7x01) y “I Found You” (7x02) no han estado a la altura. ¿Podrá estarlo “Fire in the Hole”? ¿Podrá hallar un mínimo de encanto el tercer capítulo de la séptima y última temporada de “True Blood”?
La primera secuencia de “Fire in the Hole” es perfecta para el dicho «relaja la raja» que sufre el estreñimiento vaginal del espectador ante tanta tontería. La introducción nos va servir para traernos de vuelta (o vomitarnos, todo sea dicho) a Sarah Newlin que ahora es Noomi y presumiblemente se oculta del mundo en el Instituto Dutta en Los Ángeles, siendo la amante del gurú. ¿Namaste, Guru Dutta? La cuestión es que su línea argumental en esta resolutoria temporada va a ir en paralelo a la de Eric, infectado por esa alegoría del SIDA (Hepatitis-V). En los Valle del Ródano y en una bodega, Pam tratará de convencer a su creador de luchar por vivir haciéndole recordar a los caídos… A Godric y Nora les conocimos pero a Sylvie no. Sus flashbacks van a tratar de dar forma a todo el entramado argumental retomando en 1986 el amor por la única humana que penetró el corazón del vikingo aparte de Sookie. En los viñedos del valle francés veremos esa sucesión de sexo y desnudos habituales tanto en la serie como ligados a Alexander Skarsgård. La cuestión es que La Autoridad (guiño y retorno de Nan Flanagan) trató de traer de vuelta a Eric tras sus muchas infracciones, planteando el escenario de Yokonomo Corporation y la llegada de la ‘TruBlood’. Eric manda a la mierda a La Autoridad y Pam, pese a ser fan de las vaginas francesas, saben que están en peligro. Eric solamente quiere lo mismo que desean hacer con él su nutrido número de seguidoras: fornicar y fornicar.
Puede interesar que “True Blood” ponga un rostro más ‘yakuza’ a Yokonomo Corporation dejando a Eric claro que La Autoridad le necesita vivo y que pagará su salida de tono y camino con la muerte de Sylvie o Pam. Pese a que Eric eligió ser él el sacrificado, sabemos el destino de la elección. Eric se decanta por Pam viendo la muerte de su mortal amada. Pam, en el presente, no encuentra un motivo para hacer que Eric quiera regresar a ese mundo que ha dejado atrás y esa ‘ostra sin gusto’ (por no decir coño)… Ah, Pam confirma que Tara está muerta. ¡Qué cutre! ¡Qué cutre todo! Pam, con lágrimas de sangre corriendo por su rostro encuentra un fleco de interés: Sarah Newlin vive y permanece oculta. Eric ha encontrado un motivo como la venganza como motor anímico y vital. Mientras tanto presenciaremos cómo Yokonomo Corporation —y esos mismos hombres que décadas atrás acabaron con Sylvie— entra en el Instituto Dutta de Los Ángeles sin invitación para que otra ‘bodega’ salve a Sarah Newlin pero conozca en su agónico silencio la sangre tras la muerte de su amado gurú. ¿El cielo que era su propia vida se ha tornado en infierno? ¿Y no registran la propiedad los yakuzas? Por favor, nada de seriedad e inteligencia que esto es la última temporada de “True Blood”.
En Bon Temps, Sookie decide con la ayuda de Bill atraer a los vampiros infectados al bosque para darles caza. El plan es una ‘shit’ y evidentemente la ausencia y escapada de Sookie pone de los pelos lobunos a su novio Alcide. Digamos que “Fire in the Hole” va a servir tanto para reagrupar a todos los implicados en el ataque sufrido por el pueblo siguiendo con la evolución de dos tramas bastante poco jugosas. Que Lafayette y James se van a enrollar esa relación de risas, historias que no interesan a nadie y drogas, es evidente. Es más, Luke Grimes ya nos hizo el spoiler de rigor… La cuestión es que James tiene novia y demás ‘shit’. ¿Nos importa? No. Tampoco nos interesa la adicción de Lettie Mae, su búsqueda de Tara hablando dothraki y el reverendo Daniels mandando educadamente a la ‘shit’ a Willa Burrell. El personaje de Lettie Mae únicamente funcionaba para potenciar los conflictos de Tara. Muerta la ‘perra’ también murió la ‘rabia’ y no sabemos por qué los guionistas dan vueltas a todo esto salvo que las visiones de la madre de Tara tengan un final mitológico y demás ‘shit’. ¿Nos importa? De momento, no.
La cuestión es el avance de la trama troncal de la temporada. Los paletos armados dirigidos por Vince van a dar por concluido el cameo de John Cameron Mitchell mientras que Jessica y Andy liberan a Wade y Adilyn y les ponen al día. Es momento de coger refuerzos de la mano de Jason y Violet al mismo tiempo que Sookie y Bill se ponen al día. Los vampiros infectados salen de casa llevándose a Holly por ‘bruja’ y Sam y Alcide coinciden. Es inevitable que sus caminos acaben unidos pero vamos por partes. Andy, Jason y las vampiresas se topan con el puesto local de control redneck y Maxine culpa a Jessica de que Hoyt abandonara su hogar materno. Su madre siempre quiso venganza frente a la pelirroja y es forzosamente previsible que acabe disparando a Jessica. ¿La mata? No, es alcanzada en el hombro aunque no cicatriza mientras que Violet saca el corazón de Maxine para disolver al grupo de Vince. Los flashbacks de Bill dan la impresión de tener un fondo y descubrimos que Alcide quiere ‘camada’ y Sookie se encuentra ante otro inevitable punto de giro en su vida. ¿Y el clímax? Los vampiros infectados sabían que había vampiros que protegían a su futura comida y utilizan a Holly Cleary ‘picoteada’ para confundir a Sookie y plata para reducir a Bill. ¿¡Y ESE era el plan!? Sam y Alcide salvarán a Bill mientras que Jason, Andy y las vampiresas comienzan los fusilamientos del grupo de enfermos chupasangres. Sookie se pondrá como una participante de la Tomatina de Buñol y será limpiada en un riachuelo cercano para evitar que quede infectada. ¿Lo estarán Holly y Arlene? ¿Nos importa? Sí nos importa que un par de vigilantes pueblerinos que sabíamos seguían la pista de Sam y Alcide abran fuego asesinado a… ¡Alcide! Un momento, matan a Alcide. ¿¡Y quién va a poner cachondas a las marujas más tradicionales!? ¿¡QUIÉN!? El grupo acabará con Lou y el otro gañán que acechaban entre los matojos y arbustos y encima el joven recibirá un sermón de Andy antes que se pudra allí. Jessica indica a Sookie que están a tiempo de convertirle pero, para mantener el tono cutre (podemos ver el vapor que emana de su cuerpo al darse un chapuzón en ¡agua caliente!), decide que no volverá a repetir lo de Tara. Pues eso, que se ha muerto Alcide Herveaux… y se murió desnudo enseñando el culo por 8.598.466 ocasión. ¿A alguien le extrañaba? ¿Las marujas y adictas al abdominal llorarán desconsoladas el adiós del culo más culo de “True Blood”? ¿El club de fans del trasero de Ryan Kwanten celebrarán su muerte para que no le quiten el récord? Y al resto: ¿nos importa?
Adiós culo y abdominales con ojos... Adiós. |
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