Utopia (2x04) Capítulo 10: El ajuste

Nos aproximamos a la recta final de la segunda temporada de “Utopia” y es buen momento de considerar el bando de algunos de los personajes que nos han sorprendido con giros divisados en el anterior episodio. El cuarto episodio de la nueva entrega de la serie de Channel 4 va a dejarnos más claro si cabe todo el plan que preparan los villanos para infectar a toda la población con ‘Janus’. Sabemos que Philip Carvel hizo un ajuste y que el interés de La Red por encontrar a Jessica Hyde se debía a completar y confirmar su plan. La propuesta de Dennis Kelly hace que el propio espectador se posicione al contemplar que, en realidad, los grandes villanos de la serie quieren ‘salvar’ al mundo. El problema es el precio y Milner es prueba de todos los sacrificios y brutales asesinatos que lleva cometiendo durante 40 años en su carrera profesional siendo el Sr. Conejo. Da cierta impresión de que “Utopia” pudiera pivotar sobre un relevo generacional haciendo que Wilson Wilson se hiciera cargo del plan y que los hijos de Carvel también tuvieran que elegir bando y salvación. ¿Podrán hacerlo al saber que su padre está vivo? ¿Llegarán a tiempo de los planes de La Red para el inminente V-Day? Recordemos, los ‘malos’ van a liberar un brote real de ‘gripe rusa’ poniendo en riesgo la vida de decenas de miles de personas para conseguir ese objetivo llamado ‘Janus’ que haga realidad esa ‘utopía’ en la que salvarán al mundo… causando un genocidio previamente.

Vamos a comenzar muy fuerte observando cómo va a gestionar La Red la infección ya que dispone de agentes durmientes a los que han lavado la cabeza indicándoles que sus actos salvarán el destino de la humanidad. Seguiremos a uno de ellos dejar a su familia después de una apacible cena tras una llama telefónica y acudiendo a un lugar secreto en el bosque que bien pudiera ser una instantánea de “Perdidos”. Desde una escotilla sacará una bombona para dejarla perfectamente oculta en su camioneta y estacionarla en un aparcamiento (de un aeropuerto). Asegurándose de que nadie le ha seguido, asesinará brutalmente a su familia con una pistola y él mismo se dará un tiro para darnos de nuevo la bienvenida a esa violencia y medios que utiliza la organización secreta para borrar sus huellas. Más tarde, veremos que Milner arrastra a Wilson Wilson al lado oscuro y ese ‘el fin justifica todos nuestros medios’ revelándole a otro agente durmiente que ‘fumigará’ con el virus a través de avionetas zonas bastante pobladas generando que la gripe rusa (esta vez real) se desate por el mundo provocando cientos y miles de muertos que irán creciendo potenciando que todo el mundo se vacune con ‘Janus’ ¿Wilson Wilson acabará convertido en un creyente? Pero, ¿qué ajuste tiene la proteína que incluyó Philip Carvel? 

La respuesta la tiene la propia serie y ese primer capítulo de la segunda temporada que nos revelaba en una gran flashback toda la mitología de la serie. Los protagonistas descubrirán a través de un traductor de ‘google’ (¿no habíamos quedado en que hacer una búsqueda allí puede causar tu muerte?) que Anton/Carvel habla en romaní desatando el humor negro y absurdo gracias a un rumano que ofrece sus servicios a la traducción. Carvel tiene un tatuaje en el brazo y nos evidenciarán que estuvo en un campo de concentración cuando era un niño y confirmará que el ajuste afecta a las razas. ¿A una raza? ¿A todas menos una? ¿La venganza de los judíos y/o las víctimas del nazismo? Carvel deja de ser, por más momentos, Anton y habla inglés formalizando el plan de La Red y aquello que perpetró junto a Milner para salvar al planeta. Carvel no pudo soportar el peso moral y realmente este episodio se va a centrar en esos matices que sobrevuelan a los personajes. También va realizar un sardónico retrato de esa población sumida en vídeos virales absurdos que dejan de leer los titulares de las noticias a pie de página. Parece que La Red sabe cómo planificar su plan y, como nos reveló Milner, llevan años trabajando y meditando la mejor opción. No hay otra. Todas esas masacres son por un bien común y será Wilson Wilson aquel que deberá tomar una decisión vital sobre el destino del hermano de Ian y unos agentes del MI5. Milner es una reina de la manipulación y también cree firmemente en esa visión que ideó junto con Carvel, su gran amor imposible. El capítulo cerrará con el paso de Wilson Wilson al lado oscuro asesinando a todos por ese ‘bien común’ e inminente matanza que salvará el futuro de la humanidad. Dicha contradicción choca en sí como la revelación del pasado de Anton/Carvel: un ¿judío/gitano? que no pudo finalmente perpetrar un genocidio pero que ciertamente añadió un ajuste racial sobre el que se recreará la recta final de la temporada.

La moral es un tema fundamental en este episodio pero también tenemos que disponer de avances argumentales. Recordemos que Jessica fue acogida por Dugdale y éste no puede traicionarla revelando tanto en imágenes como de viva voz algo que ya conocíamos: La Red tiene a su familia. Todo se complica con la llegada de Ian y una Jessica más salida que el pico de una mesa de la que no sabemos si hay amor o interés al colocar un smartphone con el que seguramente rastrear su paradero. Se supone que quería echar un polvo y hacerse (con) unos huevos. Conviene rememorar la crisis de pareja entre Ian y Becky que parece aclararse con un ataque de sinceridad de la chica y el silencio del chico ante su ¿infidelidad? El capítulo va a jugar con el cruce de información partiendo del trato de Arby y Lee para que aquella que consideró su familia el hijo de Carvel obtenga un futuro con vida y nuevas identidades. He ahí la mayor emoción que hemos visto en Arby y la interpretación de Neil Maskell nos revela todo aquello que ofrece su personaje. Con la parte del trato cumplido por Lee es hora de que Donaldson pase a mejor vida ya que, en realidad, su personaje no aportaba ya nada desde que facilitó la información que necesitaban los protagonistas y el motivo por el que le quería muerto La Red. Las reglas han cambiado y el Sr. Conejo quiero con vida a los chicos mientras que Grant se entera por Ian que Anton es Carvel y el joven —en esos brotes de la edad del pavo y el trauma de que seas un fiambre para la sociedad— le cuenta todo a Arby. Previamente, Ian no le reveló nada a Jessica sobre su padre ni tampoco Jessica a Ian sobre el Sr. Conejo pero sí a Dugdale. ¿Qué lío? Para nada. Todo está medido ya que Milner —el mal encarnado— pasará por casa de Dugdale y descubrir que le ha mentido sobre Jessica/Ian. Ay, las Biblias. Ay. En resumen: Milner va a liquidar a Dugdale pero Jessica, que parecía que había abandonado el lugar, aparece por su espalda con una pistola para finiquitar el asunto… Previamente Milner había recordado a Wilson Wilson que es ella la única persona que puede activar la operación de la infección de la gripe rusa y evidentemente no puede morir allí. ¡NO PUEDE! Milner saca el tema de su padre para que todos vayan juntos. ¡Ni que fuera “El mago de Oz”! O tal vez sí… en su versión novela gráfica pop-pulp y vertiente gore-contemporánea. 

Para liar todo el asunto, Arby se pone a matar a todo aquel que se pone por su camino tras la revelación de Grant y el traductor rumano sabíamos que no iba a durar más allá de un par de secuencias. ¡RACISTAS!, gritará desde el más allá. Sabemos que los protagonistas tienen enchufe y esquivan las balas más que las falle Arby aunque Ian se salva por la intervención final de Grant. Arby tiene a su padre y también a Grant sin que sepamos sus intenciones aunque sí conocemos que la serie va a seguir formando un laberinto para su recta final. No obstante, el gran mérito de “Utopia” sigue siendo que es capaz de utilizar la frase recurrente e aportación icónica pop a estas alturas («¿Dónde está Jessica Hyde?») y sigue funcionando como el primer día. 

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