Después de la filtración del piloto de “The Flash” —que dejó (muy) buenas reacciones a todo aquel que picó el anzuelo en la red— ha llegado misteriosamente y por la misma vía el primer episodio de “Constantine”, que no verá la luz en televisión en NBC hasta el 24 de octubre de 2014. ¿Y la semana que viene también aterrizará en internet el piloto de “Gotham”? En realidad, son las tres series sobre las que los fans de DC Comics tienen puestas sus miradas en el presente año. Si la mayor preocupación de la ficción protagonizada por Grant Gustin es que puede convertirse en la peor y más superficial versión de “Smallville” —aunque presumiblemente los showrunners y guionistas han tomado nota de todas las críticas positivas y negativas—, aquella que genera la serie que monopoliza Matt Ryan es que pudiera desviarse hacia una nueva “Sobrenatural” en sus planteamientos y estructura semanal. De acuerdo, en NBC llorarían de la alegría y aplaudirían hasta que en vez de manos quedase muñones si consiguieran un show que llegara a 10 temporadas y con un alto nivel de popularidad como el que ha propiciado la ficción de The CW. Otra cuestión es que ese acercamiento pudiera convencer a los fans ‘Hellblazer’. Del tabaco no hablamos porque ya conocíamos que la imposición de la cadena iba a marcar ese rasgo característico del personaje. El cómic creado por Alan Moore tuvo una adaptación cinematográfica (“Constantine”, 2005) que no gustó en absoluto a los seguidores de la publicación de Vertigo Comics. ¿Lo hará la serie? ¿Qué ha deparado el piloto?
El piloto de “Constantine” (serie, que no ‘Constantirrín: The Movie by Keanu Reeves’) nos presenta aquella que va a ser la mecánica argumental e introducción de los personajes. Tal y como simplifica la sinopsis oficial: «John Constantine se especializa en ser el infierno… para el infierno». Partimos de una institución mental para conocer sus conflictos y temores ya que su alma ha sido condenada al infierno debido a la muerte de una pequeña llamada Astra arrebatada por el demonio Nergal. Pese a su chulería, ingenio y su conocimiento de las artes oscuras, todo lo anterior provocó que dejara de ayudar a los demás deseando olvidar todo. Será en ese psiquiátrico donde también surgirá el motivo para volver al mundo terrenal: Liv, la hija de uno de sus más viejos amigos, ha sido marcada por los demonios y condenada a morir. Constantine tiene que salvarla, conocer la identidad del demonio que está detrás de ella, presentarse y, evidentemente, introducirnos tanto el cómo como el por qué. Y, rapidito, que me quitan los melones. Liv, al igual que su padre, tiene el poder y capacidad de ver otro mundo tras nuestro mundo y poder predecir sucesos sobrenaturales. Una amenaza terrible y misteriosa, además, está ascendiendo desde las sombras poniendo en riesgo a todos y aumentando la preocupación de los ángeles. Tras frenar al demonio que ponía en peligro la vida de Liv, la joven estará concienciada de su nuevo don, de por qué las criaturas del infierno quisieron quitarla del medio y de la posibilidad de salvar vidas de los inocentes gracias al talento y ayuda de Constantine. En resumen, que ambos viajarán por distintos lugares localizando a demonios gracias al poder premonitorio de Liv (y su medallón familiar) y haciendo que Constantine les mande de vuelta al infierno… con la esperanza de derivar también el destino de su condenada alma. ¿Simple, efectivo y sencillo? ¿Imposición de una pareja femenina porque funciona mejor de cara a la audiencia? ¿Podría ser mejor o su empaquetamiento en la televisión generalista ha ofrecido un show más enfocado al gran público con los desvaríos menos molestos de cara a los fans del cómic y personaje original? ¿Tenían que haber contratado a Sting y dejarse de tonterías?
“Constantine” de NBC era a priori el proyecto más débil de las tres apuestas de Warner/DC Comics. El piloto (auto)filtrado confirma que está por detrás de “The Flash” aunque no es una serie descartable pese a las malas vibraciones que pudiera haber provocado su trailer. Detrás del drama plagado de elementos fantásticos y creado por Daniel Cerone (“El mentalista”, “Dexter”… “Embrujadas”) se encuentra gente como David S. Goyer y Neil Marshall, el señor que dirigió “The descent” pero se hizo famoso llevar el timón de los capítulos ‘con batalla’ de “Juego de Tronos”. Calidad (pese a su cacareado bajo presupuesto), por lo tanto, tiene el proyecto; otra cuestión son los intereses de la cadena por engendrar un show que atraiga a muchos espectadores. Recordemos que NBC ‘cancela’ todo y casi todo —salvo el lado abdominal de bomberos, policías y ahora doctores (“The Night Shift” ha sido su éxito del verano siendo renovada)— y salvo esa superviviente llamada “Hannibal” únicamente se ha quedado con esa gran bombazo de temporada titulado “The Blacklist”. En realidad, hay que fijarse en otra de las series que está sobreviviendo en esa complicada cadena. Me refiero a “Grimm”, que ha llegado a una cuarta entrega para el próximo otoño y ciertamente parece el punto sobre el pivota “Constantine”. Se nota que los productores de la serie han tenido que lidiar entre esos dos frentes: la ‘comercialidad’ que impone la cadena y el ‘respeto’ hacia el cómic al que obligan los fans. En ese limbo, tienen que meter la complejidad del personaje y de la mitología que le rodea y la oscuridad que caracteriza el material original… porque precisamente NBC cuenta entre sus shows con las mencionadas “The Blacklist” y “Hannibal”, que le han permitido ofrecer otro tipo de variaciones más adultas al público triunfando entre público y crítica respectivamente. Eso sí, que Constantine no fume (claramente, vagamente, directamente) que se nos van los anunciantes… aunque es política de la cadena.
De este modo, el piloto de “Constantine” ofrece millones de cucarachas, demonios violentos y, por supuesto, muchos efectos visuales para dejar claras sus intenciones. No esperen un elenco numeroso porque el asunto queda despachado con Matt Ryan en la piel de John Constantine y de Lucy Griffiths (a la que vimos como ‘hermana’ de Eric en “True Blood” un par de temporadas). Como secundarios, el escudero ¿inmortal? de Constantine —Chas Chandler (Charles Halford)— y el ángel guardián Manny (Harold Perrineau). Así que con esa mecánica tan rutinaria como el propio piloto en sí, tenemos ese arco argumental para la temporada con una gran amenaza y multitud de casos sueltos por capítulos gracias al olfateo del mal y poder de Liv. No digan “Buffy Cazavampiros” hasta que por allí se asome ‘El Primero de los Caídos’ aunque las incapacidades de la propia serie dan la impresión de ser imposiciones de la cadena. Que los fans no esperen tampoco tantos easter eggs como en el piloto de “The Flash” —salvo el casco del Dr. Destino que ya fue divisado en el trailer— y sí un aluvión de efectos visuales para retratar esa atmósfera de terror sobrenatural. Y todo barato-barato, como los melones que nos acaban de quitar de las manos. No obstante el acierto, de momento, es el fichaje de Matt Ryan y el potencial que pudiera tener la serie teniendo en cuenta que deberá mejorar el ritmo o los diálogos. “The Flash” apunta más alto pero “Constantine” y “Grimm” forman buen y comercial equipo para la noche de los viernes de NBC. Otra historia es que queramos otro tipo de show distinto al ofrecido y que fuera emitido por televisión por cable, evidentemente. Ahora, nos queda ver si toman nota de la opinión del público… que es aquel que decide siempre en estos casos y matizan sus defectos.
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