martes, 22 de julio de 2014

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The Strain (1x02) The Box: El ataque de los vampiros Calimero

Después del primer capítulo de “The Strain”, Night Zero” (1x01), llega la hora de confirmar si merece la pena seguir los pasos de la propuesta de Guillermo del Toro y Chuck Hogan valiéndose de su trilogía de novelas. Obviamente sabemos de antemano que vamos a perder el factor sorpresa aunque siempre cabe una reformulación en la adaptación siguiendo los pasos de The Walking Dead, dilatando o remodelando las tramas y personajes según las necesidades de la propia serie. “The Box”, segundo capítulo de la primera temporada de la ficción de FX, tampoco es que cambie demasiado el timón de una producción fácilmente criticable y en la que cualquier espectador puede convertirse en un sediento hater que quiere hacerse con el cuello del director de “El laberinto del fauno”. Podemos reprochar desde la rata muerta que le han colocado encima de la cabeza a Corey Stoll hasta un delirante argumento, sus recursos facilones entre personajes que no despiertan ningún tipo de afecto o simpatía por parte de los televidentes. Antes de que el hype se convierta en pandemia, lo suyo es mantener los colmillos silenciados y esperar si “The Box” nos aporta las señales que necesitamos para que la rabia se transforme en interés. ¿Podrá hacerlo “The Strain”? ¿O se nos acabará cayendo el pelo junto a cientos de neuronas por segundo? 

Si usted ha visto los dos primeros capítulos de “The Strain” y ha quedado encantado con el asunto, evidentemente permanezca en sintonía. Ha encontrado su serie de verano y con el adiós de True Bloodtendrá su pasatiempo de género de cabecera hasta que llegue en otoño, invierno y primavera tanto The Walking Dead comoAmerican Horror Story. Olvídese dePenny Dreadful y mucho más de la cancelada Dracula de NBC. El producto de FX ofrece algo distinto a esa sobredosis dentro del catálogo de la competencia. Obviamente la intersección con el subgénero postapocalíptico —y tejer una trama que halle la intersección entre el vampirismo y una pandemia mundial a golpe de gusanos y dosis de thriller con múltiples personajes y puntos de vista— poco o nada tiene que ver con los vampiros de The CW. Mucho menos con Sleepy Hollowde FOX, la onda Grimm sobre la que pivotará Constantine y mucho menos con los chupasangres de From Dusk Till Dawn. La cuestión es que los rivales bien pudieran ser complementarios como los asesinos célebres retratados en Bates Motel y Hannibal o Hemlock Groveen los márgenes de una serie que ya quisiera ser de culto. En definitiva, “The Strain” tiene su entidad propia aunque haya que rebajar el nivel de diálogos y personajes que se le podrían pedir a la televisión por cable. Digamos que nos encontramos ante un homenaje a los géneros sobre los que recrea como un eficaz pasatiempo realizado con medios y factura muy apetecible a todo tipo de paladares. Su secreto no es que tengamos a un héroe marcado por esos conflictos y problemas (familia, alcohol, lucha de la custodia de su hijo) de cartón sino con una sucesión de eventos que nos mantengan alerta.

Sujetando la peluca de Corey Stoll

Podemos ponernos quisquillosos con la ya mencionada rata muerta por pelucón o que esos vampi-zombies adictos al beso con lengua, de momento, no nos dejan con demasiado interés. Esperamos ansiosos que ese doble de Marilyn Manson y una versión judía de Abraham van Helsing satisfagan ciertas cuotas y concesiones propias. En “The Box” seguimos con personajes cometiendo los mismos errores que una scream queen en un ‘slasher’ y no entendemos —por mucha conspiración de ese ‘The Master’ y sus allegados— que dejen salir de cuarentena a cuatro muertos vivientes que tienen los ojos como si La Leti o Pocholo se hubieran metido dos veces todo lo que vendían los camellos de Ibiza durante una noche entera en el Space. Poco nos creemos que esos supervivientes consigan zafarse de su aislamiento por sus contactos junto a una campaña de desinformación (vía monóxido de carbono) orquestada por los villanos. En fin, que consiguen su objetivo por necesidades del guión… aunque sea cierto que la pasta es la pasta y no van a cerrar el aeropuerto para que nos quedemos sin serie y otros sin una facturación de cientos de millones. Además, ¿podrían parar el brote los protagonistas a estas alturas con los fiambres en fuga en la morgue? 


Está claro que “The Strain” plantea una serie coral con muchos personajes y en “The Vox” tenemos la presentación de Vasiliy Fet (Kevin Durand) que trabaja en la Oficina de Control de Plagas y le veremos sujetar la peluca de Corey Stoll. Forma, en parte, un encadenado para ir atando a distintos personajes. Por ejemplo, Gus deja ‘la caja (de la muerte)’ y nos interesa que la historia esté trenzando con su madre y hermano, que no es otro que el gañán que trató de asaltar la tienda de Abraham Setrakian. El provecto viejo loco recibirá la visita de Thomas Eichorst para revivir su antigua historia presumiblemente entre un nazi y un judío en un campo de concentración. El ataúd ha cruzado el río y Eichhorst da la impresión de haber planteado su venganza dejando incapacitado a aquel que liquidó a otro vampiro llamado Riverhaven. Me gusta la idea de ese dedo apretando el cristal por parte del pérfido villano, creando una jugosa y sonora tensión en la audiencia con un modo más inteligente que el susto vía decibelios. También nos interesa esa presentación de ‘El Amo’ a ese personaje que interpreta Jonathan Hyde y en el que comprobamos que el vampiro (de los vampiros) tiene una presencia similar en apariencia al gran villano de “El misterio de Salem's Lot”. ¡Y qué aires! ¡Y qué garras! ¡Y qué calva!


Como la historia tiene que avanzar (aunque no avancemos demasiado) Eph y Nora se quedan fuera del caso y los supervivientes eluden la cuarentena, pero el piloto colabora con ellos por el comienzo de los efectos secundarios de su ¿enfermedad? y que huele a mojón vampírico y conspiración en el ambiente... “The Strain” juega mucho con la luz ultravioleta, los sedientos gusanos adictos a la hemoglobina y esas lenguas que no sabemos muy bien como cortan siendo tan resbaladizas en los cuellos ajenos. ¿Llevan una navaja suiza en su interior? La serie nos avisó desde su arranque de esa hambre como un gran todo y primera lección vital del ser humano… y también de aquel que deja de ser humano y lucha entre su sed y su amor. Todos estos conceptos vamos a retomarlos en la recta final. Si en Night Zero” (1x01) cerrábamos con la niña de “Los miserables” volviendo a su hogar hecha una evil-baby-vampire, un baño nos va a presentar que su hambre va a ser paliada con aquello que tenga a mano… incluido su propio padre. Antes, aquel que atacó a Eph, confiesa que su hija está viva dejando una nube de tentáculos sobre la cabeza del protagonista de la serie. Desde el otro lado de la pantalla, no paramos de gritar: ¡la ciudad está siendo tomada por vampiros-zombies-que-se-van-a-quedar-calvos! ¡Por Vampiros-Calimero! ¡Rápido, haced algo! ¡Por Vampiros-Calimero! ¡HACED ALGO YA! ¡Por Vampiros-Calimero! Pero nadie aquí, al parecer, quiere mover un dedo hasta que sea demasiado tarde y el pelo comience a llenar los salones y habitaciones de medio mundo. ¡Qué cruja el cristal! ¡Que comience esta serie! ¡PERO YA, que se nos cae el pelo!



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2 comentarios:

  1. OTRA DECEPCION COMO WAYWARD PINES. HISTORIA ABURRIDA. PERSONAJES SIN NINGUNA EMPATIA CON EL ESPECTADOR. GUIONES RUTINARIOS CALCADOS DE TANTOS TACHOS DE BASURA TELEVISIVA.. SI LA VIERA GUILLERMO DEL TORO SE ABURRIRIA. - ¿COMO? ¿QUE DEL TORO ES EL QUE LA HACE? ENTONCES ESTAMOS AL HORNO CON PAPAS.

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