Serie de TV
“Hemlock Grove”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
Una adolescente es
brutalmente asesinada, desatando una cacería para encontrar a su asesino… pero,
en una ciudad donde todo el mundo esconde un secreto, ¿van a ser capaz de encontrar
al monstruo que habita entre ellos?
Lo primero es el
terror… pero para la propia serie (y sus espectadores). ¿Merece la pena ‘perder’
el tiempo con “Hemlock Grove” y sus
primeros 13 capítulos? Bastardo
servidor lo ha hecho aunque no es capaz de
implicar a otros hasta que Netflix decida continuar o no con el
proyecto. Se rumorea que la segunda
temporada está más cerca que de la propia cancelación de la serie, pero la sensación definitiva de la
producción para televisión del creador de “Hostel”
es que no ha sabido concebir correctamente sus ideas. Entre malas críticas y
opiniones para todos los gustos, “Hemlock
Grove” emerge en tiempos en los que “American Horror Story”, “Crónicas vampíricas” y “True Blood” se han consolidado como fenómenos televisivos. No es que la serie
que monopolizan Bill Skarsgård y Landon Liboiron, bajo las atentas
miradas de sus madres (Famke Janssen
y Lili Taylor), sea capaz de
despertar amores y horrores entre fans y haters, sino que su primera temporada
llegue y defina cierto asombro en su audiencia. Bien, no es tan mala como la
pintan unos… aunque está completamente desaprovechada en el 90% de las ocasiones
negando la razón a los ‘otros’: muchas veces torpemente dirigida tanto a nivel
de puesta en escena como de actores, sin sentido absoluto del ritmo, con
poquísimo mimo y calidad de guión y cuyo asesinato principal es no saber
plasmar correctamente las brillantes imágenes (recreadas sobre lugares comunes)
impidiendo fomentar cierto halo de culto.
Si Netflix
acertó sobradamente con “House of Cards”,
esta ‘otra’ ficción ha provocado una constatada división y unas generales malas
críticas. ¿De verdad es tan irregular “Hemlock
Grove”? Las intenciones de la serie de 13 episodios es querer recopilar
numerosos elementos potenciados individualmente en otras propuestas. Tenemos
hombres lobo y ‘vamprios’ (upir, en este caso y encima Bill Skarsgård es el
hermano de Eric en “True Blood”) que
podrían recordarnos a “Crespúsculo” con
amores adolescentes por medio, una
intriga y conspiraciones que invitan a evocar a “The Gates” y una aureola forzada de culto que da la impresión de
estar ligada a una revisión de “Carnivàle” en territorio teen de institutos. Tiene sus detalles
con la idea del heredero de un imperio que se corta para marcar con su sangre a
sus amantes, que tiene el don de hipnotizar a sus enemigos con su mirada y la
complejidad que le rodea con una madre que oculta algo tras cientos de
máscaras. Unos brutales asesinatos van a ser el motor del suspense junto a un
reparto coral y recital de sospechosos. La serie no es tan inquietante como
pretende y parte de sus problemas pudieran ser que llega en un momento en el
que AHS y “The Walking Dead” dominan sobre el género y en la fantasía que
genera “Érase una vez” nada como pez
en el agua. Sin mencionar el potencial fan de “Crónicas
vampíricas” y
“True Blood”…
Una gigante
mutante, un embarazo angelical, visiones, una Orden del Dragón que caza a criaturas
de la noche… La cuestión es que Eli Roth
deseaba morder y despedazar a su antojo todos los elementos y entrañas de “Dark Shadows” y “Crepúsculo” y escupirlas sobre “Twin Peaks” con innumerables homenajes a clásicos del fanterror. Los resultados son bruscos
porque el guión no está demasiado perfilado y sus recursos de guión son auténticamente
pobres y elementales. Y sabemos que si el ingenio no habita entre la arrogancia
de una propuesta que desea crear un halo de culto. Los 13 capítulos oscilan
entre detalles y breves incisos notables, un arsenal de secuencias muy
desaprovechas —ya sea por las deficiencias interpretativas de Liboiron y Skarsgård— y la sensación de muchas posibilidades que no llegan a
un objetivo concreto por mucho flashback explicativo. A medida que avanza la
primera temporada, “Hemlock Grove”
se introduce muchas veces en territorios farragosos de los que elude salir con
ayuda de elipsis y huecos narrativos dentro cierto backstory que propicia el suspense al propio espectador. Algunas
situaciones alcanzan el ridículo y otras no están tan hábilmente acabadas y
perfiladas como deberían. ¿Debió pedirle Eli
Roth un buen repaso a los libretos que conforman su primera temporada?
Desde luego… y a juzgar por el resultado al completo sí.
¿El
veredicto final a sus primeros 13 capítulos? Algunas (muy pocas) cosas
brillantes y el resto entre la incoherencia interna y la sensación constante de
que los guionistas han decidido colocar elementos sugerentes sin saber manejar
realmente las bestias con las que estaban lidiando. Al final, acaban devorados…
y el espectador calvo y huyendo del lugar donde se escribió una crimen llamado
falta de buen gusto. Prueba de ello podría ser el final: dispuesto porque sí… para
ver si cuela una segunda temporada y una secuencia de cierre pésimamente
filmada y sin sentido del tacto necesario para dejar un bello cadáver con aroma
de culto. Aquí, simplemente, huele a muerto y es, como en todo funeral, una
pena.
[Recientemente Netflix ha confirmado la renovación para una segunda temporada]
[Recientemente Netflix ha confirmado la renovación para una segunda temporada]
Por alguna razón, la serie engancha. Al pasar los capítulos uno entiende cada vez menos de qué va la cosa, pero hay algo que nos hace seguir viendo y viendo. Quizá la calidad de los actores, que no podemos negar. La historia queda a deber bastante, pareciendo al principio que será un thriller como pocos, con personajes interesantes por separado, pero que terminan abrumando al pasar los capítulos.
ResponderEliminarAlgo en lo que no coincido mucho es en el guión, a mí los diálogos me parecen ingeniosos e impecables. Creo que eso y el reparto actoral es lo que me motivaron a seguir viendo algo que definitiva no tenía ni pies ni cabeza.