“R3sacón”
EEUU
Director: Todd Phillips
2013
Título original: “The Hangover Part
III”
Sinopsis (Página
Oficial):
Han
pasado dos años. Phil (Bradley Cooper),
Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) viven una vida tranquila
y feliz. Ya no tienen tatuajes ni cuentas pendientes. La última vez que oyeron
hablar de Leslie Chow (Ken Jeong),
un imán de los desastres, le habían encerrado en una cárcel de Tailandia y,
gracias a ello, empezaban a recuperarse de sus noches locas en Las Vegas y de
los raptos, disparos y persecuciones a cargo de los traficantes y mafiosos de
Bangkok. El
único miembro de la manada que no está satisfecho es Alan (Zach Galifianakis). La oveja negra del grupo sigue sin propósitos
personales, ha abandonado su medicación y se deja llevar por sus impulsos, lo
que para él significa no tener barreras, ni filtros, ni juicio. Pero finalmente
una crisis personal le obliga a buscar la ayuda que necesita. ¿Y
quién mejor que sus tres mejores amigos para ayudarle a dar el primer paso? Esta
vez no hay boda ni despedida de soltero. Nada puede ir mal. Pero con la manada
nunca se sabe.
“R3sacón” emprende su combate en la batalla de
lo políticamente incorrecto tanteando el lado destroyer del homenaje chinoise
a héroes cinematográficos intocables como “Cadena
perpetua”, con la muerte por decapitación de un simpático animal dando pie
a otro cumplido a “Destino final 2”
y, finalmente, destrozando los patrones de la muerte paterna con kilotones de
humor negro en otro homenaje a “La
profecía”. Aquí, Demian tiene 42 años y no toma la medicación desde hace 6
meses y su infierno parece desplegarse sobre los protagonistas de “Resacón en Las Vegas” y “Resacón 2, ¡ahora en Tailandia!”. Se
acabaron las resacas y la reconstrucción de crímenes pasados, se concluyó la habitual
estructura y marca de distinción sustentada por la épica de protagonizar una típica-película-de-Guy-Ritchie con resortes y conexiones coenianas con “El gran Lebowski” gracias al fichaje
de John Goodman. Los protagonistas (la
manada) tienen 3 días para salvar a su amigo Doug… y el espectador 3 minutos
para poner su cerebro a salvo: ¡SALGA CORRIENDO Y DEJE DE VER “R3sacón”! ¡LOS DAÑOS SON
IRR3V3RSIBL3S!
Alan (Zach Galifianakis) deja claro a Stu (Ed Helms) el funcionamiento de la trilogía:
«Phil (Bradley Cooper) hace todo el
curro, yo soy su ayudante y tú pones cara de idiota». Lo único interesante de “R3sacón” es la impresión de que Todd Phillips desea culminar su
venganza contra PETA tras las numerosas críticas recibidas en la anterior parte
por ‘dejar’ fumar al mítico mono protagonista. En su despedida final se dedicará
a decapitar jirafas, masacrar gallos de pelea alimentados con cocaína y pollo,
lanzado pullas a las protectoras de animales y asesinando a perros por
envenenamiento. No sé si existe un mainstream
de adultos amparados en ese Rated R en el que nadó cual tiburón
asesino “Resacón en Las Vegas” allá
por 2009, pero el tiempo ha pasado y no me convencen en absolutas las actuales
proposiciones de Phillips. ¿Un
engaño de Alan a sus compañeros de viaje como terapia de choque con la ayuda de
actores y Chow (Ken Yeong)
hubiera sido más satisfactorio que el tono de mafiosos y misiones imposibles?
El suma y
sigue de elementos discordantes únicamente se ampara en el carisma del trío de
protagonistas bajo el liderato anímico de Galifianakis,
aunque al final no se sabe si nos encontramos ante el episodio final de “The New Normal” o una parodia de “Lost”. ¿Estamos listos?, nos dicen a
los espectadores al ritmo de Kanye West…
Desde luego no… y mucho menos así. El empaque de “R3sacón” ni es tan descerebrado como en anteriores entregas ni
mínimamente divertido y/o original: no hay boda ni despedida de soltero para
comenzar el viaje sino para finalizar el camino, porque todo se resume en la huida
hacia la madurez de nuestro finalmente angelical Demian (Alan). Posiblemente
sea el motivo por el que Phillips
haya decidido colocar una escena post-créditos para acallar las críticas, pero
al mismo tiempo revele la absoluta incongruencia de sus planteamientos. La madurez
alcanzada vuelve a ser lapidada por las drogas y la apología del mal gusto. ¿De
qué ha servido el camino sino para rentabilizar máximamente cuatro chistes
malos y multitud de guiños bajo el mandato de la repetición de Hollywood para exprimir una de sus trilogías
(para adultos) más satisfactorias? El r3sacón
finalmente ha quedado en el atracón de los cientos de millones que pretenden
acumular sus responsables… aunque los datos que está dejando pueden consolidar
un constatado r3sbalón. La resaca, por
supuesto, la paga aquí el espectador.
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