martes, 25 de junio de 2013

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Precrítica: La verdadera historia de Guerra mundial Z

Guerra mundial Z”
Título original: “World War Z”
Director: Marc Forster
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

La historia gira en torno a Gerry Lane (Brad Pitt), un empleado de las Naciones Unidas que recorre todo el mundo en una carrera contrarreloj para detener una pandemia que está acabando con ejércitos y gobiernos y que amenaza con diezmar a toda la humanidad.

Precrítica Bastarda:

¡Queremos saber qué pasó con el perro de “Guerra mundial Z”!

¡Queremos saber!

¡Necesitamos saber!

Veamos, “Guerra mundial Z” demuestra que en tiempos de la sociedad de la información y de las redes sociales NADIE se enteró de nada. Sí, NADIE supo qué pasó con el perro que realmente protagoniza uno de los blockbusters veraniegos. ¡Y no hablo de Brad Pitt, oigan! Ni la wikipedia, para empezar, le hace una simple mención… ¿Y ese perro, se preguntarán algunos? Ese perro —en concreto un chihuahua blanco— es aquel ‘ser’ que causa el punto de giro hacia el acto final de la película. Sin el mismo, la humanidad estaría completamente jodrida… Bueno, en “World War Z” la especie humana (sin zombificar) está simplemente jodrida… pero el perro aporta el rayo de esperanza con sus ladridos y sus correteos. Creo que sonará algo ridículo hablar de la vida de un ‘chucho’ en una película en la que el ser humano es cuasi-exterminado por una pandemia que transforma al 98% de la población en «muertos vivientes» y/o «infectados» y/o «lo que sea pero que corra mucho y sea chungo de cojons». ¡Jopelines, con los zombis! Corren más que Usain Bolt, saltan más que Felix Baumgartner, fueron entrenados en la técnica del cabezazo por el mismísimo Zinedine Zidane y se montan unas pirámides humanas, pogos y castellers que ni te cuento. ¡Son los frutos amos del mundo! En realidad, no te cuento nada nuevo porque ya te lo han contado en todo el material viral/promocional… pero, aquí, estoy para hablar del perro. Sí, ¡he venido aquí hablar de mi perro, motherfuckers-in-the-plane!

¿Un cross-over todavía posible?
Resulta algo injusto, cierto es, simplificar todo a un perro cuando durante el metraje mueren (por lo menos) 5.000 millones de personas. Pero, a mí, es lo único que me interesa. ¿Qué ocurre con el chucho? ¡¿Qué ocurre!? ¿Estoy loco? ¡En absoluto! ¿Estoy loco cuando pongo una foto viral de un perro mutilado en mi muro de facebook para salvarle la vida con una desgarradora historia que sé que nadie se va a leer entera del mal rollo que tiene? ¿Estoy loco cuando doy a publicar esa foto sabiendo que mueren cientos de niños de hambre cada día y algunos incluso atacados por los perros que defiendo? ¿¡Estoy loco!? Para nada, loco (y poco humano) sería anteponer una vida humana a la de un animal. Por eso mismo, insisto: ¿¡Qué pasa con el perro de “Guerra mundial Z”!?


Analicemos los hechos: hace tiempo algunos tuvimos la suerte de ver 15 minutos de la película de Paramount Pictures que consolidaban aquello que habían mostrado spots, teasers, trailers e imágenes promocionales. El dilatado proyecto repleto de inconvenientes, desgracias y chorreo extra de millones convirtieron al filme de Marc Forster en uno de esos estrenos condicionados a superar récords para suponer algún tipo de rentabilidad en el boxoffice. Estoy completamente seguro de que si “Guerra mundial Z” ha funcionado por encima de las previsiones iniciales y finalmente va a ser un éxito no es porque Damon Lindelof reescribiera el último acto y se gastaran lo mismo que toda la producción patria en rodar nuevas escenas, sino porque ese chihuahua blanco uncredited borda su papel y abre las posibilidades de la película… Unas posibilidades que Damon Lindelof liquidó por ese famoso desenlace que nunca llegaremos a ver… ¿ni siquiera en DVD? Fuentes imprecisas —pero fuentes al fin y al cabo— han indicado que realmente la intención del gran estudio era hacerse con los derechos de Un chihuahua en Beverly Hills” para realizar un gran crossover. ¿Imposible? ¡Para nada! Al parecer la secuencia del avión revelaba la debilidad del ejército implacable de zombis y no era otra que la mordida de un chihuahua. Sí, los zombis mueren aquí por el bocado de un chihuahua. Nada estúpido teniendo en cuenta el nivel de estupidez de los últimos mega-estrenos-de-cartelera, ¿no? Realmente la chihuahua que da la voz de alerta con sus ladridos en el avión es Chloe, la protagonista indiscutible tanto de la trilogía de Disney como también de “Guerra mundial Z”. La perra salva la vida a la otra perra (sí, esta vez me refiero a Pitt) y con la nueva arma contra la pandemia, la humanidad decide entrenar a un ejército de chihuahuas para librar la primera de las grandes batallas en la Plaza Roja de Moscú. Los ejecutivos no quedaron convencidos con chihuahuas killers y ninjas esquivando balas y mordiendo a zombis y ese fue el motivo real de gastarse 20 millones en rodar un nuevo final. Algo que solamente puede considerarse MALTRATO ANIMAL en la sala de montaje. ¿Acaso no está preparado el mundo para ser salvado por un ejército de chihuahuas? ¿Acaso no se han pasado igualmente la novela de Max Brooks por el forro, como todas las últimas y aplaudidas adaptaciones de superhéroes? Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau!
 

Algunas malas lenguas podrán decir que ‘Chloe’ no sobrevive a ese homenaje a “Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane” pero sabemos que no fue expulsada como una pedorreta junto a los cientos de infectados del avión y que es suficientemente inteligente para colocarse el cinturón y sobrevivir. Muchos soñamos que el mundo vea la verdad cuando “World War Z” salga en DVD y Blu-ray y lance su ladrido al unísono. La apagada voz de Chloe no podrá ser nunca silenciada… Mientras tanto, rezaremos… #PrayForTheDog… Pray… Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau!

2 comentarios:

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