“Guerra
mundial Z”
Título original: “World War Z”
Director: Marc Forster
EEUU
Director: Marc Forster
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
La historia gira en torno a Gerry Lane (Brad
Pitt), un empleado de las Naciones Unidas que recorre todo el mundo en
una carrera contrarreloj para detener una pandemia que está acabando con
ejércitos y gobiernos y que amenaza con diezmar a toda la humanidad.
¡Queremos saber
qué pasó con el perro de “Guerra mundial
Z”!
¡Queremos
saber!
¡Necesitamos
saber!
Veamos, “Guerra mundial Z” demuestra que en
tiempos de la sociedad de la información y de las redes sociales NADIE se
enteró de nada. Sí, NADIE supo qué pasó con el perro que realmente protagoniza uno
de los blockbusters veraniegos. ¡Y no hablo de Brad Pitt, oigan! Ni la wikipedia, para empezar, le hace una
simple mención… ¿Y ese perro, se preguntarán algunos? Ese perro —en concreto un
chihuahua blanco— es aquel ‘ser’ que causa el punto de giro hacia el acto final
de la película. Sin el mismo, la humanidad estaría completamente jodrida… Bueno, en “World War Z” la especie humana (sin zombificar) está simplemente jodrida… pero el perro aporta el rayo de
esperanza con sus ladridos y sus correteos. Creo que sonará algo ridículo
hablar de la vida de un ‘chucho’ en una película en la que el ser humano es
cuasi-exterminado por una pandemia que transforma al 98% de la población en «muertos vivientes» y/o «infectados» y/o «lo que sea pero que corra mucho y sea chungo
de cojons».
¡Jopelines, con los zombis! Corren más que Usain Bolt,
saltan más que Felix Baumgartner, fueron
entrenados en la técnica del cabezazo por el mismísimo Zinedine Zidane y se montan unas pirámides humanas, pogos y castellers que ni te cuento. ¡Son los frutos
amos del mundo! En realidad, no te cuento nada nuevo porque ya te lo han
contado en todo el material viral/promocional… pero, aquí, estoy para hablar
del perro. Sí, ¡he venido aquí hablar de mi perro, motherfuckers-in-the-plane!
¿Un cross-over todavía posible? |
Resulta algo injusto, cierto es, simplificar todo a un
perro cuando durante el
metraje mueren (por lo menos) 5.000 millones de personas. Pero, a mí, es lo
único que me interesa. ¿Qué ocurre con el chucho? ¡¿Qué ocurre!? ¿Estoy loco?
¡En absoluto! ¿Estoy loco cuando pongo una foto viral de un perro mutilado en
mi muro de facebook para salvarle la vida con una desgarradora historia
que sé que nadie se va a leer entera del mal rollo que tiene? ¿Estoy loco
cuando doy a publicar esa foto sabiendo que mueren cientos de niños de hambre
cada día y algunos incluso atacados por los perros que defiendo? ¿¡Estoy loco!?
Para nada, loco (y poco humano) sería anteponer una vida humana a la de un
animal. Por eso mismo, insisto: ¿¡Qué pasa con el perro de “Guerra mundial Z”!?
Analicemos los hechos: hace tiempo algunos
tuvimos la suerte de ver 15 minutos de la película de Paramount Pictures que
consolidaban aquello que habían mostrado spots, teasers, trailers e imágenes
promocionales. El dilatado proyecto repleto de inconvenientes, desgracias y
chorreo extra de millones convirtieron al filme de Marc Forster en uno de esos estrenos condicionados a superar
récords para suponer algún tipo de rentabilidad en el boxoffice. Estoy completamente seguro de que si “Guerra mundial Z” ha funcionado por encima de las previsiones
iniciales y finalmente va a ser un éxito no es porque Damon Lindelof reescribiera el último acto y se gastaran lo mismo
que toda la producción patria en rodar nuevas escenas, sino porque ese chihuahua blanco uncredited borda su papel y abre
las posibilidades de la película… Unas posibilidades que Damon Lindelof liquidó por ese famoso desenlace que nunca
llegaremos a ver… ¿ni siquiera en DVD? Fuentes imprecisas —pero fuentes al fin
y al cabo— han indicado que realmente la intención del gran estudio era hacerse
con los derechos de “Un chihuahua en Beverly Hills” para realizar un gran crossover. ¿Imposible? ¡Para nada! Al parecer la secuencia del avión revelaba la
debilidad del ejército implacable de zombis y no era otra que la mordida de un
chihuahua. Sí, los zombis mueren aquí por el bocado de un chihuahua. Nada estúpido teniendo en cuenta el nivel de estupidez de los últimos mega-estrenos-de-cartelera, ¿no? Realmente la chihuahua
que da la voz de alerta con sus ladridos en el avión es Chloe, la protagonista
indiscutible tanto de la trilogía de Disney como también de “Guerra mundial Z”. La perra salva la vida a la otra perra (sí, esta vez me refiero a Pitt) y con la nueva arma contra
la pandemia, la humanidad decide entrenar a un ejército de chihuahuas para
librar la primera de las grandes batallas en la Plaza Roja de Moscú. Los
ejecutivos no quedaron convencidos con chihuahuas killers y ninjas esquivando balas
y mordiendo a zombis y ese fue el motivo real de gastarse 20 millones en rodar
un nuevo final. Algo que solamente puede considerarse MALTRATO ANIMAL en la sala de montaje. ¿Acaso no está preparado el mundo para ser salvado por un ejército de chihuahuas? ¿Acaso no se han pasado igualmente la novela de Max Brooks por el forro, como todas las últimas y aplaudidas adaptaciones de superhéroes? Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau!
Algunas malas lenguas podrán decir que ‘Chloe’ no
sobrevive a ese homenaje a “Flight of
the Living Dead: Outbreak on a Plane” pero sabemos que no fue expulsada
como una pedorreta junto a los cientos de infectados del avión y que es
suficientemente inteligente para colocarse el cinturón y sobrevivir. Muchos
soñamos que el mundo vea la verdad cuando “World War Z” salga en DVD y Blu-ray y lance su ladrido al unísono. La apagada voz de
Chloe no podrá ser nunca silenciada… Mientras tanto, rezaremos… #PrayForTheDog…
Pray… Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau!
ahora si te la jalaste. ja ja ja ja.
ResponderEliminarGuau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau! Guau!
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