“Legit”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
“Legit” es la nueva comedia original de FX, creada por Peter
O'Fallon y del comediante stand-up y actor
australiano Jim Jefferies, que trata sobre un comediante, ‘Jim’ (interpretado
por el propio Jefferies), y sus torpes intentos de legitimar todo
aquello que hace en la vida.
¿Se puede justificar el humor que de trazo grueso más allá de la provocación? FX se ha lanzado de lleno al fichaje de comediantes y esencias australianas. No estamos ante un remake de una serie australiana tipo “Wilfred” o un nuevo Louis C.K., pero sí posiblemente ante un cruce e intersección torrentiana de Larry David y Ricky Gervais. Al contrario de lo que pueda parecer esa completa apología del mal gusto entre putas, drogas y delirios freaks, intenta ser legitimado por el propio argumento de la propuesta. Con una primera temporada de 13 episodios y dos capítulos emitidos hasta es difícil aventurarse a afirmar si el olor a bilis implícito en “Legit” desaparecerá o se convertirá en algo apestosamente asfixiante para el propio espectador, que acabará vomitando sobre la propia serie.
“Legit” únicamente puede ser entendida y divisada en la televisión por cable con un completo catálogo y arsenal de chistes de dudoso gusto y, por supuesto, ofensivos hasta sus entrañas. El show abre en su piloto sobre un sketch respaldado en una conversación donde el amor/muerte maternal, el sexo y el papel de la mujer son puestos a prueba por el televidente. Se trata de un choque frontal de intenciones: quiéreme u ódiame, parece decirnos Jim Jefferies. Tenemos a un trío que forma con su mejor amigo llamado Steve (Dan Bakkedahl) y el propio hermano de éste, Billy (D.J. Qualls) incapacitado por distrofia muscular y postrado en una silla de ruedas. Los dos primeros capítulos se centran en éste último: en el primero, Jim se lleva a un prostíbulo a Billy para que pierda su virginidad dudando si morirá durante el coito. «Él va a morir pronto de todos modos», suelta Jim; aunque parece decir al propio espectador «Esto es una serie, no es (ni te lo tomes como) algo personal…». En el segundo Billy será ‘expulsado’ de la residencia por irse de juerga —con alcohol, drogas y putas por supuesto— al apartamento de Bill y Jim. Steve e intentará suicidarse al no poder soportar la idea de irse a vivir con su madre. «Mira, si todo el mundo que tuviese una madre loca se suicidase, habría poca gente caminando sobre la Tierra. O rodando, en tu caso», le suelta Jim a Steve antes de llevárselo a su nuevo hogar y seguramente pira funeraria.
Hay cierta trama argumental sobre el camino del éxito en Los Angeles por parte del protagonista pero seguramente esté demasiado drogado o vagueando todo el día para poder subirse a un escenario. El corte escatológico, el humor negro, sexual y visceral intentan, no obstante, estar justificados por el argumento de sus tramas episódicas. Como si el fin de una ‘buena’ obra samaritana y acción justificara la utilización de putas, setas alucinógenas, vómitos, inclusión de discapacitados mentales y muñones o chorros de orina con nombre. Lo interesante, salvable y llamativo de “Legit” es que pese a la pose canalla, mezquina, soez y ofensiva de la propuesta trata de alcanzar cierta ternura con sus personajes que no dejan de engrosar el catálogo de losers. Alcanzar una moraleja sentimental que justifique el mal gusto del camino recorrido. Como si Jim Jefferies acabara como un santo siendo el más cabrón de todos. No sé si el invento les dará para mucho más de una temporada o se les acabarán las payasadas a media, pero desde luego la actitud de la transgresora y ofensiva serie pretende no dejar indiferente a nadie. Y esa característica y ‘excremencia’ en tiempos de moldes y clichés es puro oro… Aquí, del que cagó el moro venido de Australia, por supuesto.
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