Sabíamos que todos los caminos de “Arrow” nos dirigían a Lian Yu y el desenlace de esta temporada supone el fin de un ciclo en toda su extensión. La serie de The CW siempre ha tratado sobre el pasado de Oliver Queen y su imposibilidad de distanciarse del mismo. Por más que trató de enderezar su rumbo —y ser siempre ‘algo más’— un eterno recordatorio en forma de flashbacks servía como eterno retorno a sus previos conflictos. Oliver nunca podría huir de esos hechos y recuerdos que se solapaban en el presente y daban sentido a sus acciones, ya sean por contraposición o por paralelismo. ¿El problema? El motivo de su cruzada y tal hecho se lo ha recordado el gran villano de la presente entrega; plagada de macguffins y callejones sin salida. Greg Berlanti, Marc Guggenheim y Andrew Kreisberg concibieron su creación sobre esos cinco años en los que su antihéroe construyera su propio camino, detonando todo aquello que causó su origen y punto de partida. No obstante, siempre han existido aciertos a un viaje en el que el destino va a recompensar a Green Arrow con un gran número de aliados frente a también una nada desdeñable cifra de enemigos. Prometheus es obvio que llegó a la vida de Oliver para demostrarle los terribles errores que cometió en su pasado y que quedó condenado a la cruzada que le impuso su padre. De este modo, inició una espiral de asesinatos con consecuencias todavía latentes en su presente. Todo estaba forzado a confluir y “Lian Yu”, vigesimotercer episodio y último de la quinta temporada de “Arrow”, no solamente es un poderoso y sobresaliente clímax de la presente entrega sino de toda la serie… Repasémoslo.
Vayamos al material (y material) sensible. Que todo vaya a ser un cúmulo de explosiones y cliffhangers forma parte de las mecánicas previas del espectáculo y un juego mortal destinado a que nos hagamos numerosas preguntas respecto a la futurible sexta temporada de la serie. ¿Qué quiere ser “Arrow”? Ciertamente no lo sabemos porque podemos afirmar que la idea es posicionar al antihéroe ante todo tipo de posibilidades. La cuestión es que, por fin, confluya el pasado con el presente y ese elemento que conformaba el fantasma y sombra que lo perseguía desaparezca. Asimismo, todo tiene un precio y Oliver se va a enfrentar a esas complicadas e imposibles decisiones con las que Prometheus desea condenarlo a la oscuridad. Nuestro protagonista va a tener que reclutar a antiguos enemigos como Slade Wilson, que también se puede decir que ha encontrado su redención tras liberarse su organismo del Mirakuru que lo convirtió en un peligroso animal. No es que junto a Nyssa al Ghul, Malcolm Merlyn, Digger Harkness y el citado Deathstroke, Oliver nos ofrezca una variación de Escuadrón Suicida sino que, no obstante, todos ellos tienen un motivo para ofrecer su ayuda a nuestro antihéroe… aunque sepamos que las traiciones van a estar a la orden del día. La vuelta a “Arrow” a muchos planteamientos de su pasado sirve a “Lian Yu” para ir apuntalando capas sobre las que construir todo un arsenal de acción adrenalínica. En el otro bando, Adrian Chase ha preparado todo un hábil plan de psicópata para ir destruyendo una a una las alternativas de su rival y que éste se vea condenado a sacar de nuevo al monstruo que podría habitar en su interior. ¿De verdad que sigue ahí o tal vez Oliver haya dejado a ese asesino que se encontraba en la profundidad de su alma en el pasado? ¿El pasado siempre nos persigue hasta que nos perdonamos a nosotros mismos?
Chase va a destruir el avión en el que llegaron Oliver, Malcolm y Nyssa mientras que, al mismo tiempo, ha diseminado a los rehenes por Lian Yu y potenciado la traición de Harkness. Pese a todo, el primer encuentro con Talia y Evelyn se salda a favor del Team Dark Arrow y Felicity, Curtis, Thea, y Samantha serán liberados. Oliver quiere a todos sus amigos y seres queridos fuera de la isla y, de nuevo, tendremos una ración de Olicity para enderezar una ruptura que nunca tuvo que haberse producido y de la que se arrepienten los showrunners. El destino llama a Oliver pero también al resto de personajes a desarrollar sus propias historias personales y paralelas. Quentin Lance, por ejemplo, tendrá que elegir Canario Negro o Felicity darse cuenta del amor que siente por Oliver. En el caso de Thea comprobará que su padre biológico siempre se sacrificará por ella y una mina antipersonal nos situará en aquello que pretenden estructurar los escritores. Si bien en el premiado “Mother's Mercy” (5x10) de “Game of Thrones” la idea era dejar a todos los personajes entre la vida y la muerte, “Lian Yu” desea plasmar un gran purgatorio en el que todo pueda saltar por los aires (en el sentido literal). De este modo, no sabremos si los protagonistas viven o mueren en la línea temporal presente, dejando incluso fuera de plano los hechos más evidentes. En los flashbacks, Kovar inicia una caza de Oliver tras comprobar que éste no se suicidó. Sabemos que nuestro protagonista cumplirá su objetivo y pondrá una gran rata muerta sobre su cabeza junto a una capucha bastarda de outlet para que su barco de escape lo encuentre a tiempo. La cuenta atrás ha finalizado; el pasado ya es pasado. Antes de afrontar su regreso, Oliver tuvo que sacar nuevamente al monstruo al que ha dado forma para acabar con todos los esbirros de Kovar y enfrentarse a éste en el helicóptero que pilotaba. Oliver ya no tendrá balas para masacrar a su enemigo y el combate a cuerpo a cuerpo enlazará con su pelea frente a Chase. La idea es que comprobemos los métodos asesinos de Oliver tiempo atrás y que no titubeaba para matar a sangre fría. Falta aquí un recordatorio en forma de quemaduras y cicatrices de su pecado antes de conseguir llegar a la embarcación de rescate y, simultáneamente, dejar atrás los restos de Kovar como parte de esa bestia que se dirigía a Star(ling) City a dar forma a un completo amasijo de crímenes. El círculo ha quedado cerrado. Pensemos en que ese tempo conforma una alegoría sobre el alma de Oliver puesta a prueba en el purgatorio en el que permanecía en los años más difíciles de su vida. Algo quedó allí… seguramente su humanidad. Y Oliver Queen desea recuperarla. Esa reconquista y toma de rindas de su vida hacia su propio camino nos lleva a que nuestro antihéroe no pueda matar a Chase pese a todas y cada una de sus artimañas y trucos para condenar a su antagonista. El resto también sirve para que tengamos enfrentamientos esperados como los de Black Siren y Black Canary o, por el contrario, ese duelo de hermanas e hijas de Ra's al Ghul que podría recordarnos a patrones similares divisados en Nebula y Gamora
Emparejando los enfrentamientos, la batalla final está precedida de una jugada de Slade para vendernos una falsa traición en la onda de los arcos argumentales alrededor de Ra's al Ghul. “Arrow” siempre se ha movido bien en sus líneas de autohomenajes, conjugando planos secuencia o vueltas de tuerca para formentar el suspense. En realidad, “Lian Yu” revela una misión suicida por parte de todos los personajes. Incluidos los más débiles… Samantha, por ejemplo, se niega a abandonar la isla si no es con su hijo y, en realidad, William es el eje central del relato, ocultando el lugar donde se encuentra secuestrado hasta la recta final. Chase, con el sabor de la derrota, trata de jugarse la carta de la muerte del legado de su némesis para potenciar la ira vengativa de Oliver y conseguir que saque el monstruo que podría tener todavía en su interior. El season finale nos revela que ya se fue, que Slade Wilson y su consejo daban la razón a un hombre que quiere marcar y recorrer su propio destino alejado de ese suicidio de su padre. Chase es suficientemente inteligente (y loco) para ir descartando posibilidades y su fase final de macabras sorpresas pasa por un nuevo enfrentamiento final en una embarcación. Allí también está William y Prometheus ha llenado la isla de explosivos para que Oliver elija entre la vida de su hijo y la de sus amigos. Y es que Chase ha vinculado su vida a la del propio pasado de Oliver, sintetizado en Lian Yu. Nuestro protagonista, pese a todo, vuelve a vencer al psicópata… pero éste decide jugar la última carta que no es otra que un suicidio que conecte a Oliver y a su traumatizado hijo con otra inminente tragedia. Todo explota por los aires como punto final a esa montaña rusa de locura y emociones que despliega el season finale de la quinta temporada de “Arrow”. Sabíamos que los aliados y amigos de Oliver estaban atrapados en ese ‘purgatorio’ al haber boicoteado Chase el avión del que disponían… ¿Estará dispuesta la serie de The CW a realizar su peculiar Masacre de Moldavia? Tal vez las respuestas las tenga la humanidad de Oliver Queen, revelada ya en esa conversación con su madre Moira. Es cierto que quedan flecos pendientes ya que muchos pensábamos que en esta conclusión volverían, por ejemplo, Roy Harper, Tatsu Yamashiro o Rory Regan. Sea como fuera, la propuesta de Greg Berlanti, Marc Guggenheim y Andrew Kreisberg ha confeccionado uno de sus clímax más potentes y el cierre de un ciclo y acto final. ¿Y ahora qué? ¿Quién vive y muere? ¿Pasamos a los flashforwards/flashbacks utilizando la estructura de “Cómo defender a un asesino”? ¿Ha destruido Oliver todo lo que ha tocado o resurgirán de sus cenizas, cual ave fénix, todos y cada uno de sus seres amados? Quizás aquello que nos quiera contar el show es que todo el pasado de Oliver ha quedado destruido y enterrado. Ahora, su hijo y él son el único futuro que realmente importa a nuestro antihéroe y al que tendrá que aferrarse. Los supervivientes tendrán que regresar de un purgatorio y pasaje de fuego, siguiendo el mismo camino de Oliver, como si el mismísimo infierno deseara engullirse a sí mismo con ellos en su interior… Continuará…
A continuación, todas las reviews de la sólida y notable quinta temporada de “Arrow”:
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