Arrow (5x07) Vigilante: Cliffhangers chuscos y otras consecuencias del guion

Todo lo que más enloquece y atormenta; todo lo que remueve la hez de las cosas, toda verdad que contiene malicia, todo lo que resquebraja los nervios y endurece el cerebro, todos los sutiles demonismos de vida y pensamiento, todos los males, para el demente Ahab, estaban personificados visiblemente, y se podían alcanzar prácticamente en Moby Dick.

Es difícil valorar a “Arrow” desde sus detalles ya que muchas veces el funcionamiento de sus temporadas se ampara en giros gratuitos (y un tanto chuscos) de guion para tratar de rentabilizar el concepto del cliffhanger. Es cierto que la serie de The CW nos ha ofrecido algunas brillantes vueltas de tuerca argumentales en ese reino plagado de personajes bipolares y escasamente constantes en sus acciones. Muchas veces el riesgo se confunde con la loca necesidad de sorprender y en “Vigilante”, séptimo episodio de la quinta temporada de “Arrow”, vamos a tener algunos puntos de giro que tal vez no valoremos con buenos ojos al carecer de una perspectiva global, futura y de conjunto sobre los mismos. En líneas generales, esta última entrega del espectáculo al servicio de Flecha Verde trata de unificar todas las entregas previas y dar sentido al círculo vital y existencial alrededor de la transformación y evolución de Oliver Queen. Si bien la introducción de Prometheus obedece a revelar ese concepto en el que el pasado siempre perseguirá al protagonista, las intenciones para estos nuevos capítulos pudieran ser hacer que el vigilante muera y nazca el auténtico héroe. Por fin, Oliver Queen podrá desprenderse de ese tiempo y pecados que ha arrastrado entre innumerables secretos para dar paso a una nueva entidad a modo de protector de su ciudad. Es curioso que el nuevo villano en esos flashbacks determinantes hable a Oliver Queen respecto a la perspectiva en la que los héroes pueden convertirse en monstruos y viceversa. Todo ese planteamiento tan sugerente, a rebufo de la cita de Herman Melville utilizada por Rory Regan, pude quedar empañado por otras decisiones argumentales… ¿Qué ha ocurrido en “Vigilante”? 

“Arrow” siempre ha sido un espectáculo de luces y sombras, como si la dicotomía de su héroe sirviera de esencia a la historia que lo rodea. Oliver sospecha que Prometheus, su particular Moby Dick, tiene un plan en mente y va a pasar a una nueva tras sembrar el caos en Star City en su psicótica y asesina carta de presentación. Con un nuevo par de muertos a las puertas del departamento de policía, tendremos a otro vigilante que despuntará el conflicto latente del protagonista. ¿Está haciendo lo correcto? ¿Existen otros mejores medios para conducir su cruzada? El antiguo vigilante decidió dejar de asesinar para rendir tributo a su amigo caído y condujo su legado hacía tal leyenda y promesa. Las curvas aparecieron cuando surgió la sombra de Ra's al Ghul hasta llegar al asesinato de Damien Darhk tras otra nueva promesa realizada a su también difunta amiga. Ahora, otro vigilante (que se hace llamar Vigilante, valga la redundancia) planteará dudas a Oliver. Con otro psicópata suelto por la ciudad, ¿quién quiere a otro ejerciendo su mortífero modo de justicia? El problema es que si matar se convierte en el medio, para conseguir un fin mayor, el problema surge con los daños colaterales y otras vidas de inocentes perdidas por el camino. Está claro que “Arrow” no tiene a su Red Hood y Vigilante ha de cubrir esa cuota que haga replantearse al héroe si está optando por la vía más efectiva para cumplir con su misión de proteger a su ciudad. Además, ¿quién es el que decide quién es un psicópata y quién es un justiciero? 

Respecto a los flashbacks, da la impresión de Konstantin Kovar es un personaje hecho a la medida de Dolph Lundgren y su labor es plantear más dudas en Oliver Queen y que éste se enfrente a que el fin (acabar con ese monstruo bajo la promesa realizada a Taiana) esconde otro tipo de reversos y contratiempos. Oliver estaba ya acostumbrado a que lo torturasen y tal acto lo convierte en alguien más atractivo para Kovar. Precisamente la madre de Taiana, Galina, trabaja en el servicio para ese villano desde que desparecieron sus hijos. Nada va a ser tan sencillo… Kovar habla tiene una visión de que el mundo es un lugar complejo y que es complicado saber quién decide quién el monstruo o el héroe de la historia. «Bien o mal, héroe o monstruo. Amigo mío, la verdad es una cuestión de perspectiva». Kovar desvela a Queen que ha sido una simple marioneta prescindible de la Bratva y que ha sido utilizado para forzar un pacto y tregua a cambio de un porcentaje de las ganancias del casino del poderoso mafioso. Por parte de Susan Williams en esa línea temporal presente, sabemos que la periodista tiene relación con otro compañero de profesión en investigador ruso. Vincular al alcalde de Starling City con una organización criminal como la Bratva pudiera ser el fin de Oliver Queen y, al mismo tiempo, la flecha al corazón póstuma de la ciudad que gobierna. Sabemos que Susan va a ser el consorte romántico de Oliver para esta temporada pero desconocemos si las intenciones de los escritores son demonizar a las mujeres o los hombres porque, ¿quién utiliza a quién en esa relación? 

Respecto al núcleo argumental de los episodios, la banda de los espantos comiendo sus actos delictivos es la base para que Vigilante actúe con mano dura y veamos una persecución asesina y sin tregua sobre su líder. No obstante, da la impresión de que los escritores tampoco esconden que el principal sospechoso para ser Vigilante es Adrian Chase (Josh Segarra) o que, de nuevo, nos encontramos ante una variación low-cost de Harvey Dent. Sea como fuera, tendremos nuevos gadgets de Green Arrow como una malla antibalas y, sobre todo, ese enfrentamiento final utilizando un robo de banco como cebo. Vigilante tiene sus trucos finales y es primo hermano de Houdini y Batman para evitar la fatal captura. Al fin y al cabo, no tendría demasiado sentido que descubriéramos que a Adrian… o al nuevo novio e Felicity tras esas gafas de esquí… Por parte de esa chusca trama alrededor de la relación de Thea Queen y Quentin Lance, éste renunciará y confesará a la hermana de Oliver ese despertar con las manos llenas de sangre y esa estrella asesina. Alguien trata de inculparlo o Prometheus quiere dejar una simple y directa pista a Green Arrow: sabe que es Oliver Queen. Quentin acabará entre lágrimas de alcohol en una clínica de desintoxicación, mientras Thea ha tenido su cuota de entretenimiento en estos primeros episodios. Tampoco sabemos qué pinta aquí esa miradita que echa Rene Ramirez a John Diggle por su trauma al no haber asistido al cumpleaños de su retoño. Yo siempre recordaré aquí a la pobre Sara y su aborto vía ‘flashpoint’. Algunos dirán que le creció un pito pero yo seguiré insistiendo en su desaparición y eterno recuerdo debido a ser borrada de la existencia por culpa del capullo de Barry Allen. Solamente hay dos opciones: 

1.- Rene está locamente enamorado de los músculos de Spartan. 

2.- Tiene algún conflicto familiar y desea hallar la redención. 

Puede que también sean las dos opciones, ojo. Si bien OIiver seguirá peleando su guerra de la manera correcta porque es lo único que le queda a su ciudad y plagia bien las frases de su periodista-consorte, el cliffhanger final nos ubica en la revelación de una traición un tanto chusca. Resulta que Artemis ha trabajado todo el tiempo con Prometheus y, tras tal giro de guion, ahora ya nada tiene sentido… ¿O no se acuerdan que ambos pelearon a muerte en el capítulo anterior y que desconocían que Green Arrow iba a hacer acto de presencia? Además, si no llega a ser por Oliver y su flecha-paracaídas Evelyn Sharp estaría muerta… ¿Fue la traición después de ESO? Porque si fue antes… que me lo expliquen bien explicado. Sin contar todo el pollo que le montó al Oliver por conocer su pasado homicida. ¡Qué papelón que se está montando la Evelyn! En resumidas cuentas, Artemis es del Team Prometheus. O eso dice ella… si es que alguien se fía de un personaje tan bipolar y con decisiones random. Seguiremos informando.

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