Tras “The Well” (7x02) ha quedado claro que la jugada argumental pasa por introducir los nuevos escenarios de ese nuevo orden que recrea en la actualidad “The Walking Dead”. “The Cell”, tercer episodio de la séptima temporada de la serie de AMC, nos presenta oficialmente El Santuario y cómo viven de puertas para adentro Los Salvadores. ‘Town Called Malice’ de The Jam va a servir de sintonía para que veamos, a través de una secuencia de montaje, el precio de ese suculento sándwich que se toma Dwight. Allí todo tiene un precio, un doloroso precio. En realidad, ese choque propicia que tengamos otro tono mucho más oscuro alrededor de un personaje que no cae en absoluto bien a la audiencia como Dwight. No se puede decir tampoco que Daryl pase por su mejor momento, ya que el brazo derecho de Rick provocó la muerte de Glenn por evitar seguir las reglas. Y, ahora, va ser posicionado en otro tipo de opción que bien pudiera acabar con él independientemente de su elección. Tras la ruptura con la banda sonora, el cambio lo establece ese otro sándwich que Dwight hace a Daryl con comida para perros. Se trata de una conexión de esa cara y cruz que conforman ambos aunque, evidentemente, la cara también tiene un precio que resulta visible en la cara del hombre de Negan. ¿Merece la pena arrodillarse ante el gran nuevo villano de “The Walking Dead”? ¿Cuál es resultado ante cada opción? Esa oscuridad manifiesta e introductoria del episodio también hace que la selección musical de un tono alegre y juguetón, que en bucle puede volver loca a una persona, sigue marcando ese contraste en el destino de Daryl y su mirada temblorosa. Hay todavía un horror que sufrir… y siempre puede llegar más lejos. ¿Podrá escapar Daryl de volver a escuchar ‘Easy Street (feat. Jim Bianco & Petra Haden’ de The Collapsable Hearts Club? Repasemos “The Cell”.
En cierto modo, al espectador le queda claro que la prisión de Daryl es tanto física como psicológica. Está siendo entrenado para ser otro perro al servicio de Negan… e incluso parte de su entidad aterradora como indica el modus operandi de Los Salvadores desde que en “The Same Boat” (6x13) surgió tal concepto. «Todos somos Negan (y no hay escapatoria posible)». Esa música remarca la destrucción de Daryl como individuo y la asimilación de ese nuevo orden que nos adentra en los entresijos de ese mundo que representa El Santuario. Por una parte sabíamos que allí todo se ampara en la sumisión y que Negan disfruta tanto de la obediencia fiel de sus súbditos, como del proceso que la generó hasta esa rendición incondicional. No es casualidad que, tras la brutal presentación de Lucille y su sed de sangre, los escritores pensaron en dar cierta esperanza gracias al destino de Carol y Morgan con la llegada del Rey Ezekiel y El Reino. Ahora, regresamos a esa oscuridad que se cierne sobre Rick y los suyos… empezando por Daryl. «Digan lo que digan… hazlo». El reencuentro del personaje que interpreta Norman Reedus con Sherry también viene determinado por un número de pistas con esa relación que subyace con Dwight. “The Cell” va a ofrecer respuestas con un Daryl intrigado por esa habitación que tiene delante y que contrasta claramente con esa sórdida celda que habita. Daryl tiene una elección simple: o se une a las filas de los caminantes, conceptuados en esas picas en las que otros futuros miembros de Los Salvadores son entrenados (?), o se transforma en Negan. Arrodillarse o perecer eternamente, he ahí la cuestión. La realidad es que Negan y Dwight están tratando de escapar de una verdad que está tanto dentro como fuera de esos muros que conforman las prisiones que habitan.
Al igual que ocurrió con “The Well” (7x02), “The Cell” dudo que entre de lleno entre los episodios favoritos de la audiencia para esta séptima temporada que comenzó con una gran bomba atómica y ahora se centra en la radiación y los efectos que generó. Para que nadie se espante, tras esa introducción claramente psicológica, tendremos algo de acción y suspense para amenizar la función. Mientras que Dwight hace un trabajo para Negan en el que veremos nuestra cuota de caminantes despedazados, Daryl va escapar dándose rápidamente cuenta que no hay una salida hacia la salvación. Todo pasa por Negan… El episodio desea adentrarse en la psique de Dwight y que veamos que la misión que protagoniza va a enfrentarlos entre los muertos y los vivos, entre aquello que trata de renegar (ver su cuerpo transformado en caminante clavado en una pica dentro de esa cancha en el Santuario) y la aceptación de que Los Salvadores no son la solución en el nuevo orden postapocalíptico. “The Cell” también quiere conectar visual y argumentalmente a Dwight con Daryl, como si ambos fueran personas similares que decidieron en sus opciones seguir con una senda que ahora les define. Sherry también hablará con Daryl a través de esa puerta para revelarle que todos allí están pagando por sus decisiones y sintiendo en sus propias carnes el peso de esas opciones que tuvieron tiempo atrás delante de ellos. Las de Daryl son desesperanzadoras: acabar en un pincho, pudrirse en una celda o trabajar para Negan. Daryl cuenta con un aliciente añadido que no es otro que el interés de Negan por su persona, como si fuera un potro indómito y salvaje al que adiestrar y domar. Realmente Negan es un matón con bate de béisbol sediento de sangre que atemoriza a los suyos y que les condena a ser cómo él, sin ningún tipo de identidad u opción posible. Él se ocupa de todos ellos… y, en tal ambigüedad, también reside la gracia del villano. En cierta medida, el encuentro que tendrá Dwight detona sobre ese concepto de réplicas divisado en el episodio, en el que el personaje se va a encontrando por las distintas fases de su toma de opciones y decisiones. Precisamente dar caza a un antiguo compañero fugado detona (en el sentido psicológico y físico) el precio que está pagando Dwight por sobrevivir. ¿La muerte podrá ser la liberación que busca o hay otra salida a esas opciones que tiene marcadas?
El relato de la historia personal de Dwight, que Daryl escuchará a través de Negan, nos presenta que ese sistema de puntos del Santuario y la devoción del personaje a la causa no sirvió para que su hermana (Tina) pudiera tener su medicación. Negan quiso desposarla para pagar tal precio y, de este modo, Sherry (la esposa de Dwight) y éste huyeron de su poderoso yugo junto a las medicinas. La muerte de Tina, en cierto modo, quebró esa causa para escapar y condenó a ambos a aceptar las nuevas condiciones que pasaban por casarse con Sherry en el lugar de la hermana de Dwight y que, así, la mujer pudiera salvar la vida de su ya ex esposo (aunque no su cara). De nuevo, aquello que indica que todo es de Negan cobra otro retorcido sentido. Tras ese relato podemos entender que todo aquello que se nos planteaba anteriormente (Sherry en el médico comprobando si está embarazada) se transforma en una pesada losa sobre Dwight, amplificando ese precio que está pagado cada día y los motivos que lo generaron. Aunque el hombre es tan parco en palabras como Daryl, ambos siempre han sido leales a sus respectivas causas. Dwight, no obstante, desea minar completamente la integridad de Daryl y su golpe de gracia pudiera ser la foto de Glenn con la cabeza destrozada por Lucille mientras que ‘Crying’ de Roy Orbison pone sentimientos a esa culpa que siente. El problema para Dwight, es que Daryl no tiene a nadie por el que sacrificarse; está solo en esta nueva lucha frente al poder e intimidación de Negan. Podemos enlazar aquí todos esos elementos que han servido como presentación del personaje que interpreta Austin Amelio, pasando desde esa vieja cinta de VHS de “¿Quién es el jefe?” y esas ventajas que conforma ser parte de Los Salvadores… que acaban siempre en el mismo punto: esa opción de ser un muerto viviente empalado en una pica sirviendo de ejemplo a aquellos que todavía no han elegido la opción deseada por Negan. Gordon, ese trabajador que decidió huir y fue asesinado por Dwight como acto de misericordia, refleja el precio de esa sumisión. En algunos aspectos, Daryl desea mostrar a Dwight que existe otra opción a esa rutina impuesta que ambos comparten por encima de su obstinación y su lucha pudiera ser la misma de Kunta Kinte por mantener su nombre hasta el castigo físico hizo mella y quebró al individuo… No sabemos si llegará ese día pero, por el contrario, Daryl seguirá en una celda, vistiendo un mono marcado de trabajo afín a su jerarquía dentro Los Salvadores, comiendo comida para perro… y siguiendo manteniendo sus opciones en ese volátil aire que Negan desea quitar para asfixiarlos completamente. Tal vez la causa argumental de que Daryl esté allí es para que Dwight salga de su prisión y libere a todos. ¿Será capaz de tomar esa decisión y lanzarse ante tal peligrosa opción?
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Dwight aspira a ser el reemplazo de Daryl, pero eso es solo una corazonada.
ResponderEliminarLa cuestion que me pasa ahora por la cabeza es cuando le pega la foto de lo que quedaba de Glenn, y me remito al cap. Donde asaltan el "supuesto bunker de Negan.
Esa gente que dormia placidamente y fue friamente asesinada por nuestros "heroes" tambien tenian fotos pegadas de victimas sobre su cabeza, y si eran inocentes?
Lo que hace aumentar mas y mas el grave error que cometieron, se convirtieron en Negan mucho antes que lo supieran.
Hola Hernan!
EliminarLa serie siempre se ha amparado en buscar reflejos entre los muertos y los vivos pero, ahora, ha añadido ese discurso que comentas: los alexandrinos estaban condenados a ser Los Salvadores y hacer lo mismo que ellos practicaban (tomar una parte del resto de colonias a cambio de protección). Rick ya ejecutó públicamente a sus ovejas negras y diseminó su nueva filosofía (matar antes que preguntar). El problema es que los Salvadores ya estaban bien asentados en la zona y ellos ahora pasarán al otro lado para darse cuenta de aquello en lo que se estaban convirtiendo.
En los Salvadores tampoco hay "inocentes". Todos son Negan... del mismo modo que los alexandrinos son todos Rick... O lo eran hasta que Lucille hizo acto de presencia.
Es de suponer que Daryl y Dwight están condenados a entenderse... o a utilizarse en esa guerra que ambos tienen, por distintas causas, contra Negan.
Saludos bastardos y gracias por el comentario.
Tenés razón ya no hay nadie inocente en la serie.
ResponderEliminarLa única inocente es Judith (hasta que coja su primer bazuca y asesine a todos) y los masillas de Alexandria... si es que sobrevivió alguno al ataque asesino de The Wolves de la pasada temporada...
EliminarEl mejor capítulo de lo que va de temporada. Ojala todos fueran así.
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