American Gods (1x05) Lemon Scented You: La oferta de Mr. World

Tenía que llegar el momento en el que “American Gods” mostrara sus cartas y “Lemon Scented You”, quinto episodio de la primera temporada de la serie de Starz, obedece a tal fin. La propuesta de Bryan Fuller y Michael Green debía presentar oficialmente la guerra inminente entre los Viejos Dioses y los Nuevos Dioses mientras que, al mismo tiempo, Sombra conociera realmente aquello de lo que está formando parte. Amén de descubrir la verdadera identidad del Sr. Miércoles y sus rivales… o comprobar que su difunta esposa ha regresado a la vida. ¿Demasiadas turbulencias para un episodio? Una deidad embaucadora tenía que estar obligada a presentar formalmente sus intenciones (y mentiras) y los espectadores también nos merecíamos una carta de presentación definitiva de esos Nuevos Dioses que desean evitar la guerra con esas viejas deidades cada vez más olvidadas. Precisamente “Lemon Scented You” se aleja en su prólogo de la historia de Laura Moon para ceñirse a un preludio arcaico que vaya hilvanando todos los arcos argumentales en uno solo. De este modo, nos hallamos ante un capítulo fundamental dentro de la temporada para propulsarnos a una montaña rusa venidera en el que el humor negro es el perfecto filtro y catalizador. Laura Moon no ha vuelto de entre los muertos simplemente para ser un deus ex machina y desestabilizar emocionalmente a Sombra sino que, por el contrario, es un personaje bastante complejo capaz de divertirnos bajo toda la oscuridad (y moscas) que rodea su regreso. En realidad, Laura considera que volver de la muerte supone la oportunidad de descubrir el amor que sentía por su (ex)esposo y un nuevo asidero existencial para dotar de sentido su reestrenada vida. Obviamente existen efectos secundarios de ser un trozo de carne putrefacto y Mad Sweeney se lo va a recordar… Repasemos “Lemon Scented You” dirigido por Vincenzo Natali. 

He aquí la historia de que los dioses viven pero también mueren y que caer en el olvido significa el fin a su existencia. Por otro lado, el episodio desea formular la otra batalla ideológica que supone la guerra entre los Viejos Dioses y los Nuevos Dioses. Vamos a descubrir que el Sr. Miércoles es, en realidad, la reencarnación de Odín (o Grimnir) en el mundo terrenal y que parte de su ideario, para confabular contra esas deidades que ahora dominan Estados Unidos, es hacer frente a ese sentido de rellenar y distraer a los seres humanos en vez de aportar un significado para su existencia. He aquí también una crítica ácida de Neil Gaiman respecto a la vacuidad del mundo contemporáneo y aquello en lo que las personas han subido a un altar como parte de una nueva religión por lo material y visual. Mr. World, Media y Technical Boy son los dioses que manejan un imperio en el que pueden hacer lo que quieran porque pueden contar al mundo aquello que deseen. Ellos son la verdad. ¿O no es coherente que la propia manipulación de los medios y la política ejerzan como un poder capaz de dominar a la humanidad bajo una sumisión prácticamente silenciosa y religiosa? El personaje que interpreta Crispin Glover es ciertamente el gran villano de la serie pero no por ello se elimina de la ecuación cierta complejidad por aquello que representa. ¿Hablamos del capitalismo o de ese culto que es el propio ‘gran sistema’ que actualmente rige y gobierna el mundo? Mr. World lo ve todo como si fuera el ojo de Sauron pero no desea imponer la violencia como parte del diálogo con otras deidades sino que estima la sabiduría y la edad de esos seres, que ahora carecen de una creencia con la que sustentarse. Los medios de comunicación están encarnados por la siempre solvente Gillian Anderson y esta vez utilizará iconos como David Bowie o Marilyn Monroe como prueba de su poder e influencia sobre la sociedad. Si usted conoce el guiño ya está en sus redes. El problema aquí lo han establecido las acciones de Technical Boy para quitar de la ecuación al Señor Miércoles y ser reprendido por sus ‘superiores’ por echar gasolina a unas brasas que estaban condenadas a apagarse. Recordemos que la introducción de la propia serie nos alertaba de aquello de lo que se alimenta Odín y da la impresión de que el único beneficiado de una guerra es el Señor Miércoles. Mr. World es consciente de tal poder pero no desea asestar un golpe brutal sobre el tablero sino llevar a su enemigo bajo su terreno y condiciones. Que Media nos dibuje un mundo multicolor para representar la muerte de millones de personas por una guerra nuclear no deja de remarcar ese juego de dioses por un poder global que puedan compartir. Hay para todos pero ellos ahora ponen las reglas. No se trata de una tregua porque no hay guerra sino de una proposición y oferta que Mr. World espera que medite una deidad longeva que tiene mucho que contar… y fusionar con esos nuevos dioses. El conocimiento, al fin y al cabo, es la clave para la supervivencia. 

En “Lemon Scented You” veremos que el Sr. Miércoles también ha iniciado una serie de acciones para que su agenda cobre forma y sentido. No solamente se trata de ir recopilando apoyos en un tour por todo el territorio estadounidense sino que desea tener a Sombra en todas esas maquinaciones. ¿Por qué? Un cuervo avisará del regreso de entre los muertos de Laura Moon y éste se denuncia a sí mismo y a Sombra mediante un para nada velado elemento como un fax. En comisaría, Mr. World y Media reúnen pruebas que hacen sospechar a la propia policía de los intereses que se están moviendo allí. Es evidente que va a ser demasiado tarde para la pareja cuando Mr. World y Media aparecen en el lugar para acabar con todos los mortales menos con Sombra. ¿De verdad que no hay nada divino en el protagonista después de las visiones de su esposa o todo forma parte de la moneda mágica de Mad Sweeney que yace en su interior? Los Nuevos Dioses quieren que Technical Boy se disculpe con Sombra y Mr. Miércoles por sus acciones previas pero Odín se considera como un grano de arena dentro de una ostra. No quiere adornos. Y va a dar guerra… Por parte de Laura Moon, su regreso de entre los muertos no supondrá el perdón ni la redención que buscaba. Su infidelidad y adulterio pesan sobre Sombra y a la detención de éste se suma la llegada de Mad Sweeney en busca de su moneda digna de un rey de América. El duende no podrá hacer frente a la esposa de Sombra aunque el ser sobrenatural sabe que es cuestión de tiempo que ese cadáver andante sea más ‘accesible’. Pese a todo, la mala suerte de Sweeney vuelve a ser una constante al ser detenido por hacerse la muerta Laura ante un ataque desesperado del personaje. Laura va a aportar el humor negro en la morgue junto a la llegada de Mad esposado en la comisaria. Es conocedor de que dentro se está librando una batalla por la supervivencia de todos los seres humanos que se han cruzado en el camino y maquinaciones de esos Nuevos Dioses. Sombra y el Señor Miércoles han escapado y el principio del fin está cada vez más cerca. Tal vez el plan de Odín sea regresar a una era alejada de la tecnología en el que vivamos historia como la de la sacerdotisa Atsula y esa deidad en forma de mamut llamada Nunyunnini. En esos tiempos existía una dependencia absoluta entre la supervivencia del ser humano y la creencia en esos dioses salvadores. Los sacrificios eran altos… pero necesarios… ¿Han cambiado los tiempos o seguimos siendo unos títeres de los medios de comunicación, la tecnología o el gran poder que gobierna el mundo? Con dos dientes menos, Technical Boy será reprendido por sus berrinches y quejas sobre Mr. World por no acabar definitivamente con el Sr. Miércoles cuando ha tenido oportunidad. Puede que todos tengan un plan aquí… sobre todo teniendo en cuenta que esa deidad que rige el planeta lo ve todo… y sabe todo… e incluso puede cambiar de forma a convicción. Sombra descubrirá que no hay secretos para ese Dios… por privados que éstos sean y entendemos que ese ser se alimenta precisamente de información y teorías conspiranoicas y del propio poder de los gobiernos de todo el mundo. Esa entidad abstracta supone un enemigo que ha ofrecido una fusión como solución aunque sabemos que el Sr. Miércoles quiere guerra… y de ahí solamente va a obtener sangre de dios derramada. ¿La suya propia? 

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