The Strain (2x10) The Assassin: Nunca te fíes de un borracho

“The Assassin”, décimo capítulo de la segunda temporada de “The Strain”, vuelve a dejar ese sentimiento de avance en círculo sin concretar prácticamente nada a su cierre. Por mucho que Eldritch Palmer diga que la Apocalipsis Zombie-Vamp es una realidad y la resistencia humana es fútil, la impresión es que nos encontramos ante el plan peor organizado de la historia de las mentes maléficas. Al menos, por parte de El Maestro, completamente dependiente de las erecciones y aventuras de su ‘socio’ con su secretaria y performances de “Cadena perpetua”. Sabemos que tienen un as en la manga y seguramente tanto el lector de la trilogía de novelas de Guillermo del Toro y Chuck Hogan —como el guionista— sepan que el cliffhanger venidero pasa por un avance que, de momento, no es perceptible al resto de espectadores. La cuestión es que esas prometedoras premisas que ofrece el episodio —el plan de asesinato y venganza de Ephraim Goodweather sobre Palmer y la búsqueda del Occido Lumen— nos conducen nuevamente a un punto muerto y de retorno sobre la habitual espiral narrativa. Pasan muchas cosas pero, realmente, no pasa nada y como mucho poca cosa… “The Strain”, por el contrario, es evidentemente cada vez más consciente del auto-ridículo de muchos de sus planteamientos acerca de sus personajes que no de las tramas generales del show de FX. Por ejemplo, nadie nos ha explicado dónde enseñaron a utilizar a Eph un rifle de francotirador y que ser un ‘fruto’ borracho de ‘mielda’ es incompatible con afinar la puntería… Después de “The Battle for Red Hook” (2x09) y confirmar que Gus y Mr. Quinlan han desparecido de Mordor, llega el momento de la verdad. ¿De verdad? ¿Conseguirá Eph acabar de una vez por todas con Palmer? ¿Hallará Dutch la forma de satisfacer sexualmente a Nikki y a Vasily? ¿Recuperará Palmer a su ‘Coco’ para volver a zumbársela? ¿Dejará Setrakian de chochear y babear por el Occido Lumen? ¿Dejará de ser Nora la ‘chacha latina’ del show y eterna ‘vagina de remplazo’? ¿¡Y dónde está nuestra amada rata muerta que fue aniquilada injustamente por Corey Stoll!? Repasemos “The Assassin”. 

El título de “The Assassin” hace referencia al paso definitivo de Eph hacia el lado oscuro. Hemos seguido ese mismo camino con Rick Grimes en “The Walking Dead” y en “The Strain” los intentos de proteger a Eph a los suyos (menos a nuestra amada rata muerta) le han llevado a tomar decisiones con consecuencias. Desde que decidió arrojar al Dr. Everett Barnes de ese tren de alta velocidad y acabar con su vida, llego una rocambolesca sucesión de asesinatos que acabaron con las esperanzas de Eph para poder contrarrestar la terrible pandemia con un arma biológica. Eldritch Palmer tiene demasiados tentáculos en todo el mundo y sobre todo en Washington D. C., por lo que todo pasa por acabar con la cabeza pensante necesaria (y mortal) para urdir y concluir ese plan todavía que desconocemos de El Maestro. “The Strain” se encuentra aquí con sus recurrentes debilidades dramáticas, que pasan por conflictos tan chuscos y mediocres que hacen chirriar al conjunto y declinan al show a ser una gran comedia involuntaria y material de primer orden para la trospidez televisiva. Vamos a ver cómo Dutch colabora con Eph gracias a un interferómetro para ‘leer’ las vibraciones del cristal del despacho de Palmer y así buscar el momento propicio para su asesinato. La cuestión es que los personajes tienen que hablar… y llegamos a la hora de la auto-consciencia sobre sus vergüenzas y dramas de alterne: 

¿Sabes lo que son los bonobos? Los zoológicos no se los quieren quedar. ¿Sabes por qué? Porque están teniendo sexo constantemente unos con otros. Machos y hembras, machos y machos, hembras y hembras. A lo que me refiero es, que son completamente promiscuos y felices. Resuelven todos sus conflictos con sexo y no sienten la necesidad de matarse. Quizá la monogamia solo es alguna regla arbitraria y de castigo. La sociedad no acepta la idea de que puedas amar a más de una persona a la vez.

¿La peor hacker de la historia de la ficción desea justificar su triángulo amoroso comportándose como un chimpancé? Corramos un estúpido velo y vayamos a la otra trama del capítulo. El Occido Lumen esconde presumiblemente el secreto para destruir definitivamente a ‘The Master’ y la leyenda parece hacerse realidad con Rudyard Fonescu, el chico del convento de Austria con su oreja marcada… por necesidades del guión. Como la Ley de Murphy manda la lista en posesión de Abraham Setrakian con las personas en Nueva York con dicho nombre no va a llevar a Nora y Fet a ningún sitio correcto hasta el último nombre… Y, en ese punto, el viejo chocho se quedará solo por sus cuestiones poco éticas respecto a sus prioridades. ¡A LA MIERDA CON TODO QUE YO HE VENIDO A ESTA SERIE A HABLAR DE MI LIBRO! ¡A LA MIERDA! En esta serie, desde luego, todo el mundo tiene sus prioridades, haciendo muchas veces que los personajes se comporten como robots y no como seres humanos. Para agitar un poco el avispero, Justine Feraldo va a llegar su ‘Iniciativa de Calles Seguras’ a Upper East Side por presiones del alcalde… aunque sus planes pasan porque los ricachones contribuyan con el uno por ciento del valor de su propiedad a la causa común en plata, oro o cualquier otro producto contante y sonante. Irónicamente Feraldo sabe que el barrio donde habitan los tipos más poderosos de Nueva York —y con influencias políticas en la capital de EEUU— no saldrán a las calles como hicieron los habitantes de Red Hook. En tiempos pre apocalípticos tampoco es una locura pedir fondos a aquellos que más tienen para salvar a todos en el proceso. ¿De qué les serviría una vez convertidos en calvos con una lengua kilómetrica al servicio completo del Maestro? ¿Se trata de una fábula y alegoría de la crisis financiera actual? Con la bomba lanzada, el alcalde George Lyle acude a Palmer para que haga recapacitar a Feraldo y, así, Eph disponga de su oportunidad para acabar con el multimillonario y socio de El Maestro a las puertas de lugar donde se halla Feraldo debatiendo con la clase alta neoyorkina sobre los nuevos proyectos de Mario Vaquerizo. Las piezas se disponen de un modo previsible: la reconciliación con Coco realmente nos deja entrever que la bala que lance Eph está destinada a romper tanto el corazón de Palmer como físicamente el de su amada. ¿La moraleja del asunto? Nunca te fíes de un borracho de ‘mierda’ que acaba de meterse entre pecho y espalda media petaca de licor y que nunca disparó con un rifle de francotirador en su ‘fruta’ vida. Para colmo de males, el plan de escape de Dutch es todo un FAIL. Aparte de serla peor hacker de la historia de las series de televisión es encima la peor planificadora de fugas criminales de todos los tiempos. WTF!? Ambos son arrestados de la manera más cutre posible y llegan los DRAMAS: 

El drama de Palmer al replantear el nazi de mielda Thomas Eichorst su petición al Maestro para salvar a Coco. «Estás exigiéndole al Amo que venga aquí y libere su divinidad y esencia invaluable solo para que puedas seguir fornicando con tu secretaria. Le pasaré el mensaje».

El drama de ser un fruto borracho de mielda que no acierta con nada en su miserable vida y darse cuenta de que Palmer sigue vivo y, además, su víctima fue revivida tragando leche de vampiro milenario. Ahora Coco y Palmer son tal para cual: una pareja de traga-leches. 

El drama de ser un vampiro y no tenerla tan larga como te gustaría y no poder chupar todo el licor de ese borracho de mielda que está al fondo de una celda. 

El drama de ser un Strigoi ‘masilla’ y que te la claven por detrás… como siempre. 

El drama de ser un viejo insensible de mielda para quedarte solo, descubrir el Occido Lumen, esquivar previamente a 859 chupasangres que te atacaron por la espalda pero ser incapaz de ver venir una hostia en tu cocorota del ser humano más silencioso de la historia para dejarte inconsciente, solo… y sin libro. 

El drama de ser la peor hacker y planificadora de fugas de la historia de la ficción y acabar en una ‘cita’ en el hotel Mayfield con un nazi de ‘mielda’ para ser el cliffhanger del capítulo. THE END?

DRAMA, mucho DRAMA… y Corey Stroll con esos sin-pelos. ¡QUEREMOS  QUE VUELVA NUESTRA AMADA RATA MUERTA SOBRE SU CABEZA! ¡YA! Seguramente sea ella la que le robó el libro al viejo chocho y pida su regreso como Dios manda. 

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