Batman vs. Robin: Justicia, no venganza

“Batman vs. Robin”

Director: Jay Oliva

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Durante la investigación de un brutal asesinato, Batman descubre pistas que relacionan el crimen con el Tribunal de los Búhos: una organización secreta asociada a leyendas urbanas y canciones populares de Gotham. Pero, lejos de ser producto de mentes fabuladoras, la misteriosa sociedad parece hundir sus raíces en la historia oculta de la ciudad. ¿Hasta dónde llegan el poder y la influencia de sus nuevos enemigos? El Mejor Detective del Mundo tratará de averiguarlo… tal vez a costa de su cordura.

Crítica Bastarda:

Cuidado con la Corte de los Búhos, 

que observa todo el tiempo.

Contemplando desde las sombras, 

detrás de cal y cemento.

Te ven en tu corazón. 

Te ven en tu cama.

Cuídate, ten cuidado. 

O te enviará una Garra para tu cabeza.

Pese a que “El hijo de Batman” fue bastante cuestionada, Jay OIiva desea cerrar el díptico con “Batman vs. Robin” mejorando la imagen ofrecida en el film dirigido por Ethan Spaulding. No es que tampoco la nueva película destaque entre lo más reivindicable del cosmos de animación alrededor de Gotham City y, de hecho, todas las miradas están puestas en la adaptación para 2016 del cómic de culto de Alan Moore: “Batman: La broma asesina”. El enfrentamiento presente entre Bruce Wayne y su hijo Damian obedece más al marketing que a la verdadera naturaleza de la historia basada libremente en ‘Batman: La Corte de los Búhos’. La cuestión es explorar la paternidad y los reflejos de ese joven dividido en su propia sangre, pudiendo elegir ser en el futuro el nuevo Ra's al Ghul o aquel condenado a proteger Gotham. ¿Justicia o Venganza? El conflicto evidentemente resuena y se amplifica con la aparición de esa Garra (o Talon) para explotar los instintos de Damian y atraerle al lado oscuro, pero también en su introducción sirve para presentarnos a un terrorífico Dollmaker, el hijo de Winslow Schott, un asesino psicópata. Y que aprendan tanto “Arrow” como “Gotham” a construir un villano macabro y espeluznante con una máscara y repetir una y otra vez la palabra «amor»… Digamos que todo pivota sobre el conflicto de la paternidad ya que los vástagos arrastran también la maldición de haber traicionado a sus padres por ser víctimas de los mismos. El amor muchas veces se puede confundir cuando un monstruo arrebata la inocencia de una atormentada criatura y le conduce a una senda ética y moral en la que no tiene elección. 

Realmente “Batman vs. Robin” también quiere adentrarse en los demonios de Bruce Wayne y amplificar la oscuridad que se desató sobre él cuando asesinaron a sus padres. Todo gira alrededor de ese sentimiento sobre el destino y la sangre. Ese joven huérfano siempre pensó esa organización secreta de hombres poderosos y ricos, que dirige Gotham desde las sombras, eran los responsables del crimen que con el tiempo le convirtió en Batman. ¿Tomará prestado este argumento la serie con actores reales de FOX? El film de Jay Oliva también aprovecha el sentido de la paternidad como origen y molde, recuperando a Dick Grayson, el primer Robin, para enfrentarlo como en “El hijo de Batman” a ese relevo generacional y también planear preguntas al espectador. ¿Hubiera sido captado y entrenado Dick como una Garra si Batman no lo hubiera adoptado? No basta una afinidad o una adopción sino también los lazos biológicos para reivindicar la paternidad. El guión de J.M. DeMatteis también hace pivotar esos conflictos sobre los principales antagonistas. Tanto el Gran Maestre de la Corte de los Búhos como esa Garra están condenados a seguir los pasos de un padre que compartieron y su enfermiza relación precisamente se pondrá a prueba por la irrupción de Robin. 

“Batman vs. Robin” trata de salvar sus previsibles giros de guión con bastante acción y sobre todo al establecer la naturaleza oscura e incluso maligna de Batman al concebir a aquel monstruo que puede destruir tanto Gotham como al mundo. Finalmente todo gira alrededor de Damian y Bruce Wayne va a ser consciente de que tendrá que dejar que su hijo decida libremente qué quiere ser, tendiendo fe y confianza en sus decisiones de futuro. Tal vez Jay Oliva haya perdido la oportunidad de hacer algo más profundo y memorable con todo este material, como si su película quedara desequilibrada entre la forma y el contenido. Esa utilización de lo superficial (y obvio) por encima de lo profundo queda retratada ya en su título y esperada secuencia, pero finalmente Batman revela que su punto débil es su propio hijo, aquel que puede dar sentido a su leyenda o simplemente destruirla y mancillarla. “Batman vs. Robin” es entretenida, bastante fluida y con la suficiente acción para que esos 80 minutos pasen en un abrir y cerrar de ojos. Otra cuestión es que ese ejército de guerreros inmortales y tantos dramas y conflictos paternales merecieran algo más y mejor. Al fin y al cabo, este díptico compuesto por esta cinta y “El hijo de Batman” está dedicado a la figura de Damian Wayne, aunque el poso que deje sea la historia de un chico algo confundido y perdido que desea regresar tanto al buen camino (y a seguir los pasos de su padre) como a tener su propia voz. Habrá que tener fe… en “Batman: La broma asesina”, claro.

Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.