Juego de Tronos (5x05) Kill the Boy: El camino de la venganza

Después de ese gran clímax que supuso “The Sons of The Harpy” (5x04), David Benioff y D.B. Weiss van a confirmar el rumbo del show y de esta inusual temporada en “Kill the Boy”. ¿A qué ‘chico’ van a matar? El quinto episodio de la quinta temporada de “Juego de Tronos” llega para confirmar la transformación de Jon Nieve en ese líder que todo el mundo (más allá de ese otro muro que conforma nuestras pantallas) espera de él. El personaje principal de la serie de HBO debe abandonar su crisálida y ejercer como el Lord Comandante de la Guardia de la Noche ante una gran amenaza que se cierne sobre Poniente. Con la emisión en simultáneo de los capítulos y la entrada en un territorio inexplorado —tras la filtración de los cuatro primeros—, llegamos a ese cambio en la hoja de ruta respecto a ‘Canción de Hielo y Fuego’ de George R. R. Martin para potenciar el espectáculo y sus arcos argumentales. “Kill the Boy” debería dejar claro si Gusano Gris y/o Barristan Selmy perecieron en el ataque de los Hijos de la Arpía y cómo reaccionará Daenerys Targaryen al respecto. También resulta fundamental ver cómo avanza todo ese arco respecto a Sansa Stark volando entre esos buitres de los Bolton sin Meñique cerca. ¿Cuál es el plan de Brienne de Tarth? ¿Y qué decidirá Tormund Matagigantes respecto a la batalla a la que se dirige Stannis Baratheon? Repasemos “Kill the Boy” y conozcamos qué ‘chico’ muere. 

Los guionistas no se van a andar con rodeos respecto a lo sucedido en Mereen y abrimos con Daenerys rindiendo tributo al cuerpo sin vida de Ser Barristan Selmy. El Intrépido le llamaban. El protector de la Rompedora de Cadenas no pudo sobrevivir a esa pelea con las Arpías y ahora Daenerys va a tener que tomar una decisión respecto a su venganza contra aquellos que están destruyendo su reino de libertad en contra de esa caduca esclavitud como modelo socioeconómico. Su movimiento va a involucrar a todos los cabezas de familia de Mereen y eso también incluye a Hizdahr zo Loraq. Llevará a todos a los calabozos, donde moran sus dragones, y vamos a comprobar cómo se las gasta una Khaleesi rencorosa ciñéndose al fuego de su pasado y locura familiar. Sus amenazas no son papel mojado sino fuego de dragón escrito en una chumascada carne. Viserion y Rhaegal van a dar buena cuenta de un par de esos cabezas de familia de Mereen para saber quién ordenó el ataque. Matará a todos si es necesario… ¿Es el camino correcto aquel que ha encontrado Daenerys respecto a su venganza y el poder para liberar a su ciudad de las serpientes que la recorren? ¿No es la senda que condujo a la locura a su padre? El sonido de las cadenas y dragones dan la impresión de iniciar un nuevo reinado de terror en Mereen. ¿Podrá ser mejor Daenerys que sus enemigos? Gusano Gris despierta después de tres días para descubrir que Barristan está muerto y en su lecho se encuentra Missandei. A lo largo de toda la serie —y desde la vinculación de estos personajes— los guionistas han revelado y narrado su historia de amor. Él no temía a la muerte mientras los Hijos de la Arpía amenazaban su vida sino no volver a ver a Missandei. No se hagan ilusiones. Recuerden que él está castrado… aunque vimos el placer que buscaba en esa prostituta uno de los Inmaculados antes de ser degollado al comienzo de la temporada. Tras todos los consejos llega el más sabio por parte de Missandei para que ella misma también opte por la mejor opción y no es otra que aquella que esperábamos: respetar la tradición aunque declinando completamente de la esclavitud. Los fosos de lucha serán restaurados únicamente por hombres libres y, también, Daenerys se casará con uno de los respetados maestros de Meeren. Lo de tener sus pretendientes a sus pies, hincando su rodilla, fue literal y el Valar Morghulis de Hizdahr zo Loraq se va a transformar en pánico por subir al altar con una Khaleesi. ¿Viserion y Rhaegal van a ser los padrinos del bodorrio? 

En el Castillo Negro vamos a tener una conversación sobre Daenerys entre el Maestre Aemon y Samwell Tarly. Queda clara la posición de esa idealista Targaryen sola en el mundo y que Aemon se lamenta por no estar junto a ella para guiarla. La idea, no obstante, es ir revelando un relevo generacional y los sueños quebrados de Sam por convertirse en Maestre tras su ingreso en la Guardia de la Noche. Jon Nieve tiene un plan respecto a los salvajes pero involucra un territorio peligroso. Aemon no escucha ni la idea, simplemente le invita a que la lleve a cabo ya que la mitad de los hombres ya odian al nuevo Lord Comandante. He aquí el título del capítulo y la necesidad de que el propio Lord Snow mate a ese chico que lleva dentro y deje nacer al hombre. Jon necesita a los salvajes y el apoyo de Tormund Matagigantes. Ambos ya no son enemigos y van a tener que dejar apartados su orgullo y/o cobardía por una bien común y mayor. “Juego de Tronos” ha dejado siempre en la sombra esa otra gran amenaza aunque siempre ha estado insistiendo en la misma: Winter is coming… y con el mismo una horda y ejército de caminantes. Los salvajes, que todavía yacen más allá del Muro, se convertirán en parte de esa hueste que pasará por encima de ellos si no hacen algo. El territorio es complicado por los sentimientos de venganza de la Guardia de la Noche respecto a esos salvajes que asolaron aldeas enteras y masacraron a sus inocentes habitantes. Los salvajes también tienen mujeres y niños y el camino hacia la paz es complicado. Pyp y Grenn fueron muchas de las víctimas conocidas por la audiencia y el relato alrededor de Olly invita a la suspicacia, aunque el fin de los salvajes era atravesar El Muro sin importarles los medios. Ahora pueden lograrlo y vivir en paz, aunque tendrán que ser aliados de sus pasados enemigos para protegerse del gélido mal que acecha a todos. Hay efectivamente una preocupación mayor y es ese gran ejército de los muertos (y caminantes) que amenaza Poniente y que únicamente puede ser detenido por la Guardia de la Noche. Precisamente retomamos una conversación entre Stannis y Samwell. Aquel rey que aspira al Trono de Hierro es conocedor de quién tiene delante y que no es un guerrero… aunque acabara en el pasado con una de esas criaturas espeluznantes. La obsidiana (vidriagón) es lo único que puede herir a los caminantes aunque nadie sabe por qué y Sam trata de buscar las debilidades de esos seres en los libros para desbaratar sus planes. Me temo que la solución la tendrá Bran Stark en las temporadas finales del show… ¿O los dragones de Daenerys para dar forma a la visión del joven Stark? Los caminos de Stannis y Jon Nieve van por separado y ni las esperanzas de Davos Seaworth o las miradas de Melisandre van evitar una separación con promesa por medio. Los barcos que va a prestar Stannis a Jon Nieve para viajar junto a Tormund para rescatar a los salvajes serán devueltos. ¿En plena batalla para decidir el rumbo del Norte de Poniente?

“Kill the Boy” es un capítulo en el que nos olvidamos completamente de Desembarco del Rey y tampoco lo echamos en falta. Tenemos demasiado material en otros frentes incluso para seguir el entrenamiento de Arya o la misión de rescate de Jaime y Bronn en Dorne. Nos vamos a Invernalia para ver cómo Brienne y Podrick tratan de ayudar a Sansa Stark. Hay una épica quijotesca en esa promesa a una madre. También nos confirman que ‘el Norte Recuerda’ y que existe una vía de comunicación entre Sansa y Brienne si enciende una vela en la ventana más alta de la torre destrozada tan icónica en el show. La joven Stark tiene más aliados de los que recuerda y sabemos que está en peligro conviviendo con los Bolton o precisamente ella es el peligro. Ese cambio de sentido o carretera de la venganza de doble carril nos lleva al resto de personajes alrededor de Roose Bolton y su hijo Ramsay. Sobre todo con el bastardo y es que Myranda y Theon (AKA Reek) se antojan como nuevas piezas de ese tablero que va a tener que atravesar Sansa. La hija del perrero y la amante de Ramsay tiene celos pero parecen evaporarse para un plan que no sabemos si proviene del experto torturador (y despellejador) o de aquella con la que pretendía casarse antes de tener un apellido. Volvemos a esa torre en donde comenzó todo y el plano cenital nos remite a la caída de Bran. Myranda conducirá a Sansa a ese oscuro pasillo repleto de peligros y violentos perros para que encuentre la sorpresa al final del mismo: Theon. En esa cena de parejas tenemos algunas revelaciones y esa sensación de que todos allí van a hacerse daño los unos a los otros, como si la tortura fuera el único diálogo sobre la mesa. Sansa se va a reencontrar con Theon, que pedirá disculpas por asesinar a sus hermanos pequeños. Miente y lo sabemos… En realidad, todos lo saben menos Sansa. El plan de Ramsay es que su mascota sea el padrino. Al fin y al cabo, es lo más cercano a una familia que tiene Sansa Stark. Walda va a tener un hijo varón (en Poniente tienen expertos que adivinan el sexo de los fetos) y Ramsay pudiera tener sus días contados como heredero. Después de la cena, el paternalismo de Roose emociona a Ramsay. No hay nada lacrimógeno allí y la puesta en escena es incluso macabra con un relato de ahorcados, violaciones y pensamientos de asesinatos sobre recién nacidos. Digamos que Roose necesita a Ramsay para librarse de Stannis y su ejército. Obviamente un bebé no le sirve de nada sino un hijo adulto que se case con una Stark y contar con Meñique como aliado a sus maquinaciones. Los planes de Sansa aquí pudieran ser determinantes entre infinitas variables. ¿Se les ha pasado por la cabeza a los guionistas convertir a la Stark en Lady Corazón de Piedra o ella es la auténtica llave del Norte y relevo de Meñique en el show? 

El viaje de Jorah y Tyrion necesita avanzar y llegan a Valyria, un lugar maldito y tenebroso por su niebla y pavoroso vacío. Se trata de una ciudad cementerio que bien pudiera representar a Pompeya dentro de Essos. Tyrion no quiere que su viaje sea desagradable ni tan carente de diálogos. Las viejas historia de esa ciudad, convertida ahora en un cementerio, que atraviesan sirve a ambos para conectar ante la ausencia de vino y el recuerdo del alcoholismo por parte del Lannister. A Jorah Mormont no le preocupa la maldición de esos valyrios, que dejaron de ser, sino los piratas que pudieran encontrarse en la zona. Y aquí llega una gran secuencia con el encuentro de Tyrion con Drogon sobrevolando la ciudad espectral. La heroica del momento da paso al sobresalto y la tensión ya que la pareja va a ser atacada por los hombres de piedra. Tyrion quiere ser liberado para poder luchar pero Jorah se encuentra demasiado ocupado en una contienda en la que el otro peligro es ser tocados e infectarse de la psoriagris que padecen sus atacantes. La enfermedad les ha convertido en seres peligrosos, cercanos a criaturas salvajes como orcos o violentos muertos vivientes. Tyrion tendrá que saltar al agua y parece que está todo perdido al tirar uno de los hombres de piedra debajo de él en las profundidades. Por el contrario, veremos cómo despierta en una playa y descubrimos rápidamente que fue salvado por Jorah, que le libera y confiará en él de ahora en adelante. Jorah insiste mucho en saber si los hombres de piedra tocaron a Tyrion. Aunque el caballero exiliado por Daenerys lo niega comprobaremos —por una herida visible y brote de la enfermedad en el reverso de su muñeca— que fue infectado. Todos los personajes van a tener que aplicar el dicho que matar al chico y hacer que nazca el hombre y “Kill the Boy” actúa como un capítulo que trata de propulsar el conjunto tras el clímax alcanzado en el episodio anterior. Nos hemos quedado con ganas de más y eso es bueno para aquello que está por venir. 

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