No hay vuelta atrás y “American Horror Story: Freak Show” tiene que llegar a una conclusión que justifique el rumbo tomado. La estética esta vez se ha impuesto al discurso a lo largo de una temporada irregular que, en realidad, basa todo su encanto —aparte de la puesta en escena, cameos, actuaciones y todo ese recital alrededor del alma de Jessica Lange— en la conexión con el universo de “American Horror Story: Asylum” que nos brindó el mejor capítulo de la entrega [“Orphans” (4x10)] y al lugar que nos va a llevar tanto “Show Stoppers” (4x12) como “Curtain Call” (4x13) en el marco de su desenlace. La intención del duodécimo capítulo es ir cerrando asuntos pendientes y formalizar (y desmentir) definitivamente ese juego de flashforwards que hemos presenciado a lo largo de toda la temporada. Brad Falchuk y Ryan Murphy que sintamos los guiños entre universos como una magia y energía que ata esos personajes condenados a amarse y separarse. La llegada de Massimo Dolcefino (Danny Huston) es idónea para retomar espiritualmente su personaje de The Axeman y atarlo a esa Suprema que representaba Lange en “American Horror Story: Coven”. Es hora de repasar las revelaciones y giros locos de “Show Stoppers”.
La referencia se convierte en homenaje y sabíamos que “La parada de los monstruos” tenía que hacer acto de presencia y tomar conciencia propia en “American Horror Story: Freak Show”. La obra maestra de Tod Browning es el perfecto resorte para articular la venganza de esos monstruos contra Stanley en una cena con sesión cinematográfica como postre. Tal y como señala Elsa Mars a Amazon Eve los spoilers pueden dar sentido al propio destino final de ese estafador que acabó convertido en asesino. Spencer AKA Stanley toma conocimiento de esa afilada y mortal indirecta y que Maggie Esmerelda le ha traicionado. En “Show Stoppers” se confirma que esas imágenes divisadas en “Pink Cupcakes” (4x05) y posteriores episodios alrededor del ‘American Morbidity Museum’ eran parte de engañosos deseos de los protagonistas implicados. Stanley comprobará que el regalo que le han preparado los freaks no es otro que la cabeza de Lillian Hemmings metida en uno de esos bidones con formol que no pueden faltar en la estantería de todo asesino en serie. APUNTE: El Gobernador de TWD llevó esa idea a un extremo enfermizo que nunca nadie podrá superar… salvo que se encuentre en una Apocalipsis Zombie. Sabemos que la historia de Stanley está ya contada… aunque pase por esa rueda de “Bullseye” (4x06) y sufra el mismo castigo que la villana del film de Browning… Pero, antes, lanzará la única arma que tiene para defenderse un personaje tan mentiroso y estafador: la verdad. Stanley acusará a Elsa de matar a Ethel… ¿Tendrá consecuencias para Miss Mars?
Si usted quiso ver los intestinos de Emma Roberts está en el lugar correcto. Maggie Esmerelda nunca fue una ‘freak’ y, pese a haber ayudado a sus compañeros de circo para poner fin a las mentiras y asesinatos de Stanley, siempre quedará la sombra de la sospecha sobre ella. Maggie siempre hará daño a Jimmy Darling. Haga lo que haga. Siempre. Una directa y funcional secuencia a tal fin nos revela la llegada en plena tormenta de Massimo Dolcefino, como si Brad Falchuk y Ryan Murphy fueran conscientes en ese componente atmosférico del propio deux ex machina. Todo es demasiado obvio, he ahí el problema. Jimmy no tiene manos y Maggie el perdón así que la llegada desde ese Geppetto y artesano nos muestra otro elemento y recurso para esta recta final: la completa caída de máscaras y toda la revelación de los restantes secretos… y easter eggs.
Desde un nuevo coito de Bette y Dot con Chester llegamos de nuevo a su locura y a una Marjorie (Jamie Brewer vocaliza mejor en este capítulo) que tortura a su dueño para que admita la verdad: fue él aquel que asesinó a su esposa y amante. Tampoco hacía montar todo ese tinglado para algo evidente, obvio e incluso insultante: Marjorie es una muñeca… aunque la mente enferma de Chester la haya dotado de vida. Dandy, experto en mal y con miles de puntos de experiencia ganados desde el comienzo de la temporada, aparece en la estancia de las siamesas para recordar que están ‘lidiando’ con un psicópata absolutamente bestial. Si tuvieron Facebook en los 50, Dandy hubiera enseñado a Bette y Dot la ‘fan page’ que había montado al respecto. Aquí pudiera llegar uno de los principales problemas de “American Horror Story: Freak Show” y no es otro que la propia funcionalidad de Dandy. ¿De verdad es coherente en este planteamiento de serie más allá de revelar ese discurso sobre la sociedad, el poder y el dinero? Da la impresión de que Twisty The Clown tenía mucho más empaque a tal fin pero la vuelta de tuerca o el propio antojo de Falchuk y/o Murphy han detonado en un antagonista capaz de articular ese cuento sobre un rey malvado (y psycho) y ese héroe ‘freak’ con manos de langosta que rescatará a la princesa de dos cabezas. Sería sinceramente una pena que acabarán con Dandy en el season finale y no le concedieran una temporada en Transilvania, exiliado en un castillo o en un spin-off de “El gran hotel Budapest” con otros asesinos en serie. ¿No es una buena idea Brad Falchuk y Ryan Murphy? Pues tomen nota… y no den tanto la nota como en ‘Freak Show’.
Existe también esa capacidad de la propia serie tanto en replegarse en sus conexiones con otras temporadas o someter a los personajes a su propia resolución de conflictos con secuencias recicladas a tal fin. Por ejemplo, la muerte de Ethel nunca tuvo sentido pero las lagunas de guión (como esa testigo de los crímenes de Dandy y Twisty de la que nunca se supo nada) son también lagunas neuronales. Elsa es el próximo objetivo de los freaks pero harán un pequeño lapsus debido a los intestinos (y entrañas) de Emma Roberts, que verá cómo se enfrenta al mismo ruco de magia al que quiso someterla Dandy en “Edward Mordrake: Part 2” (4x04). Esta vez no hay héroe que la rescate porque el pobre todavía no tiene sus nuevas manos… Las perdió por su culpa y ese pecado nos lleva a la afilada sierra de Chester y las esposas que ha colocado en los pies de Maggie para que no pueda escapar de esa insana locura. Que conste que ella fue voluntaria y que dijo que era vidente y veía el futuro. En fin… que fue su fin… y tampoco ningún sordo hijo de fruta ‘freak’ quiso evitar tal fin. Las tripas e intestinos de Miss Roberts confirman esa psicosis de Chester, que acabará asesinando a Marjorie y entregándose a la policía por tal atroz y demente crimen. Camisa de fuerza en 3, 2, 1…
Con la ‘gástrica’ muerte de Maggie aparece esa monumental Angela Basset para dejar claro qué hacer: robar sus joyas y enterrar a la bitch. Para formalizar toda esa historia de amor (imposible por necesidades de ‘este’ guión) de Elsa Mars y Elsa Mars. Perdón, de Elsa Mars con Massimo Dolcefino. Nos vamos al blanco y negro y esos flashbacks sobre la caza por toda Europa y por parte de Danny Huston a lo ‘The Axeman’ de todos aquellos responsables de la amputación de las piernas de su amada. Tarantino quedaría encantado con ofrecer ahí un spin-off al respecto pero tenemos una breve secuencia para aportar la clara conexión con “American Horror Story: Asylum”: el jefe de los depravados villanos es el Doctor Hans Gruber. ¿Les suena? Evidentemente el pérfido evil-doctor estaba preparado para la visita y capturará a Massimo para someterlo a todo tipo de torturas eléctricas en sus genitales. Sí, ahí duele hasta el mismísimo encuadre del plano… Luego fue liberado y ese bla, bla, bla y la ausencia del alma por sus crímenes y más bla, bla, bla. Creo que nadie ha venido a ver un “El diario de Noa” versión freak y los propios guionistas pasan de puntillas (ante tanto estereotipo y recurso débil) para que Jimmy conozca el secreto de Elsa y también las propios siamesas, que deciden salvar la vida avisando de las intenciones de sus ‘monstruos’ para pagar viejas deudas con aquella que fue su clara antagonista. La madre de los freaks se dará cuenta de que Ethel acabó ocupando tal lugar y sus ansías uterinas y un tanto estúpidas de conseguir la fama la llevaran a pensar solamente en ella. Elsa huye, se pierde el grito de Desiree Dupree para vengar a su amiga y vende (de nuevo) el ‘Freak Show’ a Dandy. El gran villano ocupa ese rol que siempre soñó y descubre ese ‘spoiler’ final de “La parada de los monstruos” de Tod Browning: Stanley fue ‘transformado’ en un freak como Cleopatra (Olga Baclanova). La referencia se convierte en homenaje pero el camino de la serie es tomar consciencia de su inminente desenlace. Así que con el rey y villano en el trono, el héroe debe recuperar sus manos y superar su propio conflicto y miedo a su condición: él es la estrella y es y siempre será un freak. Otro tema aparte es que el pobre Jimmy Darling necesite un psiquiatra inmediatamente: ha perdido en menos de cinco capítulos a su madre, padre, novia y ambas manos (de langosta). O sea, que Dandy cuando soltó eso de que el chico iba a perder todo nos enseño que era la vidente y auténtica Maggie Esmerelda de la función. Roles cambiados, personajes desaprovechados o desaparecidos… Esperemos que “Curtain Call” (4x13) corra definitivamente la cortina porque el conjunto realmente depende ese e intenso hilo del que ha quedado colgado (y puede hacer caer o exponer) todo.
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Por lo tanto, Ana Frank SÍ ERA ANA FRANK!!!
ResponderEliminarBueno, hay gente que sigue dicendo que prácticamente todo lo que vimos en "Asylum” se lo imaginó Lana Winters para escribir bestsellers... :P
EliminarEn ese mismo episodio de Anna Frank se confirma que el doctor fue nazi (una fotografía final).
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