Into the Woods: El musical más ‘random’ y creepypasta de la historia

“Into the Woods”

Director: Rob Marshall 

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

“Into the Woods” es una versión moderna de los entrañables cuentos de hadas de los Hermanos Grimm que entrelaza las tramas de algunas historias seleccionadas y explora las consecuencias de los deseos y los anhelos de los personajes.

Resumen (¿con spoilers?):

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

[Uy, mira… sale Meryl Streep sin maquillaje]

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

[Uy, mira… Meryl Streep se ha puesto en plan MILF]

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

[Ups, Meryl Streep vuelve a su sarcófago]

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

[Han vuelto a nominar al Oscar a Meryl Streep. ¡No me lo esperaba! Oh, wait!...]

THE END

♪ I wish… I wish… I wish… ♫ Into the Woods! ♬ Into the Woods! ♬

[¡Deja de cantar ya coño, que estamos fuera del cine y sigues asustando a los niños!]

Crítica Bastarda:

Es la última medianoche, el último deseo… ¿el último creepypasta? “Into the Woods” se ha convertido, en cierta medida, en una de las apuestas de Disney más polémicas de su reciente historia al desatar la ira de muchos padres en EEUU que pensaban que iban a ver una nueva “Encantada: la historia de Giselle” y se encontraron con el más desagradable y traumático horror. Esos progenitores decidieron ignorar el póster de Meryl Streep en una versión viejuna de Samara de “The Ring” y se adentraron junto a sus niños al interior de la oscura sala —y bosque de butacas— para disfrutar con la adaptación de la producción de Broadway de James Lapine y Stephen Sondheim. El eco de sus gritos todavía retumba sobre la estratosfera… La cuestión es más simple: traumatizar a los más pequeños y que no vuelvan a ver un musical en su vida. Entre el desastroso remake de “Annie” de Will Gluck —y la mencionada “Into the Woods”— los niños tendrán pesadillas y heridas mentales incurables que abarcarán toda su edad adulta. Cada vez que escuchen la palabra «musical» un frío escalofrío recorrerá su columna y hará que sus globos oculares exploten entre horripilantes temblores y espasmos… El problema no es que Disney quiera dar un cambio de rumbo sumergiendo a sus inocentes y buenrollistas personajes en grises y matices y un tono más adulto y oscuro, divisando ya la maniobra en “Maléfica” de Robert Stromberg. No, el problema es que en su reino —llamado boxoffice— siguen siendo films con el mismo rating y calificación por edades ‘PG’, que equivaldría a un «no recomendada para menores de siete años» en nuestro territorio. A muchos padres no les ha convencido en absoluto que sus hijos pre-adolescentes se puedan enfrentar a una enfermiza y retorcida historia y rompecabezas, protagonizada por gente despreciable que comete incluso homicidios y actos que pudieran considerarse delito. No, hijo no. Esa gente es mala y amoral e indecorosa… Esos progenitores han considerado, después de la traumática experiencia, que un rating ‘PG-13’ es más afín a aquello que muestra “Into the Woods”… como libidinosos ‘hombres’-lobo cercanos a la pedofilia caníbal, privaciones de libertad, defenestraciones por todo lo alto (y grande) e incluso infidelidades pecaminosas… No, hijo no.

La realidad es que en el film de Rob Marshall los deseos se convierten en un material inestable. Todo tiene un precio y no hace falta que nos lo venga a recordar el genio tróspido y asesino producido por Wes Craven (“Wishmaster”). Esas aspiraciones y pretensiones pasan por doblar la filmografía del propio Rob Marshall, retroceder a la fallida “Nine” y retomar su éxito en “Chicago”. Hemos pasado del gran montaje de Martin Walsh —que nos remitía a “All That Jazz”— a una ausencia de concepción fílmica en los últimos musicales que aspiran a consolidarse en los premios de la Academia. Muchos ya lo divisamos en “Los miserables” de Tom Hooper, al presenciar que no estábamos ante una película sino un musical filmado. El inconveniente para el film de Marshal es que la producción de Broadway que está trascribiendo a la gran pantalla no tiene tantos acólitos como aquel que generó la novela de Victor Hugo. Esta versión moderna de los cuentos de los Hermanos Grimm no tiene ningún sentido o esencia cinematográfica al transformar una confusa trama hilvanada por canciones en una narración repleta de lagunas argumentales, formalizando esa espeluznante pesadilla y ‘creepypástica’ experiencia para los sufridos padres y sus más torturados retoños. La televisiva y exitosa “Érase una vez” optó por el culebrón como carcasa para fusionar los cuentos de hadas con el mundo real. Disney, desde “Al encuentro de Mr. Banks” de John Lee Hancock, está inclinándose por trazar la oscuridad de la moraleja y narrar las consecuencias del happy ending y el precio de todo deseo. Quiere ser más adulta pero sin dar un paso para delimitar su target. P.L. Travers hubiera estado contenta de ver el logo cinematográfico de Buenavista cubierto de retorcidas y tenebrosas ramas para su adaptación de ‘Mary Poppins’, que esas melodías y composiciones escondieran una sombría autenticidad y revelación. “Into the Woods”, finalmente, ni es tan madura ni tan arriesgada en fondo y forma. El musical filmado queda condenado a la maldición de su propia musa, bruja y magia. Todo gira alrededor de Meryl Streep y cuando ella abandona la pantalla se pierde el hechizo, queda rota la magia… y la película es simple e intrascendente oscuridad… salvo la nominación de rigor para su más arrebujada arpía. Porque la verdad que nadie nos quiere relatar es que a los bosques ya nadie va a que le cuenten un cuento sino a practicar cruising.

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