“Al encuentro de Mr. Banks”
Título original: “Saving Mr. Banks”
Director: John Lee Hancock
Reino Unido
2013
Sinopsis (Oficial):
Inspirada en hechos reales, “Al encuentro de Mr. Banks” es la extraordinaria y desconocida historia de cómo llegó a la pantalla “Mary Poppins”, el clásico de Disney, y la complicada relación que el legendario Walt Disney tuvo con la escritora P.L. Travers, que estuvo a punto de hacer naufragar la película.
Para todos aquellos que hemos visto el diablo frente a frente, entendemos perfectamente lo que sintió P.L. Travers cuando tuvo que lidiar con Walt Disney en persona y con el demonio mismo sonriéndola antes de querer sodomizar su alma. Sí, Mickey Mouse es el diablo y todos los sabemos… todos aquellos que somos satánicos, claro. La escritora australiana interpretada por una inédita y esta vez abstemia Emma Thompson nos devela los mayores terrores (e infiernos) a los que se puede someter una adaptación literaria juvenil de éxito. Lo curioso de todo el asunto es que el punto de vista lo ofrece en esta cinta el asesino y no la víctima y, pese a sus torpes y sensibleros intentos de alcanzar una estatuilla, al final ha salido a flote toda la verdad: Walt Disney es la secta más satánica del ya satánico Hollywood y bienaventurados aquellos que puedan quedar con alma una vez han sido víctimas de su arte (para hacer el mal). Olvídense de esa campaña para desprestigiar a Travers por ser una mala-madre y un largo etcétera de mielda que los entendidos llaman periodismo de investigación porque realmente la escritora trató de rehacerse ante un trauma del que pocos han sobrevivido. Por ejemplo, Ax tras su posesión infernal perdió su mano y puso una sierra eléctrica en su lugar y viajó a través del tiempo. Lo de Travers, en comparación, es una simplista anécdota.
“Al encuentro de Mr. Banks” muestra a una mujer británica, maniática y antipática por naturaleza que detesta el american-way-of-life, los dibujos animados y, por supuesto, al diablo. Y el diablo en la película son los ojos llenos de codicia y maldad de Tom Hanks que tratan de seducir el alma inquebrantable de Travers para que Mickey Mouse pueda poseerla y firmar un pacto con el mismísimo diablo. La película, por lo tanto, es una hábil adaptación de ‘Fausto’ donde el mal trata de corromper la pura alma de una escritora en apuros económicos con toda la artillería pesada: un chófer simpático que haría mojar las bragas hasta a Robocop, toneladas de fruta de colores y peluches como puesta en escena demoníaca que haría temblar a Ed Gein y, por supuesto, la utilización de menores y las promesas de Disney por adaptar el libro favorito de sus niñas. Travers demostró una férrea entereza y trató de salvar su alma pero todo mortal tiene un límite y he aquí esta película como prueba de que todos podemos ser poseídos por el demonio. “Al encuentro de Mr. Banks”, de esta manera, se eleva desde el infierno como la mejor película de posesiones del Siglo XXI. Inaudita, sin necesidad de sangre, torsiones genitales (o de otra índole) y gente andando en cuadrupedia diciendo guadedias. Disney nos muestra cómo trabaja el mismo demonio para socavar las almas inocentes que se cruzan en su camino: diversión, música, sonrisas y colores. En definitiva, EL MAL.
La idea fue prostituir a Mary Poppins y así tuvimos “Mary Poppins”: 5 Oscars y una película satánica disfrazada de canciones y una eyaculación de alegres pigmentos. Diga ‘SupercalifragilisticoEspialidoso’ al revés y entenderá de que lo hablo… Si sobrevive a la invocación de un demonio que devorará sus entrañas como un dispensador de caramelos Pez, claro. Es curioso que algunos críticos que predican la palabra de Dios en los medios donde publican su shit habitual se hayan posicionado aquí en contra de la víctima. ¡Vergüenza les tenía que dar! ¡Vergüensa! Bastante trauma tuvo la Travers teniendo a Colin Farrell por padre… Pobrecilla. Todos los satánicos entendemos tu sufrimiento en esos flashbacks cargados por el diablo. De hecho, el diablo lanza toda su artillería para poseer a la escritora que finalmente cedió a los encantos y sesión psiquiátrica en plan ‘Sálvame’ con todos los trapos sucios sobre su pasado. Pese a que la productora ofrece su punto de vista no puede eludir la gran verdad que escondían las demoníacas canciones de Richard M. y Robert B. Sherman para “Mary Poppins” utilizadas en misas negras y fiestas de cumpleaños: Walt Disney queda retratado como la inminencia del mal y John Lee Hancock como su operario. El resultado es una tragicomedia de terror tan agradable como hacerte una lavativa de edulcorante líquido y después protagonizar 2 Girls 1 Cup haciendo tú mismo de 2 Girls. Los últimos 15 minutos de “Al encuentro de Mr. Banks” son completamente aterradores, al nivel de “El exorcista”... con una Travers que lucha por salvar su alma desesperadamente aferrándose a sus recuerdo y sin un salvador Padre Karras que pase por allí en esa sala oscura repleta de enemigos y el mal en estado puro, con la voz del diablo a su espalda tratando de succionar toda la saga literaria que quedaba en su interior. Llevaba tiempo sin pasar tanto terror en una sala de cine y, gracias al gran trabajo de los actores y un guión lleno de sustos sin necesidad de aumentar un 500% los decibelios, no sé si podré conciliar de nuevo el sueño durante unos meses. ¡Qué terribles horrores los que refleja “Al encuentro de Mr. Banks”! ¡Qué terror! Por favor, piénselo dos veces si va a publicar una saga juvenil de éxito. ¿Merece la pena?
que demonios quisite decir con tu critica??? :S
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