Comienza la Segunda Temporada de ‘My Mad Fat Diary’

[SPOILERS HASTA EL COMIENZO DE LA SEGUNDA TEMPORADA] Con “Alarm” (2X01) ha comenzado la segunda esperada temporada de “My Mad Fat Diary”, una de las mejores series británicas y estrenos internacionales del 2013. El cierre que nos dejó las dos partes de “It's a Wonderful Rae Part” (1x05, 1x06) acercaba a Rae a una estabilidad emocional inédita en su torturada existencia pero con un alto precio que deberá empezar a pagar en esta segunda entrega: sus inseguridades siguen a flor de piel y el gigante confirmar que tiene pies de barro. Con su madre nuevamente casada y teniendo, por fin, una familia segura (pero algo disfuncional) a su alrededor, con su panda de amigos que la acepta con todos sus defectos bajo una bandera llamada sinceridad y con una relación en ciernes con su amor de adolescencia (Finn) todo aparentemente es perfecto y maravilloso. No. Lamentablemente no. Y es que “My Mad Fat Diary” vive de su gorda y loca protagoniza como reza el propio título. Nos gusta ver a Rae florecer y radiar quietud y placidez pero si fuera así no tendríamos serie y aquí entra un juego un tanto perverso entre la audiencia y los guionistas: para que la serie funcione Rae tiene que pasarlo mal y enfrentarse a esos demonios que la persiguen. Y en esta segunda temporada la pérdida de la virginidad, la superación de su aspecto físico y aceptación de quién ese y con quién quiere estar sumados a la vuelta al instituto van a ser brutales alicientes para engancharse a las páginas de este nuevo diario.

El primer diario se embutió en originales pensamientos y traumas; ahora, es momento de iniciar un segundo cuaderno de memorias. Tix es la mártir y objeto de las palabras de Rae y Kester va a ejercer de conciencia del personaje animándola a admitir sus inseguridades y enfrentarse a las mismas. La sugerencia de ir a un grupo pasará a un epílogo al ceñirse a una inmediata realidad: Rae es virgen y apenas es consciente de su sexualidad. El despertar debe ser inminente ya que ninguna de las tres amigas quiere llegar virgen al instituto… Evidentemente Chloe está más pasada por la piedra que un personaje de Maribel Verdú y, de este modo, Izzy y Rae montan una acampada, con compra de lencería previa y depilación de matorral por medio, para quedar desvirgadas. Esta temporada va a ser la de la sexualidad con películas porno como “El misionero imposible” y culos en formato teletexto. Bienvenidos al VHS emocional y la banda sonora remarcada pero, recordemos, Rae no puede ser feliz para que “My Mad Fat Diary”. Rae sigue sin aceptarse a sí misma ni tampoco soporta cómo otros ven su relación con Finn. El instituto llega y Rae seguirá virgen para intentar cruzar el acoso escolar que sufrió en el pasado. Pese a su repetición de que ahora todo es distinto, todo acaba siendo igual: Rae es frágil e insegura. 

Si Jenna Hamilton en “La chica invisible (Awkward)” nos estaba defraudando completamente en las últimas entregas, va ser turno de otra joven suicida (de verdad) y con plena voz propia aquella que nos guíe entre los pasillos más traumáticos de la adolescencia. Rae se verá abocada a escapar y activar esa ‘alarma’ metafórica (y física) que evidencia el título del capítulo. No está sola porque tenemos novedad: un chico loco y físicamente perfecto para hacer pareja con ella (no está gordo, está fuertote). Se llama Liam para evidenciar más si cabe el juego pop-referencial de la serie y esa lucha entre Oasis y Blur propia de la época de la que se beneficia la puesta en escena. Rae se dará cuenta de que sigue ‘loca’ y el grupo de apoyo coordinado por Kester va a unir el otro frente que necesita la dramedia. Recuperamos a Danny sin sus gorros ¿invisibles? y Rae superará la pérdida de Tix con su despedida final y el descubrimiento de que Liam forma también parte de ese grupo de apoyo. “My Mad Fat Diary” vuelve a despertar y es momento de traducir el primer capítulo del nuevo diario de Rae vía web oficial de Channel 4:

Querido diario, 

Me paso todo el tiempo tratando de convencerme a mí misma que soy mejor, que he vencido mis demonios, pero la muerte de Tix es una de que a veces la gente no se recupera. Hay tantas cosas que extraño de Tix que no puedo contenerlas en mi cabeza a la vez. 

Echo de menos ser la única persona que podía tocarla, echo de menos nuestras charlas en medio de la noche, echo de menos esas fantasías conjuntas en la que los hombres más sexys y famosos se veían obligados a confesar su amor eterno hacía nosotras. Cuando Kester me dio la mala noticia lo primero que hice fue imaginarme mi propio funeral. Un funeral en el que: 

• Finn haría un voto público y emocionalmente devastador de castidad porque el sexo con alguien más sería ir ‘contra la naturaleza’. 

• Habría un santuario floral tan grande qué las fronteras de Stamford y Lincolnshire deberían ser trazadas de nuevo con el tiempo. 

• La noticia de mi muerte llegaría a Damon Albarn que, en estado catatónico por la terrible pena, compondría una canción llamada simplemente ‘Why?’. 

Por un momento sentí que había llegado al máximo de felicidad con el ÚLTIMO ESCENARIO IMAGINARIO para esas declaraciones torturadas de las estrellas de pop, pero luego me acordé de que la única persona que agradecería mi descubrimiento sería precisamente la única persona que nunca podría: Tixie.

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