El diario de Noa: Lecciones prácticas de cómo ligar gracias al cine romántico 1.0

“El diario de Noa”

Título original: “The Notebook”

Director: Nick Cassavetes

EEUU

2004

Sinopsis (Oficial):

Cuando Allie Hamilton es todavía una adolescente va a pasar el verano con su familia a la ciudad costera Seabrook, en Carolina del Norte. Estamos en los años cuarenta. Allí Allie conocerá a Noa Clahoun (Ryan Gosling), un chico local del que se enamora apasionadamente. En este verano que marcará sus vidas se juran amarse para siempre, y creen que están destinados a vivir siempre juntos aunque ella sea de una familia adinerada y él un pobre trabajador de fábrica. Pero ciertas circunstancias como el estallido de la Segunda Guerra Mundial separan a Allie y Noa, aunque ambos mantienen vivos en sus corazones el recuerdo del otro. Años después Noa regresa de la guerra y Allie, aunque también se encuentra en Seabrook, está comprometida con Lon (James Marsden), un rico soldado que conoció mientras hacía trabajos voluntarios en un hospital militar. Allie ha salido irrevocablemente de la vida de Noa pero no de su corazón. Pasan las décadas y podemos ver cómo un hombre llamado Duke (James Garner) lee una vieja y descolorida libreta a una mujer (Gena Rowlands) a la que visita regularmente en la residencia de ancianos. Aunque sus recuerdos se han desvanecido, le fascina la emotiva historia de Allie y Noa y durante unos momentos es capaz de revivir la época apasionada y turbulenta en la que juraron pasar el resto de su vida juntos. 

Crítica Bastarda:

LECCIÓN I: ANTE TODO, SINCERIDAD

—Chico: Oye guapa, ¿has visto “El Diario de Noa”?

—Chica: ¡Claro! ¡Es mi película favorita!

—Chico: Pues mira, es una fruta mielda… ¿nos enrollamos?

—Chica: ¡Grosero! Eres tonto si piensas que me voy a enrollar con alguien como tú.

—Chico: Tú sí que eres tonta… como el personaje que interpreta Gena Rowlands. Menos mal que el padre de ese pseudo-director está muerto…¡¡porque mataría a su hijo y mujer a hostias por semejante infamia y bazofia de película romántica de mielda!!

—Chica: Pues es una obra maestra de la delicadeza y sensibilidad. ¡Que te flolle un pez! ¡Sucio! ¡Insincero! ¡Giliflollas!

—Chico: ¡Cassavetes sólo hay UNO, AMEBA MOJABRAGAS!

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LECCIÓN II: MENTIR ES IGUAL A NO HERIR

—Chico: Oye guapa, ¿has visto “El Diario de Noa”?

—Chica: ¡Claro! ¡Es mi película favorita!

—Chico: ¡Es la mía también! ¡Me encanta! ¿Nos enrollamos?

—Chica: ¿? Eres gay y quieres quedar bien con tus amigos que te están mirando, ¿no?

—Chico: ¡Estoy abriéndote mis sentimientos y diciéndote toda la verdad! ¿No os gusta eso a las chicas?

—Chica: Nos gustan chicos que no sean gays. ¡A ningún heterosexual le puede gustar “El Diario de Noa”! Te lo está diciendo una chica que estudia estadística y de sus últimas trescientas cuarenta y nueve relaciones coma cuarenta y seis (los decimales constatan los morreos sin lengua) a ningún chico le gustaba de verdad “El Diario de Noa”. Bueno, a uno sí… pero era gay. ¡Eso es un cero coma cero-cero por ciento!
—Chico: Vale, te he mentido. No me gusta “El Diario de Noa”. Me parece un fruta mielda de película que convierte a toda mujer (sí, un cien como cero-cero-cero-y-cero por ciento) que dice ser más inteligente que los hombres en una ameba-moja-bragas. ¿Nos enrollamos ya?

—Chica: ¡Ni de coña! ¡Cero-como-cero por ciento! ¡CERO TOTAL! ¡Sucio! ¡Insincero! ¡Giliflollas! […] Ah, y se me olvidaba. ¡Que te flolle un pez!

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LECCIÓN III: UNA RETIRADA A TIEMPO ES UNA VICTORIA

—Chica: ¡Oye guapetón! ¡Tío bueno! ¡Mazizorro!

—Chico (huyendo): ¡Soy fan y no paro de mojar las bragas con “El Diario de Noa”!

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