Agents of S.H.I.E.L.D. (2x07) The Writing on the Wall: GH-325

La segunda temporada “Agents of S.H.I.E.L.D.” se ha convertido en una de las mayores decepciones del otoño. No, la serie no… porque ha hallado el perfecto tono y orientación a sus personajes, arreglado sus deficiencias y mejorado los conflictos para que tuvieran más profundidad y valía. Recordemos, “Agents of S.H.I.E.L.D.” dejó bastante tiempo atrás de ser “Agents of S.H.I.T.”. El problema aquí es la audiencia. No, no los espectadores que siguen ese constatado y estilizado entretenimiento sino aquellos que le han dado la espalda y no se han dignado a dar esa segunda oportunidad a la propuesta creada por Joss Whedon. ABC da la impresión de mover ficha y potenciar algo su lead-in erradicando a “Selfie” de la faz de la tierra mientras HYDRA sigue celebrando la caída de espectadores bajo mínimos preocupantes. “The Writing on the Wall” es el séptimo capítulo de la segunda temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.” y confirma el buen estado de forma de la serie, propiciando otro buen capítulo para el recuerdo. Es momento de repasarlo. 

“The Writing on the Wall” funciona tanto como clímax resolutivo sobre la droga de origen alienígena GH-325 como para ratificar esa mecánica grupal compuesta por Melinda May, Bobbi Morse y Lance Hunter y sus peligrosas misiones. El capítulo va a recopilar todo lo ofrecido por los efectos de esa droga que se está convirtiendo en la tortura y perdición de Coulson. En Nueva York vamos a ver cómo ese desconocido que cerró “A Fractured House” (2x06), que estaba tatuándose esos símbolos alienígenas por todo su cuerpo, ayuda a ‘recordar’ a una joven profesora de arte su vinculación en el pasado. ¿Por qué hay otras personas obsesionadas con esos símbolos? ¿Qué pacientes utilizó S.H.I.E.L.D. para su proyecto con GH-325? Sabíamos que Coulson pidió a Fury acabar con el proyecto y parte de los motivos pero “The Writing on the Wall” va a resolver todas las preguntas pendientes. 

La víctima de ‘Carver’ era Janice Robbins que en pasado fue una agente de SHIELD (Rebecca Stevens) y su cuerpo fue ‘tallado’ a golpe de cuchillo con esos símbolos que no puede evitar de dibujar Coulson. Todos ellos tienen en su sangre GH-325 y da la impresión de que los grabados de unos completan a los de otros… Sus ataques y episodios son preocupantes y sabíamos que Skye estaba ‘monitorizando’ los avances de su jefe hacia ese inminente brote psicópata. Coulson sabe que la única manera de obtener respuestas es recordar y para ello tendrá que ser torturado por esa máquina de Raina que confiscaron en “The Magical Place” (1x11). La hacker apuntó a un mapa pero todo se siente como algo mayor… SHIELD utilizó el GH-325 para tratar de curar sus agentes afectados por enfermedades terminales. Todos se volvieron locos menos Carver y vemos cómo Coulson entrevistó a todos ellos rellenando todos los huecos argumentales que ya conocíamos. Ya sabíamos que la única esperanza de futuro para los pacientes era borrar su memoria pero en el caso de Sebastian Derik (Carver) ha provocado que no pudiera ‘olvidar’ al llevar tatuado su propio pasado. Derik ha ido dando caza al resto de supervivientes y —pensando que Coulson está muerto y desconociendo también que se utilizó GH-325 para revivirlo— tiene un último nombre en su lista: Hank Thompson. 

La persecución de Melinda May, Bobbi Morse y Lance Hunter para dar caza a Ward —ante los intentos de su hermano Senador para tapar el asunto— cobra una nueva dimensión. Ward es listo y sabe que le están siguiendo. Tiene suficiente C-4 en su cuerpo, recursos y suministros ocultos (e incluso años de experiencia en la profesión) para llegar a Boston sin problemas. Sabemos que la única motivación de Ward es Skye, conseguir su corazón… pero tal y como nos dijo ya no es HYDRA. Él era fiel únicamente a John Garret. Muerto el perro se acabó la rabia y aquí va a revelar que sigue trabajando, al menos, para SHIELD… dejando en bandeja a Bakshi como regalo para Coulson y asesinando al resto de agentes de HYDRA que estaban en ese pub donde forzó una reunión. Ward es un juguete roto como Raina en esos momentos, dos parias en esa guerra que también les ha convertido en objetivos. ¿Y cuál es el de Ward? Ponerse mono y no para Skye sino para el Senador Ward… 

La locura de Coulson hace que Skye quiera encerrarlo pero sea ella aquella que acabe entre esas rejas digitales. Coulson contacta con Hank Thompson a punta de pistola para advertirle que su vida está en peligro. El oxímoron es notable y el tono cómico es evidente sobre todo cuando Derik y su cuchillo se unen a la fiesta, amordazando a ambos en el taller del ex agente de SHIELD. Derik consiguió a través del dolo recordar como Coulson y trató en sus crímenes de hallar la verdad sobre los misteriosos signos alienígenas. Hay salvación y prueba de ello era el propio Hank que saca a relucir sus habilidades de espía para salvar a todos y revelar en la maqueta que tenía el susodicho en su taller la revelación: la suma de todas esas escrituras extraterrestres forman una ciudad… la ciudad que deseaba encontrar el alienígena a toda costa antes de su muerte. Coulson y Derik encuentran la paz por fin… aunque el segundo tenga que pagar por sus crímenes ante las autoridades. Hank se queda con su nueva vida y todos ahora han pasado una página para escribir una nueva hallando antes que HYDRA esa misteriosa ciudad.“Agents of S.H.I.E.L.D.” da la impresión de haber cerrado un nuevo y notable acto y saber formular el entretenimiento con mucha calidad y clase. Lamentablemente, quedan pocos al otro lado de la pantalla para comprobarlo. To be continued…

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