Educando a mamá: Shit in Progress

“Educando a mamá”

Título original: “Girl in Progress”

Director: Patricia Riggen

EEUU

2012

Sinopsis (Oficial):

Grace (Eva Mendes) es una madre soltera, que está demasiado ocupada haciendo malabares entre su trabajo, llegando a final de mes y teniendo una aventura con un hombre casado —el Dr. Hartford (Matthew Modine)—, para dar a su hija, Ansiedad (Cierra Ramirez) la atención que necesita desesperadamente. Cuando la maestra de Inglés de Ansiedad, la Sra. Armstrong (Patricia Arquette), presenta a sus alumnos historias clásicas de madurez, Ansiedad se inspira para saltarse la adolescencia y poner en marcha su vida sin su mamá. 

Crítica Bastarda:

“Educando a mamá” es la representación de un grito de iniciación y viaje vaginal a la madurez. La experiencia va a cambiar a esa niña llamada Ansiedad (Cierra Ramirez) y transformarla en mujer… pero, en realidad, es el grito (y ansiedad) de la propia audiencia ante uno de los mojones cinematográficos del 2012. La famosa lista de penurias que debe sortear para sentirse madura la joven rebelde se basa en una repetición de esos traumas materno-uterinos: la joven que no prestaba atención a su madre se fue de casa y acabó siendo madre y no prestando atención a su hija. O sea, lo mismo de siempre disfrazado de Grace (Eva Mendes) y Ansiedad (Cierra Ramirez)… y es que precisamente que la hija se llame Ansiedad no deja de ser un guiño a la propia audiencia, atemorizada por traumas de parvulario disfrazados de telenovela existencial barata. 

“Educando a mamá” sigue las pautas indicadas y el pretendido melodrama no ahonda en el paso de esos personajes absurdos y patéticas tramas. Ser una niña es estúpido y nuestra protagonista quiere olvidarlo… o eso dice. Aquello que nunca podremos olvidar es esta enésima historia de madurez en la que la chica buena se vuelve mala para ser de nuevo buena y tonta. Primero, llega la chica dulce y decente entre ajedrez, ñoñería y profesora para que Patricia Arquette vuelva a la peluquería. Después, llega la chica mala y la amiga mala con amiga también mala. ¡Cuánta mala y qué película más mala! Para acabar, viajamos a la fiesta y desvirgación con el peor chico malo de turno para concretar ese rito de iniciación de niña a mujer que, finalmente, se queda sin pito. Libre para volar y huir en autobús, como los sufridos espectadores que pagaron en salas de cine por verla, las cosas no suceden como pensamos por muy planificado que las tengamos. 

Llega el toque trágico pero aquí, de nuevo, se permuta la dicotomía de la propia película en tratar de ser adulta entre tanta estupidez de guardería. Olvídense de una catarsis inteligente en una cinta que presumiblemente quería ser para lucimiento de Eva Mendes y no tiene arte ni para servir a una mesa de restaurante. Con un desarrollo premeditadamente irregular, “Educando a mamá” hace que los adultos sean niños y los niños más niños frustrados envueltos entre su egoísmo y su imagen social y pública. El cliché y la incapacidad de seguir una historia de un viaje a la madurez provoca que todo acabe en un espectáculo insufrible con personajes tan irresponsables como los guionistas que escribieron sus líneas de diálogo. No faltan histerismo, lágrimas y un crecimiento personal que se resume en ir una mañana al cuarto de baño para practicar una alegoría de esta película que debería llamarse en versión original “Shit in Progress”…

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