domingo, 16 de noviembre de 2014

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Axe Giant. The Wrath of Paul Bunyan: ¡Profanaron el lugar de descanso del único amigo de Bunyan!

“Axe Giant: The Wrath of Paul Bunyan”
Director: Gary Jones
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

La película es una versión oscura y contemporánea del cuento. Un grupo de críos en un campo de entrenamiento para primeros delincuentes descubren que la leyenda del leñador Paul Bunyan es real, pero es mucho más horrible de lo que podrían haber imaginado. Ellos incurren en la ira del gigante monstruoso de 15 pies, que fue desterrado de la ciudad hace 100 años y dado por muerto. Los críos tienen que formar un equipo con el sheriff local para detener la nueva devastación de terror de Bunyan.

Crítica Bastarda:

Dudo que alguien pueda esperar algo bueno de una película que se titula “Axe Giant: The Wrath of Paul Bunyan” pero para todos los amantes del cine cutre y mierder se convierte en una cita obligada. Desde una Señorita Cowwowzinkowski hasta un arranque tróspido de memoles llegamos a la leyenda de Paul Bunyan. Bueno, leyenda, leyenda… ¿Y el argumento qué? Un grupo de niñatos delincuentes son enviados a un campamento con disciplina militar para evitar ir a la cárcel bajo la supervisión de un sargento (de policía) de hierro junto a la ya mencionada Señorita Cowwowzinkowski, la psiquiatra de turno que debería psicoanalizarse a ella misma antes de levantarse cada mañana. Como marca la tradición del manual de la Serie Z, tendremos una parte de presentación de los personajes y de la CAGADA MONUMENTAL que generará el resurgimiento de Paul Bunyan y la anunciada IRA de su título. 


Repasemos su historia tróspida y mito que nos cuenta el friki de turno. No se olvide de sacar sus palomitas:
A finales de 1800, había un caballero con el nombre de Capitán Alerce Bunyan. Ahora, era un barón de la madera por estos lares. Se casó con esta mujer, Helga. Ella era nueva en la ciudad. Y nadie sabía de dónde era. También, Helga, estaba embarazada. Bueno, ella dio a luz a un bebé grande y gigante. El doctor dijo: «Este niño tiene una enfermedad rara o una bendición poco común según de cómo se mire. Ahora, él va a ser, al menos, dos veces más grande que un hombre normal y va a vivir tres veces más tiempo, pero siempre va a tener la mente de un niño». Cuando cumplió 5 años medía casi dos metros de altura y seguía creciendo. Después, el joven Bunyan trabajaba en los almacenes de madera de esta zona. Él derrumbaba esos grandes robles viejos con sólo tres golpes de su hacha. Por supuesto contaba con toda la competencia y el rechazo de los leñadores, ya saben. Ganaba a todos en los festivales y las ferias y otras cosas, Ya saben, los otros sin poder hacer nada… Bueno, verán esos leñadores había cortado tantos árboles que la comida estaba escaseando y los animales estaban corriendo hacia las tierras altas. En este caso en particular, el capataz y sus hombres estaban a la caza de comida. La nieve llegó pronto ese año y la muerte estaba en el aire. Así, los hombres siguieron las huellas de un animal herido a través de la nieve y es cuando se toparon con el querido amigo de Bunyan, una cría de buey azul. 
El bebe había quedado atrapado en esta trampa de oso, estaba mutilado y débil, y no podía encontrar su camino a casa. Pero los madereros, lo encontraron. Lo dejó más muerto que un dinosaurio. Así que cuando Bunyan vio lo que le hicieron a su mejor amigo, al único amigo que había tenido en todo el mundo… se vengó y los cortó en piezas tan pequeñas que los coyotes las pasaron canutas tratando de encontrar algo para llevarse a la boca. La gente de la ciudad le escupió. Fue humillado, avergonzado… Incluso Maybelle, con quien Bunyan había sido dulce, le dio la espalda. Así, los recuerdos se desvanecen. Las personas mueren. La gente se olvida. Y no se sabe cuándo o quién o lo que sucedió en aquel entonces y en la cima de esa montaña hizo un santuario a su único amigo de verdad. Bunyan vivió tranquilo, y creció y creció y se hizo más grande, más grande, solo, prudente, manteniéndose lejos de la civilización. Tenía una buena vida allí, Eso hasta que ustedes perturbaron la tumba del bebé. ¡Profanaron el lugar de descanso del único amigo de Bunyan!

HORROR. Sí, HORROR. “Axe Giant: The Wrath of Paul Bunyan” tiene aquello que se espera de ella: cutre hasta gritar BASTA con un CGI que incita al insulto gracias al mini-buey azul más feo de la historia del cine. La gracia del asunto evidentemente es reírse con este carrusel mierder que propone Gary Jones. La más desgraciada serie Z y la estupidez a conciencia más inculcada desde el minuto cero hasta el cierre, desarrollan una película que podría aprovechar... ¿¿¿algo que pueda aprovechar en algo que no tiene provecho ninguno??? ¿No es acaso todo lo anterior una rebuzZznancia? En este punto agradecemos que Sharknado pase directamente al asunto y se deje de presentaciones para sumergirse en la auto-parodia. La cinta del director de “Boogeyman 3”, “Aracnofobia II” y “Mosquito” está condenada desde su largo prólogo y presentación criminal a comparaciones tróspidas y odiosas con Hulk o Bigfoot y todo se resume en ese pelotón de fusilamiento y un guiño cutre a “Terminator 2”, versión río choni. Pasen y vean el HORROR:


En resumen, “Axe Giant: The Wrath of Paul Bunyan” es un BODRIO de los malos… ¿Se me entiende o tiene que explicárselo un leñador mutante más grande que los ceros que le han cascado a esta película?

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