Serie de TV
“Out There”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
“Out There” narra las desventuras de mayoría de edad de Chad Stevens y su mejor amigo, Chris Novak. Viviendo en la pequeña ciudad de Holford en el medio de la nada, los chicos vagan por un paisaje surrealista y sombrío… esperando sus últimos años de escuela secundaria y descubriendo que crecer es algo raro qué hacer. La pubertad, los primeros amores, el ostracismo social, padres conservadores, madres solteras con novios como desastrosas decisiones… “Out There” se enfrenta a estos peligros de la juventud y explora ese limbo aterrador entre la niñez y la edad adulta cuando las frágiles personalidades se forman y deforman. Vuelva a vivir la agonía y el éxtasis de esos momentos especiales como Chad y Chris tratando de navegar por la vida… por ahí.
He aquí la
nueva serie de animación para sentirse el más cool del momento. En realidad no es más que una “Freaks and Geeks” con ‘bichos’
animados que intentan sobrevivir y subsistir a su paseo existencial entre la adolescencia y la
madurez. Es la misma serie/ficción/película-por-capítulos que hemos visto cientos de veces de unos losers y bichos raros de instituto, pero
esta vez siendo… bichos raros… de instituto. Nada nuevo… aunque si uno quiere
llevar su camiseta a lo ‘VOTE FOR PEDRO’ a “Napoleon
Dynamite” (otra de las fuentes de inspiración de la serie de Ryan Quincy) y sentirse más alternativo
que la gente que luce ‘esvásticas’ de Dinosaur Jr. o Sonic Youth, “Out There”
es la respuesta… Respuesta con carácter temporal… que conste.
“Out There” es un objeto curioso perfilado
sobre multitud de estereotipos. Parecen repetir estructura en su ritual a lo “Phineas y Ferb”, aunque tiene sus
méritos por dirigirse hacia la diferencia. Los flashbacks paternos, la
imaginación del hermano pequeño, los variopintos personajes secundarios o que
el villano aparezca con una ‘banda’ en el sentido musical tiene su encanto.
Después vienen los temas ¿adultos? en las tramas: drogas, el despertar sexual, el eterno combate sobre la (im)popularidad… o comerse un
ratón vivo en un baile del instituto para ganar un 0,1% de reputación… Realmente
la serie creo que funciona porque, en primer lugar, resulta bastante graciosa, patética y
entretenida y, en segundo, porque ese mundo donde los humanoides conviven con criaturas
extrañas y peludas tiene su encanto. Encanto con carácter temporal … que conste.
Pero el poso
excéntrico que puedan tener sus personajes no parece ajustarse a la propia serie a nivel argumental. Sus
capítulos pueden ser divertidos aunque no es para nada original y sorprendente en
sus premisas y recursos narrativos. Todavía recuerdo capítulos bizarros
de “El show de Ren y Stimpy” y tal
vez sea aquello que debilita en demasía el conjunto que propone Ryan Quincy. ¿Simple fachada al fin y
al cabo? He aquí una mirada mucha más
adulta que “Beavis y Butt-Head” y más realista que la que proponen Trey Parker
y Matt Stone. No es “South Park”, aunque sus resortes se acoplan perfectamente
a la orientación políticamente incorrecta, ácida, soez y vulgar. Pero aquí no
hay un mensaje y una burla a la realidad sino una limitación hacía la estética
indie por dibujar la reflexión que plantean sus personajes. No obstante, la
diferencia con “Hora de aventuras” es bastante
clara y simple: “Out There” no la van a ven nuestros sobrinos menores de diez
años… y es un hándicap interesante… sobre esa línea divisoria (que finalmente acaba atravesando) de la que habla la propia
serie con respecto al hermano pequeño de Chad. Podemos llegar a ser los bichos raros más cools de la escena indie, con una camiseta que lleve impresas las caras de incertidumbre existencial de Chad y Chris, hasta que el universo descubra que no hay mucho más allá de la estética y pose. Estética y pose con carácter temporal … que conste.
vales kk
ResponderEliminarEs buena serie
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