El capítulo
se ‘vierte’ sobre la manía organizadora de Sheldon y el macroscópico ejemplo de
superposición cuántica. Aquel principio que indica que en un sistema físico
existe parcialmente en todos los
posibles estados a la vez. El espectador, al igual que Howard, se quedara en un
estado de ambivalencia epistémica… o con una melopea del quince como Penny. La episteme
del espectador tratará de abarcar si al final de temporada Amy conseguirá que
Sheldon la preste más atención, que Penny y Leonard avancen en su relación, que
Raj formalice la relación con Lucy y que el Sr. Wolowitz intente contactar con
su padre…
“The Closet Reconfiguration” trata sobre una colocación de armario y una vieja carta que Sheldon encuentra remitida por el padre de Howard cuando éste tenía 18. El judío no la quiere leer y acaba quemándola… pero el lado maruja de Bernadette, Amy y Penny provocará que sonsaquen la información al físico. Información que también será interceptada por Raj y Leonard. Con todos al tanto menos el remitente, la catarsis llega tras el enfado y abandono del hombre del cinturón friki-molón. El grupo aplica el concepto de la superposición cuántica y cuenta una versión distinta de aquello que ponía la carta siendo una de ellas la cierta. Obviamente la revisión de “Los Goonies” de Sheldon queda descartada y alguna de las otras cinco versiones sensibleras y lacrimógenas es la indicada… Pero, ¿llegaremos a saber cuál?
El 16 de mayo será la season finale de una temporada de récords de escándalo y una nulidad de talento y gracia de escándalo. De momento, la peor de las peores… sin lugar a dudas. Nos queda la sorpresa que los showrunners avecinan para Leonard y Penny y el futuro de Lucy y Raj… entra las manías de Sheldon y los lloros de Howard. De momento “The Closet Reconfiguration” se queda en simples pelusillas directas al contenedor de la basura.
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