Con el regreso de “La chica
invisible (Awkward)” en forma de tercera temporada es buen momento para
confirmar el estado de una de las series de institutos que mejor ha sabido
unificar a distintas generaciones delante de una pantalla. Lauren Iungerich acertó con Jenna Hamilton, su blog y sus múltiples
desventuras amorosas en sus dos primeros años de curso… Pero, ahora, las dudas
eran saber si iba a mantener el nivel anterior. La ficción de MTV es ‘de
segundas oportunidades’. Aquellos que no acabamos convencidos con sus primeros capítulos y decidimos
seguir el ejemplo de su protagonista para conceder una segunda oportunidad,
caímos rendidos a una primera y segunda temporada donde la seriedad y
tragedia eran desdibujadas con inteligencia y cierta ironía y mala baba. ¿El
resultado? Una serie tan admirable como trascendente en tiempos de intrascendencia
para series presuntamente adolescentes. Los buenos datos de “Cha-Cha-Cha-Changes” y “Responsibly Irresponsible”, primer y
segundo capítulo respectivamente de su tercera temporada, transmiten que el
universo de Jenna Hamilton está más vivo que nunca. Es momento de dividir el season 3 premiere y comenzamos con “Cha-Cha-Cha-Changes”.
La vida y muerte se van a dar cita en el primer capítulo de la tercera
temporada de “La chica invisible
(Awkward)”. El verano y su pasional relación con Matty han provocado que
Jenna, con sus 16 años, se distancie de sus amigas… pero ya sabemos que en esta
serie todo tiene una peculiar vuelta de tuerca. El centro y ombligo del universo se dará
cuenta que sus amigas son aquellas que realmente se han distanciado de ella. Ming
Huang se ha pasado el verano trabajando para sus abuelos en Moorpark y ha
aprendido mandarín… aunque no quiere que La Mafia se entere… Ming y sus gorros
Pokemon van a pasar a segundo plano. La nueva pareja de Palos Verdes compuesta
por Tamara y Jake son más europeos que nunca y su amor es expuesto sin tapujos
entre frases en español y francés. ¡Y con esos pelos! El nuevo peinado de
Tamara, en plan muñequita quiere dejar constancia de sus nuevos intentos de ser
la chica-más-popular-del-instituto. En el insti, además, se rumorea que Sadie
pudiera estar embarazada y Lissa seguirá siendo ¿su perra? fiel.
La ficción quiere reinventarse en sintonía a sus anunciados ‘ca-ca-ca-cambios’ sin que la serie nos resulte una ‘ca-ca-caca’. Así, es lógico que comprobaremos que Jenna pueda replantearse su relación con Matty y tengamos muchas revelaciones. Valerie Marks se ha hecho íntima de Tamara y el tercer año de Jenna en nuestra compañía nos traerá otro cliché a la serie: un embarazo no deseado. Valerie, eso sí, apuntó a Jenna a clase de Escritura Creativa con un profesor conocido por su tiranía y sadismo. Sí, el Sr. Hart va a dar juego pero en la clase veremos, aparte de personajes y sospechosos habituales como Kyle, a un compañero (Nolan Gerard Funk, que interpreta a Collin y…¿a la nueva pareja de Jenna?) que realmente entiende sus auténticos miedos… porque, atención, es Jenna aquella chica que no sabe si realmente está embarazada y se debate entre la vida y la muerte de su ¿futura criatura?
Olvídense de “Juno” porque los tiros no van por un condón roto y un bombo entre casilleros. Sadie no está embarazada… simplemente es ¡pobre! Sí, está en la quiebra y su situación nos puede deparar grandes sorpresas y situaciones divertidas. Que nadie se engañe tampoco: sigue siendo el mal-bicho de siempre y lo comprobaremos cuando Jenna intenta acercarse para consolarla por una situación que pudiera ser mutua. Su «You are welcome» nos da la bienvenida a la tercera temporada y también regresa a la realidad a Jenna Hamilton. Su posible embarazo servirá para darse cuenta que su mejor amiga es su propia madre y ambas superarán el test negativo de embarazo. ¿El problema? No se lo ha dicho a Matty y ha pasado por todo el calvario sola. Tenemos crisis a la vista pero, como siempre, el universo existencial de Jenna se ve sacudido cuando su ombligo nuevamente se ve cerrado: Ricky Schwartz ha muerto. Oh, my God… han matado a Ricky Schwartz. ¡Hijos de FRUTA!
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